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Deshidratador solar evitaría pérdidas de plátano verde después de la cosecha

Los residuos de alimentos como el plátano verde ya no se perderían luego de la cosecha.
Foto: Archivo Unimedios
El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) estima que en Colombia se cultivan más de 400.000 hectáreas de plátano, de las cuales 280.600 se encuentran en la zona cafetera del país; y su volumen de producción es del orden de 1.8 millones de toneladas al año.

En ese sentido, la producción de plátano se convierte en una oportunidad para darle valor a la agricultura de zonas “olvidadas”, en la que el abandono estatal ha llevado a que estén incomunicadas de los centros urbanos, y que sea más difícil prosperar y que los campesinos tengan ganancias económicas.

Este es el caso del municipio de Galán (Santander), que cuenta con 3.031 habitantes, 1.000 en el área urbana y el resto en la ruralidad, donde el 81,7 % de la fuerza económica está sustentada por las actividades agrícolas y ganaderas. Tierras en las que destaca el cultivo de productos como el café, la yuca, el maíz y el plátano.

Además de las malas vías, la alta humedad del plátano verde (hasta un 80 %) dificulta su comercialización, pues reduce su vida útil antes de llegar a los mercados urbanos. Por esta razón, la investigadora Erika Tatiana Fajardo Ariza, magíster en Ciencia y Tecnología de Alimentos, de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), se interesó por poner a prueba un mecanismo llamada deshidratador solar, el cual se lleva usando desde hace cientos años para secar las frutas, verduras o incluso carnes, pero en el que se enfocó en medir la humedad del plátano cada 20 minutos -hasta llegar a una hora-, para reducir al máximo el contenido de agua en la fruta.

El deshidratador solar es una especie de casa en la que los alimentos se van secando
con el aire caliente, y poco a poco van reduciendo su humedad.
Foto: Erika Tatiana Fajardo Ariza, magíster en Ciencia y Tecnología de Alimentos
de la UNAL.
Esto es novedoso porque los deshidratadores en el país se usan principalmente para el café, excluyendo otros alimentos esenciales para la economía de regiones como Galán, donde los productores buscan impulsar el cultivo de plátano y otras frutas. Controlar la humedad es clave, ya que un alto contenido de agua favorece la proliferación de bacterias y hongos, acelerando la descomposición.

¿Cómo funciona? Imagine una casa con ventanas y techo de vidrio por las que entra el sol, en su interior hay bandejas con mallas donde se colocan los alimentos, como el plátano verde. El aire se calienta y los alimentos se van secando poco a poco, por lo que el porcentaje de agua dentro de la fruta comienza a reducirse, generando un ambiente más adecuado para que no haya riesgo de contaminación por algún microorganismo.

Rodajas de plátano puestas en el deshidratador.
Foto: Erika Tatiana Fajardo Ariza, magíster en Ciencia
y Tecnología de Alimentos de la UNAL
Al plátano verde lo pueden afectar hongos como Colletotrichum musae, causante de la antracnosis, una de las principales enfermedades poscosecha del banano e influye significativamente en la calidad de la fruta mercadeable.

“Para los ensayos iniciales se trabajó con 20 kilos de plátano verde y banano bocadillo, los cuales primero se cortaban y pelaban en rodajas de entre 3 y 5 milímetros, para luego ser puestos en las láminas, y cada 20 minutos eran pesados para ver cómo iba disminuyendo el agua en su interior, hasta el punto en el que no cambiaba este valor, allí se evidenciaba que estaba listo”, indica la investigadora.

Valor agregado para las comunidades

Posterior al secado de los productos se molieron y procesaron en un horno para crear harina plátano, que sirve como un reemplazo para la harina de trigo, lo cual ayudaría a aprovechar los residuos de la cosecha, en un proceso denominado economía circular, que como su nombre lo dice sigue un proceso en el que se vuelve a utilizar aquello que ya se había utilizado, en este caso el plátano, que después de la cosecha se pierde entre un 25 % y 30 % si no se usa en otra aplicación.

Los residuos de la cosecha fueron aprovechados para elaborar galletas y
darle valor agregado al producto.
“Se evaluaron distintas concentraciones de harina de plátano y trigo para elaborar galletas, y darle valor agregado a los residuos que quedan luego de las cosechas, y se evaluó el producto en un panel sensorial con 100 personas en la UNAL Sede Bogotá, encontrando la combinación perfecta para elaborar esta receta”, asegura la magíster de la UNAL.

Grupo de trabajo con el que se diseñó y construyó el deshidratador solar.
Foto: Erika Tatiana Fajardo Ariza, magíster en Ciencia y Tecnología de Alimentos de la UNAL
Por último, señala que la investigación fue producto de un trabajo conjunto con la Asociación de Apicultores de la Serranía de los Yariguíes, la Alcaldía de Galán (Santander), y el Instituto de Ciencias y Tecnología de Alimentos (ICTA) de la UNAL, por lo que se destaca el proceso de cocreación llevado a cabo, en donde la comunidad de este municipio ahora tiene una máquina de deshidratación solar que podría durar fácilmente más de 10 años, y ayudaría a disminuir las pérdidas y los costos para los productores de plátano, una fruta autóctona de esta región.

Bolsas de semilla de mango serían una alternativa a los plásticos tradicionales

Gracias a su alto contenido en compuestos aprovechables, el mango, rico en almidón y nutrientes, se
convierte en la base de biopelículas o “plásticos” biodegradables.
Foto: archivo Unimedios.
agenciadenoticias.unal.- En la investigación se utilizan residuos industriales de esta fruta para desarrollar biopelículas biodegradables que reemplazarían los empaques plásticos convencionales. “Estamos aprovechando las semillas de mango, que normalmente se desechan, para extraer almidón y fabricar un material similar al plástico pero que se degrada fácilmente”, explica la magíster.

El proceso comienza con la recolección de las semillas de mango provenientes de residuos industriales, como los generados durante la producción de pulpa. Estas semillas se lavan y pelan para extraer el cotiledón, o almendra interna, que contiene un alto porcentaje de almidón.

Las semillas de mango, previamente lavadas y peladas, se utilizan
para extraer almidón.
Fotos: Stephania Hurtado Páez, estudiante de la Maestría en
Ciencias - Física de la UNAL Sede Manizales.
Uno de los mayores desafíos es evitar el pardeamiento, es decir el oscurecimiento de la semilla, un fenómeno que afecta la calidad del almidón. Para ello, la investigadora Hurtado utiliza un agente limpiador a base de limón concentrado.

El almidón limpio se seca en un horno de convección a 40 °C durante 8 horas; luego se tamiza para eliminar impurezas y obtener un producto listo para fabricar las biopelículas, un paso crucial ya que determina la calidad del material final.

Las semillas se tratan en el laboratorio con limón concentrado en diferentes
cantidades para evitar el pardeamiento y preservar la calidad del almidón.
El siguiente paso es crear las biopelículas, un material con el que se busca una alternativa ecológica al plástico tradicional. Para mejorar las propiedades mecánicas del almidón –como resistencia y durabilidad–, la investigadora lo combina con gelatina. “El almidón de mango tiende a ser muy elástico, casi como un chicle, pero tiene poca fuerza, por lo que la gelatina ayuda a que el material sea más firme y menos estirable”, explica.

La mezcla se calienta hasta alcanzar el punto de gelatinización del almidón y luego se vierte en moldes de silicona. Para garantizar una textura homogénea se utiliza un sonicador, dispositivo que emite ondas de ultrasonido para eliminar burbujas y asegurar una distribución uniforme. Por último, las biopelículas se secan en un horno de convección durante 14 horas y se obtiene un material flexible y ligeramente elástico, con un acabado homogéneo.

El resultado son unas biopelículas que ofrecen una alternativa
biodegradable al plástico tradicional, con una textura flexible y
suave al tacto.
Foto: Natalia López Arboleda, Unimedios Manizales.
“El almidón de mango combinado con gelatina adquiere una textura similar a un plástico delgado, pero con la ventaja de que es biodegradable y suave al tacto, característica que permite que las biopelículas se adapten bien a distintas formas y aplicaciones, convirtiéndolas en una opción versátil para empaques; es impresionante ver cómo se deshacen en agua caliente, algo que no ocurre con los plásticos convencionales”, describe la investigadora Hurtado.

Aunque el trabajo está en una etapa inicial, los resultados prometen aplicaciones concretas, especialmente en la industria de empaques alimenticios. “Estamos explorando la posibilidad de utilizar estas biopelículas en empaques internos, como los que contienen porciones dosificadas dentro de un empaque principal”, señala la magíster. Este enfoque sería particularmente útil para productos como pulpas de fruta, que requieren envases individuales para su comercialización.

Stephania Hurtado Páez, estudiante de la Maestría en Ciencias - Física de
la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNAL Sede Manizales.
Foto: Natalia López Arboleda, Unimedios Manizales.
No obstante, antes de que estas biopelículas se puedan comercializar es necesario hacer pruebas adicionales para garantizar su compatibilidad con alimentos y su viabilidad en diferentes condiciones. “La investigación llega hasta un punto, pero hay que realizar estudios de compatibilidad y seguridad para su uso en productos de consumo”, agrega la magíster.

Implicaciones ambientales y sociales

El impacto potencial de este producto va más allá de reducir residuos plásticos, ya que también aborda el problema de los desechos agroindustriales, que a menudo se queman o se desechan de manera inadecuada generando emisiones de CO2 y otros problemas ambientales. “Con esta investigación buscamos cerrar el ciclo de los residuos de mango, transformándolos en un recurso valioso”, sostiene la magíster.

El estudio se adelanta en los laboratorios del campus La Nubia de
la  UNAL Sede Manizales.
Foto: Comunicaciones Manizales.
Además el proyecto impactaría positivamente a las comunidades rurales y agroindustriales, al ofrecerles nuevas oportunidades para el aprovechar loa desechos y generar materiales sostenibles. Este enfoque también está alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, particularmente en lo relacionado con la producción y el consumo responsables.

“Es emocionante pensar en el potencial que tienen estas biopelículas. Aún hay mucho por explorar, pero estoy segura de que estamos en el camino correcto para crear una alternativa viable y sostenible”, concluye la magíster Hurtado. Con investigaciones como esta, el futuro de los empaques sería mucho más verde y amigable con el planeta.


Alimentación Escolar no estuvo en riesgo en 2024 y no lo estará en 2025

“El PAE no estuvo en riesgo en 2024 ni estará en riesgo para 2025", aseguró Sebastián Rivera Ariza, director general de la Unidad Administrativa Especial de Alimentación Escolar-Alimentos para Aprender, entidad adscrita al Ministerio de Educación Nacional, encargada del PAE.


Este año la UApA benefició a 5,8 millones de niños, niñas, adolescentes y jóvenes con el PAE, cifra que corresponde al 80% de la cobertura histórica.

A ello se suma el esfuerzo de las Entidades Territoriales Certificadas en Educación (ETC), que con aportes propios permiten garantizar la alimentación escolar a los estudiantes matriculados en el sistema educativo oficial del país.

“Teniendo en cuenta que el último giro se realizará en las primeras semanas de 2025, y para dar celeridad a los pagos de operadores, les solicitamos a las ETC que adelanten todas las labores administrativas y financieras para gestionar reservas presupuestales", expresó Rivera Ariza.

El funcionario aclaró que las reservas presupuestales son compromisos que serán pagados dentro de la vigencia fiscal siguiente, con cargo al presupuesto de la vigencia anterior. Por tanto, dijo, esto no afecta la operación del PAE “toda vez que ya terminó el calendario estudiantil del 2024, e incluso en 109 municipios priorizados se están entregando canasta de alimentos para preparar en casa en el marco del PAE en Receso Escolar, que permite llevar alimentos a los estudiantes incluso en vacaciones".

Esta estrategia del Gobierno nacional permitió entregar 577 mil canastas alimentarias en los municipios priorizados con una inversión superior a los $73 mil millones.

El director de la UApA añadió que tampoco afectará la operación del PAE de la vigencia 2025, ya que los recursos están asegurados por la Nación con una inversión sin precedentes de $2,1 billones.

La UApA está enviando una resolución a cada ETC con la asignación de presupuesto de referencia que deben ejecutar en 2025 para que pueda adelantar los procesos administrativos y contractuales para garantizar la operación del PAE durante todo el año entrante.

Ministerio de Educación anuncia giro por $197 mil millones para el Icetex

El anuncio se oficializó durante la sesión extraordinaria de la Junta Directiva del Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior (Icetex), durante la cual se aprobaron nuevas medidas y apoyos, que buscan cumplir el compromiso con la educación de los jóvenes beneficiarios de la entidad.

De este monto total, $95 mil millones corresponden al Fondo Generación E Excelencia, y se destinarán a los componentes de matrícula y sostenimiento de los jóvenes.

Así mismo, el Ministerio de Educación informó que gestionó los recursos necesarios para la apertura de los fondos de administración que atienden a población con especial protección constitucional: el Fondo para Población Víctima del Conflicto Armado, el Fondo para Población con Discapacidad y el Fondo para la Población Rrom.

Nuevo Fondo

La Junta Directiva del Icetex aprobó el nuevo Fondo Pasivo Contingente, iniciativa creada para otorgar respaldo y protección integral a los beneficiarios de créditos ante situaciones que puedan comprometer su estabilidad económica y académica.

Este nuevo Fondo incluye tres coberturas principales de protección económica al beneficiario del Icetex: asistencia en caso de desempleo, apoyo en materia de enfermedades catastróficas y garantía de estabilidad en el giro (este último permitirá el giro de crédito a las universidades cuando existan retrasos en estos desembolsos).

El Fondo Pasivo Contingente complementa medidas ya existentes en el crédito educativo del Icetex, como es el Fondo de Invalidez y Muerte, que protege al beneficiario de esta financiación con la condonación del crédito en caso de estos dos riesgos.

En este contexto, el Icetex invitó a los alcaldes y a los gobernadores para que, de manera articulada con el Instituto, exploren mecanismos que permitan la destinación de recursos, especialmente a través del Sistema General de Regalías de las entidades territoriales, que apoyen con nuevos programas a los jóvenes de población vulnerable y en condiciones de pobreza extrema para el acceso y permanencia en la educación superior.

La Junta Directiva del Icetex seguirá trabajando a través de sesiones extraordinarias en lo que resta del año para continuar evaluando alternativas y escenarios que permitan la apertura de la convocatoria de nuevos créditos educativos y el acompañamiento a los proyectos de vida de los jóvenes colombianos.

UNAL y Mintrabajo proponen modelo para proteger a trabajadores informales rurales del país

El 24 % de la población colombiana reside en áreas rurales y enfrenta desigualdades
para acceder a los servicios de salud.
Foto: archivo Unimedios.
En términos laborales, los hombres se accidentan más en actividades agrícolas, debido tanto al manejo de maquinaria pesada y herramientas cortantes como a la exposición prolongada a condiciones climáticas adversas. Talar árboles y recoger cultivos de alto riesgo, como la caña de azúcar, también aumenta la probabilidad de sufrir lesiones.

Por su parte las mujeres, especialmente aquellas involucradas en actividades agrícolas, están expuestas al contacto directo con productos químicos como los fungicidas, sustancias utilizadas para proteger cultivos que se asocian con problemas respiratorios, irritaciones cutáneas y enfermedades crónicas como el cáncer.

Pero eso no es todo. En actividades mineras como el barequeo (extracción manual de oro) las mujeres tienen contacto constante con el mercurio, utilizado para separar el oro de los sedimentos. Lo que preocupa es que este metal pesado se asocia con intoxicaciones que afectan el sistema nervioso y los riñones, y pueden generar daños irreversibles a la salud.

Así lo evidenció el diagnóstico epidemiológico adelantado por la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) que ha servido como base para que el Ministerio de Trabajo presente un modelo de protección de riesgos laborales para los trabajadores vulnerables del área rural del país.

Esta propuesta inicial busca garantizar su inclusión en un sistema integral de seguridad social –centrado en la prevención de enfermedades laborales y accidentes de trabajo–, y al mismo tiempo abordar las desigualdades en el acceso a servicios de salud en las zonas rurales de Colombia.

Los hombres se accidentan más en actividades agrícolas, pesqueras y mineras.
Foto: archivo Unimedios.
El 24 % de la población vive en zonas rurales, y a pesar de que estas comunidades son fundamentales para la producción agrícola, pesquera y minera del país, enfrentan altos índices de enfermedades laborales y accidentes de trabajo; además enfrentan desigualdades sociales, económicas, y de acceso a servicios básicos.

Uno de los pilares del modelo es el análisis del perfil epidemiológico de los trabajadores rurales en Colombia, realizado por investigadores de la UNAL con base en fuentes de información sobre enfermedad y accidentalidad laboral del país, las cuales revelan que en las áreas rurales la carga de enfermedades laborales y accidentes es desproporcionada frente a las áreas urbanas.

Además de las enfermedades laborales mencionadas, se encontraron dengue, malaria, chikunguña y leishmaniasis, las cuales son transmitidas por vectores que clasifican dentro de las afecciones comunes en la ruralidad, y cuya incidencia varía según factores climáticos y económicos.

La propuesta prioriza a las comunidades más vulnerables, incluyendo
aquellas en zonas de difícil acceso y en condiciones de pobreza.
Foto: archivo Unimedios.
La infección respiratoria aguda (IRA) y la tuberculosis afectan de manera importante a los residentes de áreas rurales de departamentos como La Guajira, Magdalena y Cesar. En 2019 la IRA registró una tasa de hasta 213,4 casos por cada 1.000 afiliados, mientras en la tuberculosis fue de hasta el 82,69 % de los casos por cada 100.000 afiliados.

También se encontró que la malaria y los accidentes ofídicos tienen una prevalencia significativa en la Amazonia y Orinoquia, mientras que las enfermedades crónicas no transmisibles, como hipertensión y diabetes, se concentran en la región Andina.

Según la profesora Oneys del Carmen de Arco Canoles, de la Facultad de Enfermería de la UNAL, “las enfermedades prevenibles tienen una carga altísima en las regiones rurales, especialmente aquellas asociadas con el trabajo agrícola y minero. Es urgente mejorar las estrategias de prevención y atención”.

Así sería el modelo de protección de riesgos laborales

La propuesta, presentada tras años de investigación interdisciplinaria, se fundamenta en principios de justicia social, sostenibilidad y enfoque diferencial. Uno de sus elementos esenciales es la implementación de un régimen subsidiado en riesgos laborales, que complementa el sistema contributivo existente y prioriza a las poblaciones más vulnerables, incluyendo trabajadores informales, mujeres rurales y comunidades étnicas.

La presentación del modelo se realizó simultáneamente en 10 ciudades.
Foto: Nicol Torres, Unimedios.
El modelo plantea tres dimensiones fundamentales. La primera es la cobertura poblacional, que busca incluir a trabajadores independientes, informales, y aquellos vinculados a actividades familiares y comunitarias. La segunda se centra en los servicios ofrecidos, con un enfoque en promoción de la salud, prevención de enfermedades y atención integral en casos de accidentes laborales. La tercera aborda la financiación, con la propuesta de incrementar en dos puntos porcentuales el recaudo del Fondo de Riesgos Laborales, destinados exclusivamente al régimen subsidiado.

La propuesta también incluye aprendizaje de modelos internacionales. Según un análisis realizado por el equipo de la UNAL, solo el 21,5 % de los países reportan cobertura explícita en riesgos laborales para trabajadores rurales; entre estos se destacan Brasil, China y Ecuador, que han implementado esquemas específicos adaptados a las particularidades de su población rural.

El profesor Jairo Ernesto Luna García, de la Facultad de Medicina de la UNAL, aclara que esta importante propuesta también es susceptible a desafíos como la alta tasa de informalidad laboral, que en las zonas rurales alcanza el 84 %, lo cual dificulta la inclusión de estas comunidades en sistemas de seguridad social tradicionales.

El profesor Jairo Ernesto Luna García, de la Facultad de
Medicina, presentó la propuesta del modelo.
Foto: Nicol Torres, Unimedios.
“En este contexto el desafío de la política pública radica en lograr que la población en situación de pobreza supere esta condición, además de garantizar que aquellos que se encuentran en la informalidad puedan superar esta situación y acceder a un trabajo digno y decente”.

Pese a estos retos, el modelo plantea aprovechar oportunidades esenciales, como el Plan Nacional de Salud Rural (PNSR) y las directrices de la Organización Internacional del Trabajo sobre transiciones sostenibles (socioecológicas). Así mismo, usar herramientas tecnológicas como auditorías basadas en inteligencia artificial, las cuales permitirían mejorar la calidad de los datos para una planificación más precisa.

“Aún en sus primeras fases de formulación esta propuesta es un paso hacia un sistema de seguridad social más inclusivo y justo, capaz de responder a las necesidades y los desafíos de la ruralidad del país”, concluyen los investigadores.

ICETEX: que estudiantes no se endeuden, la educación es un derecho .

En una rueda de prensa conjunta, el ministro de Educación Nacional, Daniel Rojas, y la presidenta encargada del Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior - Icetex, Patricia Abadía, dieron un parte de tranquilidad sobre la situación financiera de la entidad y aseguraron que se trabajará técnicamente en una propuesta de transformación, para que el Icetex pase de ser una entidad financiera de carácter especial, como lo es hoy, hacia un banco de primer nivel.

El Icetex, ya es una entidad financiera vinculada al Ministerio de Hacienda, es vigilada por la Superintendencia Financiera y funciona como un banco captando y poniendo recursos. Lo ideal es que además de sus inversiones, dentro de sus estrategias pueda diversificar la captación con ahorros del público, inversiones de la empresa privada, gestión de nómina, u otros servicios bancarios, que permitan poner créditos para que los que así lo decidan puedan costear sus estudios por esta vía o financiar como graduados la creación de nuevas empresas o emprendimientos".

Sobre el presupuesto de 2025, señaló que se han solicitado $6,5 billones para educación superior, de los cuales $4,6 billones ya han sido aprobados. Sin embargo, subrayó la importancia de la Ley de Financiamiento para garantizar recursos adicionales que permitan cumplir los compromisos con la educación en Colombia.

“Queremos que cada vez los estudiantes dependan menos de una situación de endeudamiento y estén ligados más a una situación de garantía del derecho a acceder a la educación superior. Estamos transformando el Icetex para que sea más amigable con los estudiantes, reduciendo tasas de interés y ampliando opciones como condonaciones. El acceso a la educación debe ser un derecho, no una carga financiera".

Por otro lado, el ministro desmintió declaraciones recientes sobre una supuesta crisis o "marchitamiento", reafirmando el compromiso del Gobierno del Cambio con la estabilidad de la entidad y el acceso a la educación superior y aseguró que su cartera ha solicitado en su totalidad y de manera oportuna los giros correspondientes al Icetex para 2024.

"Es mentira que no hemos gestionado estos recursos. Los documentos que respaldan estas solicitudes están disponibles para consulta. El retraso obedece al racionamiento del Plan Anualizado de Caja (PAC) por parte del Ministerio de Hacienda, no a una omisión de esta cartera".

Rojas reiteró que se han hecho las gestiones y la priorización tanto para el Icetex como para los recursos de gratuidad y fomento de las universidades públicas, que son claves para la garantía del derecho a la educación.

También calificó como irresponsables los rumores sobre un supuesto 'marchitamiento' del Icetex. "La entidad no está en quiebra ni en proceso de liquidación. Sus estados financieros, que son públicos, reflejan estabilidad, y gracias a recursos propios se han garantizado las renovaciones de líneas no subsidiadas", dijo Rojas.

Con respecto a las universidades privadas, el ministro desmintió la afirmación de que se adeudan $400.000 millones. Explicó que, aunque hay retrasos debido a la reprogramación del PAC, los recursos ya están gestionados. “Estamos trabajando con Hacienda para subsanar la situación. Ninguna universidad quedará desfinanciada".

Por su parte, la presidenta encargada del Icetex, Patricia Abadía, destacó que la entidad ha asegurado la continuidad de los créditos educativos gracias a la gestión interna con recursos propios, dado que solo el 25% de su presupuesto depende de recursos públicos. “Queremos dar un parte de tranquilidad para los estudiantes que están en proceso de renovación de créditos no subsidiados que pueden ser alrededor de 140 mil jóvenes, a ellos les decimos que contamos con los recursos para su renovación".

​Finalmente, el ministro hizo un llamado al Congreso para que priorice la aprobación de la Ley de Financiamiento, señalando que esta es clave para consolidar los recursos futuros necesarios para la educación superior. “Sería bueno que como sociedad nos uniéramos en ese sentido", concluyó el ministro Daniel Rojas.

Reforma agraria y zootecnia, la unión que necesita el campo colombiano


En 2022 el 28,1 % de los hogares en Colombia presentó dificultades para
acceder a alimentos, situación que afectó a 15,5 millones de personas.
Foto YAIR SUAREZANADOLU AGENCYAnadolu via AFP
Agencia UNAL- Los expertos invitados a la charla “Reforma agraria, soberanía y seguridad alimentaria desde la Zootecnia”, realizada en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) durante la Semana de la Zootecnia 2024, coincidieron en señalar que esta disciplina no solo impulsa la productividad y la calidad de la producción ganadera, sino que además contribuye a la consolidación de la seguridad alimentaria mediante el fortalecimiento de las economías rurales.

Para lograr una reforma agraria efectiva en el país es necesario que los pequeños y medianos productores tengan acceso a tierras y recursos productivos, de manera que puedan implementar prácticas zootécnicas avanzadas que optimicen sus sistemas productivos. Esta disciplina aporta herramientas como el manejo eficiente de pasturas, el control de enfermedades, el bienestar animal y el mejoramiento genético, las cuales permiten mejorar la calidad y cantidad de carne, leche y huevos, productos esenciales para la dieta de los colombianos y que representan una fuente asequible de proteínas y nutrientes.

Asistentes a la charla realizada en la UNAL.
Foto: María Fernanda Londoño, Unimedios.
En un país con altos índices de importación de alimentos básicos, la Zootecnia se presenta como una vía para reducir esta dependencia y fomentar la autosuficiencia alimentaria. La correcta distribución de tierras y el apoyo a los productores locales mediante políticas públicas permiten que los alimentos sean producidos de manera sostenible, beneficiando tanto a las comunidades rurales como a los consumidores.

Reforma agraria, TLC y soberanía alimentaria

Con respecto a la pregunta sobre cómo incentivar el desarrollo agropecuario en el país, la zootecnista de la UNAL Sandra Natalia Barinas Salcedo sostuvo que la forma es “garantizarles a los campesinos bienestar en sus territorios y una mejor calidad de vida, asegurándoles que sus productos sean comercializados a precios que compensen la dura labor que implica el trabajo en el campo”.

Por su parte, el abogado de la UNAL Luis Higuera Malaver, experto en territorio y conflicto, manifestó que “los campesinos, indígenas y pequeños productores han expresado la necesidad de una reforma agraria que les permita recuperar y acceder a tierras productivas, especialmente en regiones donde el conflicto armado y el desplazamiento han afectado históricamente la propiedad rural”.

Las Naciones Unidas estiman que para 2028 la población mundial que sufre
inseguridad alimentaria grave alcanzará los 956 millones de personas.
Foto: Nicol Torres, Unimedios
Para el experto, los tratados de libre comercio (TLC) afectaron gravemente el sector agropecuario, en especial al pequeño y mediano productor, pues “al concretar con otro país que se le comprará un producto pero con la condición de que se importe otro, los productores de ese alimento que se está trayendo a Colombia no tienen quién se lo compre porque el país ya trajo de otro lado una considerable cantidad; eso está generando que la comida que no se puede vender se dañe y se bote, al mismo tiempo que afecta la economía de determinados sectores”.

Aunque los TLC ofrecen acceso a alimentos más baratos que pueden beneficiar a los consumidores a corto plazo, una dependencia excesiva de importaciones y la falta de apoyo a los productores locales pueden poner en riesgo la seguridad alimentaria del país.

En ese sentido, la implementación de técnicas zootécnicas en un marco de reforma agraria fortalece la seguridad alimentaria en dos sentidos: asegura un suministro constante y asequible de alimentos de origen animal para la población, y mejora la calidad nutricional de estos productos.

Colombia firmó con la ONU 17 objetivos para combatir la inseguridad alimentaria
que se deben cumplir en 2030. Foto: archivo Unimedios.
Lo anterior es especialmente importante en un país con zonas rurales donde la disponibilidad de alimentos frescos y nutritivos es limitada. Al mejorar la calidad de la producción ganadera local se reduce la necesidad de importar favoreciendo una economía más autónoma y resiliente frente a las fluctuaciones de los precios internacionales.

Al respecto, la zootecnista de la UNAL Laura Cortés Urquijo afirmó que el país necesita profesionales con conciencia en esta área, que trabajen en pro del campesinado, los indígenas y la comunidad afro y no para las grandes industrias.

“Esta alianza es esencial para avanzar hacia una soberanía alimentaria real en la cual los alimentos no sean solo asequibles sino también el resultado de prácticas respetuosas con el medioambiente y las comunidades locales. Apostar por la Zootecnia en este proceso es apostar por un futuro más justo y autónomo en la producción alimentaria del país”, manifestó.

La charla “Reforma agraria, soberanía y seguridad alimentaria desde la Zootecnia” se realizó
en la UNAL durante la Semana de la Zootecnia 2024. Foto: Nicol Torres, Unimedios.
Cabe decir que la Zootecnia moderna no solo responde a una demanda social por prácticas éticas, sino que también tiene implicaciones en la calidad de los productos y en la sostenibilidad del sistema productivo. Animales en mejores condiciones tienden a ser más productivos y resistentes, lo cual refuerza la sostenibilidad del sistema alimentario.

La Zootecnia puede jugar un papel fundamental al fortalecer la producción local y mejorar la competitividad del sector agropecuario, pero esto requiere políticas que prioricen la sostenibilidad y la resiliencia del sistema alimentario colombiano. Un enfoque que combine la apertura comercial con el fortalecimiento de los productores locales contribuiría a una seguridad alimentaria más robusta, sostenible y equitativa para todos los colombianos.



Producción de ají mejoraría con menos riego y abonos orgánicos

Ají rocoto producido en la UNAL Sede Manizales, campus La Nubia.
Foto: Grupo de Investigación Alimentos Frutales.
agenciadenoticias.unal.- La agricultura es responsable de casi una tercera parte de los gases de efecto invernadero en el mundo, por lo que buscar que la producción de alimentos –que cada vez es más amplia– utilice mejor los recursos se ha convertido en una urgencia.

En respuesta a este desafío, el Grupo de Investigación Alimentos Frutales de la UNAL Sede Manizales llevó a cabo un proyecto para mejorar la adaptación al cambio climático y agregar valor al cultivo del ají rocoto (Capsicum pubescens).

Juan David Galvis Nieto, del Grupo de Investigación
Alimentos Frutales, en la granja de fertirriego para la
producción de ají rocoto.
Fotos: Natalia López Arboleda, Unimedios Manizales.
Para ello se implementó un sistema de riego controlado con un seguimiento riguroso de la humedad del suelo para determinar los requerimientos de agua de este cultivo optimizando el recurso hídrico. En conjunto, estos tratamientos contribuyen a una agricultura más sostenible.

Una de las principales innovaciones del proyecto fue el uso de biochar, un tipo de carbón que se mezcla con el suelo para mejorar la retención de nutrientes y agua, y además capturar dióxido de carbono (CO2). Con la mezcla de biochar, gallinaza (estiercol de gallinas) y porquinaza (desechos de los cerdos) se fabricaron abonos orgánicos reduciendo con ellos la aplicación de fertilizantes convencionales que tienen mayor emisión de gases de efecto invernadero.

Los resultados fueron alentadores: la producción de ají en polvo a partir del cultivo en invernadero con riego limitado –o estrés hídrico– y abonos orgánicos redujo el impacto ambiental en un 72 % frente al proceso convencional. Además se mejoraron las propiedades organolépticas del ají –como sabor, aroma y color–, optimizando su calidad para el mercado.

Otra forma de cultivo

El ají rocoto se seleccionó para este proyecto por su adaptabilidad a climas fríos como el de las montañas de Caldas. Este ají, originario de los Andes peruanos, se desarrolla en temperaturas óptimas de entre 14 y 25 °C, lo que lo hace ideal para esta región.

Ají rocoto transformado en polvo en la UNAL Sede Manizales,
campus La Nubia.
Además es conocido por su alto contenido de capsaicina, el compuesto que le otorga su picor, ya que alcanza en promedio 150.000 unidades Scoville de picor en el ranking de los pimientos más picantes del mundo.

El proyecto comenzó con 480 plántulas, con una distancia de siembra de 1 m entre hileras y 50 cm entre plantas, y sistema de riego por goteo. El trabajo fue dirigido por el ingeniero químico Carlos Eduardo Orrego Alzate, profesor y director del Instituto de Biotecnología y Agroindustria (IBA) de la UNAL.

En el estudio se realizaron 8 métodos experimentales que combinaron el sistema de cultivo (invernadero o campo abierto), el tipo de riego (convencional o en condiciones de estrés hídrico), y el régimen de fertilización (biochar y abonos orgánicos vs. fertilización convencional). Según el profesor Orrego, estos métodos buscaban optimizar la productividad del cultivo y la calidad del ají, especialmente su grado de picor.

El riego convencional, que fue activado al caer la humedad del suelo por debajo del 50 %, favoreció un crecimiento uniforme y mayor producción de frutos, mientras que el riego bajo estrés hídrico, activado cuando la humedad alcanzó niveles entre 20 y 40 %, ayudó a ahorrar agua y produjo ají de calidad superior.

Carlos Eduardo Orrego Alzate, director del Instituto de
Biotecnología y Agroindustria y del Grupo de Investigación
Alimentos Frutales.
La fertilización se realizó mensualmente. Para los tratamientos convencionales se utilizaron productos comerciales, mientras que para los restantes se empleó biochar junto con abonos orgánicos. Los experimentos con biochar mostraron una mejor calidad, aunque con una productividad inferior. Las plantas cultivadas en invernadero presentaron buena productividad y calidad.

Una vez cosechados, los frutos maduros del ají rocoto pasaron por un proceso de agregación de valor, lo que permitiría diversificar su uso en la industria alimentaria, además de aplicaciones en las industrias cosmética y farmacéutica.

“Se desarrolló un ingrediente funcional de ají en polvo encapsulado mediante dos métodos de secado: aire caliente y al vacío, los cuales permitieron producir ají en polvo de buena calidad, y el primer método presentó los costos de producción más bajos”, mencionó el director.

La implementación de técnicas de riego eficientes permitió un ahorro cercano al 20 % en el consumo de agua, y el uso de fertilizantes orgánicos disminuyó la dependencia de los fertilizantes comerciales, lo que contribuye a una agricultura más sostenible, ya que los productores de ají producirían sus propios fertilizantes, disminuyendo con esto tanto los costos de producción del cultivo como los impactos ambientales, específicamente la huella de carbono.

Grupo de Investigación Alimentos Frutales.
El proyecto de cultivo de ají rocoto en Caldas y su posterior transformación en polvo demuestran cómo la innovación agrícola y agroindustrial puede mejorar la resiliencia al cambio climático, reducir el impacto ambiental y generar nuevas fuentes de ingresos para las comunidades rurales. Este enfoque integral es un modelo para otras regiones del país, ya que promueve un uso más eficiente de los recursos y un desarrollo económico local más sostenible.

La UNAL Sede Manizales ha demostrado que el futuro del cultivo de ají en el país puede ser más eficiente. “El siguiente paso será la transferencia de este conocimiento a grandes empresas del país, con el objetivo de hacer un aprovechamiento sostenible de este producto”, concluyó el director Orrego.

Si se impulsa la economía popular, aumentará la demanda de crédito, aseguró el presidente Petro

Un nuevo llamado a la asociatividad para impulsar la economía popular y la productividad a través del crédito, formuló el presidente Gustavo Petro durante la firma del Pacto por la Democratización del Crédito Solidario​, evento realizado en la Cámara de Comercio de Bogotá.

En su intervención, el mandatario explicó que ya se cumplió el primer objetivo del Pacto por el Crédito que suscribió el Gobierno del Cambio con la banca privada del país, y que permitió en el primer mes desembolsar más de $10 billones en préstamos para la reactivación económica.

Dijo que ese pacto “es de gran valía" porque “hemos convocado a los ejecutivos y a los dueños, hombres muy ricos de la banca colombiana", a quienes se les pidió dedicar el ahorro del público “adonde más les sirva a los demás", y no a las grandes obras de infraestructura “solo por el criterio faraónico y por la codicia de ganar más: usemos ese ahorro productivo en la producción y el trabajo, fue el primer criterio".

Sin embargo, el mandatario aseguró que en este primer mes “no ha cambiado la distribución del crédito, la economía popular sigue sin crédito", pero agregó que “eso es una falla, no del banquero, sino del Estado y de la sociedad, porque no estamos generando la asociatividad suficiente en la economía popular y, entonces, no hay demanda del crédito".

Por ello, añadió, es que el crédito se va para los más grandes empresarios, productores, agrarios e industriales. “Entonces aquí hay un esfuerzo porque el Estado tiene que ser un organizador de la sociedad para darle alas, para dejarla libre".

Según el presidente Petro, si la mujer trabajadora no tiene el crédito, no hace empresa colectiva, pues la riqueza está en el trabajo y el trabajo es la agricultura, la agroindustria, la industria, los servicios que se mueven alrededor de la producción “y el turismo, en donde nos ha ido espectacularmente, porque simplemente había que mostrar el país de la belleza".

Dijo que el gobierno debe generar más asociatividad, más cooperativismo. “La juntanza que se ha construido en Colombia es la de la acción comunal, es la cooperativa del pueblo y de las mujeres o de los campesinos, de la minga indígena…es juntándose para que podamos ser ganadores colectivos".

“Si el Estado si logra potenciar la asociatividad y la economía popular logra progresar a partir del crédito, entonces, Colombia será diferente mentalmente, culturalmente y las verdaderas revoluciones son culturales, son cambios de manera de pensar las cosas".

Concluyó con un mensaje para potenciar el cooperativismo: “No hagan proyectos pobres para pobres, esa plata (el crédito) úsenla para organizar, contratar jóvenes, mujeres, viejos, hombres que sepan hacer cooperativismo, que aprendan a hacerlo, no es difícil. Y que vayan por los pueblos y los campos de Colombia organizando cooperativismo, que se enriquece con el crédito, porque ese dinero que es de todos y todas, para construir otras relaciones sociales de producción que permitan la paz, la prosperidad y la justicia en Colombia".

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Materiales diminutos evitan el ennegrecimiento de las fachadas

El propósito del desarrollo es retardar los signos de envejecimiento que se dan en las fachadas
de viviendas y edificios.
La problemática del deterioro prematuro de las fachadas es un tema que afecta a constructoras y propietarios por igual. Los estucos tradicionales, expuestos a las inclemencias del tiempo y la contaminación ambiental, suelen mostrar signos de desgaste en solo meses, que no solo afectan la apariencia de las casas y los edificios, sino que además generan costos adicionales en mantenimiento y reparaciones.
Lina María Melo Jaramillo,
magíster en Construcción de la UNAL. 
La arquitecta Lina María Melo Jaramillo, magíster en Construcción de la UNAL, trabajaba como directora de obra de una constructora de Pasto, y notó que en las fachadas de las casas campestres los estucos se deterioraban muy rápidamente, “les salían manchas negras”, comenta la magíster.

Su búsqueda de alternativas para este problema comenzó con la exploración de diversas marcas de estucos, tanto tradicionales como nuevas, sin obtener éxito alguno, hasta que se enfocó en los nanomateriales.

La atapulgita es un mineral, y en el estudio se incorporó
en un estuco para mejorar sus propiedades.
Foto: Lina María Melo Jaramillo, magíster en Construcción de la UNAL.
Así encontró la atapulgita, un mineral conocido por sus propiedades adsorbentes que ha sido aprovechado en muchas industrias como ingrediente para desarrollar medicamentos y cosméticos, entre otros productos.

“La atapulgita está compuesta en un 65,2 % por sílice, por lo que al mezclarla con el estuco lo hace más resistente al desgaste y a los impactos. Encontramos que este mineral tiene propiedades que mejoran significativamente la resistencia del estuco a los factores ambientales, ya que también contiene otros componentes como aluminio, magnesio, hierro y calcio”, explica.

El producto final se probó en una casa y después de
casi 10 meses no hay rastro del ennegrecimiento.
Foto: Lina María Melo Jaramillo, magíster en Construcción de la UNAL.
“La atapulgita ayuda a retrasar los efectos del envejecimiento, que es lo que siempre buscamos en el sector de la construcción. El proceso desarrollado fue de prueba y error; realicé múltiples muestras y pruebas en condiciones reales para garantizar que el nuevo estuco se pudiera aplicar correctamente, y ofrecer los resultados deseados”.

“Al principio todo fue muy artesanal; hicimos pruebas con estucos de diferentes marcas y componentes, y finalmente utilizamos el material en la fachada de una casa”, explica la investigadora Melo.

El desarrollo sería una gran solución tanto para las constructoras
como para los propietarios de viviendas o edificios.
Las pruebas revelaron que el estuco mejorado con atapulgita resistía mejor las condiciones ambientales adversas y mantenía su apariencia estética por más tiempo. “Después de casi 10 meses la casa que utilizamos para la prueba general sigue igual, solo con un pequeño ampollamiento en una fachada lateral”, aseguró la experta.

El potencial de esta innovación motivó el interés de empresas productoras en Nariño que ya adelantan pruebas para incorporar este nuevo componente en la fórmula de sus productos, con el fin de optimizarlos y comercializarlos.

Resurgir la gratuidad y la cobertura de la educación superior

Foto: Juan Diego Cano - Presidencia
“Usted tiene la misión central de lograr, en el poco tiempo que nos queda, que haya un resurgir de la gratuidad de la educación pública superior y de la cobertura de la educación pública superior”.

Con estas instrucciones, el presidente Gustavo Petro Urrego posesionó este martes al nuevo ministro de Educación, Daniel Rojas Medellín, a quien le encomendó la tarea de expandir las sedes públicas universitarias en todo el territorio nacional.

Además, le planteó el reto de “romper dentro de su Ministerio y, quizás, romper dentro de la sociedad colombiana” las deficiencias de la educación superior que convierte a los colombianos “en obreros y obreras de un sistema, en donde unos hacen las ganancias y los demás trabajan para ellos”.

Le pidió al nuevo ministro Rojas “garantizar que haya un salto en la calidad y cantidad de la educación pública en Colombia”.

Y se preguntó: “¿Por qué la educación pública? Porque es la que va a dos terceras partes de la juventud y la niñez colombiana” y, “¿eso qué implica? Que por primera vez haya un presupuesto que se invierta en sedes públicas de la universidad”.

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