"La llama de la
verdad deberá alumbrar el sendero que conduce a la paz; en tal sentido es
apremiante poner en marcha la comisión de Esclarecimiento de la Verdad, la
Convivencia y no Repetición y la apertura de los archivos", subraya un
comunicado divulgado aquí por la FARC-EP.
PL.- ANSUR - Tal
proceso debe contar con las víctimas del conflicto, como protagonistas del
nuevo escenario de reconciliación", señala el texto.
Resulta anacrónico
incitar a las fuerzas militares como lo hacen ciertos incendiarios, a que
continúen la guerra fratricida que nos desangra, y mucho más cuando lo que
buscamos todos, es bajar la intensidad del conflicto, puntualiza el comunicado.
Bienaventuradas las
personas que se preocupan más por la motivación de las fuerzas militares para
la paz; malaventurados los que desean que se derrame más sangre, sentencia las
FARC-EP.
"Lo reiteramos:
antes de aplicar el sistema de justicia que se convenga es imperativo conocer
la verdad, y en Colombia hay personajes que parece le tienen más miedo a la
verdad que a la cárcel", asegura la guerrilla.
Si se va a hablar de
justicia ya, es fundamental que la Comisión para el Esclarecimiento de la
Verdad, la Convivencia y la no Repetición, comience a trabajar inmediatamente.
Necesitamos que la
verdad salga de los labios de los actores del conflicto y de las víctimas,
recalca el grupo insurgente.
La base de la justicia
integralmente reparadora es la verdad, hoy consagrada por la legislación y
Naciones Unidas, como el primer derecho inalienable de las víctimas.
Dejar la Comisión para
el Esclarecimiento de la Verdad para después de la firma de la paz, es abrirle
las puertas a imputaciones sesgadas y a la impunidad de los máximos
responsables y determinadores de la violencia, advirtió la insurgencia.
La reparación sin
duda, debe ir absolutamente ligada a la no repetición, y en este campo uno de
los aspectos ineludibles es el esclarecimiento y la erradicación del
paramilitarismo, recalca al FARC-EP.
Abordar urgentemente
estos temas es parte esencial de bajar la intensidad del conflicto, el cual no
es el triunfo de una de las partes en la mesa de negociaciones, es el triunfo
de la razón, cuyo camino no es otro que el de la participación del soberano en
la Asamblea Nacional Constituyente.