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Con respaldo del Gobierno productores de papa en Boyacá avanzan en asociatividad para mejorar precios y ventas

Productores pertenecientes a 50 asociaciones paperas de Boyacá dieron un paso importante hacia la creación de una asociación de segundo nivel que fortalezca el sector del cultivo, con el acompañamiento de la Dirección de Participación y Asociatividad de la Agencia de Desarrollo Rural (ADR), adscrita al Ministerio de Agricultura.

Este avance se dio en el marco de la primera Mesa Papera Asociativa, que tuvo lugar en la capital boyacense y en la que se abordaron temas de alto interés para el sector, como la necesidad de crear una federación que represente a los productores de papa del departamento ante los intermediarios, el establecimiento de compromisos que generen beneficios en materia de comercialización y precios, y el fortalecimiento de la comunicación entre las asociaciones y las instancias del Gobierno nacional.

En la mesa participaron productores paperos de los municipios de Turmequé, Cómbita, Siachoque, Ventaquemada, Belén, Tunja, entre otros.

Blanca Gladys Peña, representante de los paperos de la vereda El Porvenir, en Tunja, destacó la importancia de estos encuentros:

“Estas reuniones son muy importantes, puesto que, si no estamos afiliados, no vamos a tener ningún beneficio del Gobierno. Tenemos que estar en las asociaciones para poder recibir nuestros beneficios”.

Asociatividad fortalece al sector

El representante legal de la Asociación Agroindustrial y Pecuaria de la vereda Pozo Negro de Turmequé, Juan Carlos Herrera, considera que este es un proceso que se construye paso a paso.

“Como dijo nuestro presidente Gustavo Petro, la asociatividad debe ser un escalón de la agricultura y de la organización. Entonces, tenemos que organizarnos a ver si entre todos podemos gestionar y sacar proyectos adelante, porque, de manera independiente, es muy difícil impulsar proyectos de gran envergadura para el agro colombiano”, aseguró Herrera.

A su turno, Mauricio Arias, representante legal de la Asociación Agropecuaria Las Delicias del municipio de Siachoque, señaló que la asociatividad es fundamental para proteger al sector ante una eventual crisis.

“Yo quisiera que en Abastos nos asignaran una bodega para nosotros, los cooperados, y así llevar directamente nuestros productos al consumidor. Porque allá en Abastos, los intermediarios son los que manejan el dinero de los trabajadores del campo”, afirmó Arias.

En la mesa técnica también participaron jóvenes del sector papero, entre ellos John Fredy Fonseca, de la Asociación de Productores Rurales (Asopru), quien destacó el apoyo del Gobierno nacional.

“El tema de la asociatividad me parece muy importante y debe fortalecerse, siempre y cuando se adquieran compromisos, no solo de nosotros como sembradores de papa, sino también de la Agencia de Desarrollo Rural”, manifestó Fonseca. Y agregó: “Logrando la asociatividad, podemos expandirnos más”.

“Como productores de semillas, buscamos comercializarlas no solo en nuestro municipio, sino en toda la región. Por eso planteamos el tema de comercialización y precios, porque hay muchos productores que no tienen esa oportunidad y que buscan una semilla de buena calidad”, recalcó.

Finalmente, Wilson Gómez Úmbita, de la Dirección de Participación y Asociatividad de la ADR, resaltó que esta primera mesa técnica con asociaciones paperas sigue “los lineamientos del Gobierno nacional en el tema asociativo, con el fin de fortalecer el futuro de nuestro campo colombiano”.

Gobierno subsidiará hasta en 40 % créditos agrarios para impulsar creación de sistemas de riego y drenaje

El Gobierno nacional destinó $ 10 mil millones para impulsar el Incentivo de Capitalización para la Gestión de Riesgos Agropecuarios (ICGRA), un mecanismo mediante el cual se otorga beneficios al campesinado productor colombiano de hasta el 40% de su deuda para disminuir la vulnerabilidad frente al déficit o exceso de agua.

El beneficio lo entregará el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural a través del Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario (Finagro) y estará habilitado desde el próximo 17 de marzo.

Con este instrumento se busca promover la inversión y prevenir los riesgos agropecuarios a través de sistemas de riego y drenaje, equipos para el manejo del agua, así como construcción de obras civiles que ayuden a prevenir las inundaciones, entre otros.

“Lograr un campo competitivo no solo pasa por invertir, sino por prevenir riesgos asociados al trabajo de la tierra. En un sector como este, que se ve impactado por los fenómenos naturales, sobre todo en tiempos de cambio climático, es esencial que productoras y productores estén preparados ante ciertas eventualidades. Hemos dispuesto este nuevo instrumento, que permitirá no solo disminuir la vulnerabilidad de las campesinas y campesinos frente a ciertas eventualidades, sino mantener el volumen de producción de un sector que en el último año jalonó la economía nacional como ninguno", señaló la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino.

El ICGRA puede ser utilizado por pequeños productores, mujeres y jóvenes rurales víctimas, y en proyectos asociativos, por un monto máximo de incentivo de hasta 8.700 Unidades de Valor Básico (UVB), es decir, un poco más de $100 millones.

A un pequeño productor de ingresos bajos, el Gobierno del Cambio le reconocerá hasta el 40% del valor de la inversión del proyecto financiado, mientras que a un pequeño productor hasta el 30%. Por ejemplo, para un campesino con un crédito de $20 millones que invierta en un sistema de riego se le reconocerían hasta $8 millones al crédito, por lo que solo tendría que pagar $12 millones.

“En Finagro trabajamos para que nuestros productores no solo accedan a crédito, sino que también cuenten con instrumentos financieros que les permitan prevenir y mitigar los riesgos agropecuarios. Con el Incentivo de Capitalización para la Gestión de Riesgos Agropecuarios, impulsamos inversiones clave en sistemas de riego, drenaje y manejo del agua, asegurando que el campo colombiano sea más resiliente y productivo", explicó Alexandra Restrepo, presidenta de Finagro.

Por su parte, el presidente del Banco Agrario, Hernando Chica Zuccardi, destacó la importancia de esta iniciativa para atender ocho destinos específicos en el manejo hídrico, lo que les garantiza a los productores proteger sus cultivos ante cambios o riesgos climáticos. “El propósito de este incentivo es impulsar el desarrollo del campo y promover la producción de alimento. Invitamos a los productores a que se acerquen al Banco para darles el apoyo financiero que requieran y contribuir así a garantizar la seguridad alimentaria de todos los colombianos", señaló el directivo.

Así se ​puede acceder al ICGR

​De acuerdo con el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, el ICGR estará focalizado a través de 359 municipios del país en departamentos como Bolívar, Antioquia, Caquetá, Casanare, Cauca, Huila, Chocó, La Guajira, Cundinamarca, Córdoba Cesar, Sucre, Norte de Santander, Meta, Nariño, Putumayo, Santander y Valle del Cauca.

Los campesinos, campesinas y productores que desarrollen este tipo de inversiones aplicables al incentivo podrán solicitarlo a partir del próximo 17 de marzo.

1- Si cuenta con una necesidad de inversión para mitigar excesos o déficit de agua en su actividad agropecuaria, debe ponerse en contacto con el Banco Agrario o cualquier entidad financiera de su preferencia para efectuar el trámite del crédito en condiciones Finagro.

2. Debe realizar las inversiones en un plazo menor a 180 días.

3. Finagro informará al banco, desde el desembolso del crédito, los proyectos inscritos al ICGR.

4. El banco deberá constatar la ejecución de las inversiones realizadas y reportará lo verificado a Finagro.

5. Finagro abonará el incentivo directamente a su deuda y les informará sobre la realización del abono, generando un nuevo plan de pagos para su crédito.

Gobierno comprará la sobreproducción de arroz a los pequeños y medianos productores del sector, anuncia el presidente Petro

Foto: Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural
“Toda la política pública de mi Gobierno es de ayuda agropecuaria para medianos y pequeños productores agroalimentarios y campesinos sin tierra. Se comprará directamente a pequeños y medianos arroceros la sobreproducción de arroz”.

Así lo anunció este miércoles el presidente Gustavo Petro Urrego a través de su cuenta de la red social X, con el fin de enfrentar la situación que se registra en el país por la movilización de los arroceros como consecuencia del precio del cereal.

Al respecto, el jefe de Estado anuncio que, además, de comprar la sobreproducción de arroz, el Gobierno también apoyará la asociatividad en el sector. “Buscaremos su organización cooperativa para instalar molinos de su propiedad. No se puede constitucionalmente ayudar a grandes molineros intermediarios, a menos que exporten sus excedentes”, escribió el mandatario.

Sobre el particular, la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, destacó que el Gobierno ha estado abierto al diálogo y que desde septiembre del 2024 se instaló una mesa de trabajo con todos los actores de la cadena arrocera para atender la situación del sector.

“A quienes hoy están en la movilización en el Tolima y el Huila los hemos recibido. Tuvimos una reunión con la mesa el 3 de febrero en la ciudad de Bogotá, liderada por la viceministra de Asuntos Agropecuarios. Hemos atendido de manera diferenciada la situación de los arroceros de Norte de Santander, en el Meta, Casanare, Tolima y Huila. Estuvimos el 6 de febrero en Casanare hablando con los productores que van a iniciar el ciclo de cosecha”, dijo la ministra.

Asimismo, indicó que la semana pasada se instaló el Consejo Nacional del Arroz y se definió una ruta de trabajo. Resaltó que en las mesas de técnicas han participado voceros de Fedearroz, Induarroz, Femoarroz, asociaciones de productores y delegados de Dignidad Arrocera.

“No los hemos desatendido (a los arroceros) y estaremos en la mesa hasta encontrar la ruta”, recalcó la ministra en medios de comunicación.

Mesa de diálogo con arroceros en Espinal

En la tarde de este miércoles, el ministerio de Agricultura, a través de su cuenta de la red social X, indicó: “Continuamos trabajando con los actores de la cadena arrocera para definir mecanismos que permitan movilizar inventarios y atender la situación actual del precio del arroz”.

Además, la cartera del agro colombiano manifestó que en Espinal (Tolima) hay diálogos entre delegados de Dignidad Arrocera y representantes de Induarroz con la viceministra de Asuntos Agropecuarios, Geidy Ortega, “sobre el precio de la carga y la necesidad de movilizar inventario, entre otros temas”.

En la mesa, en la que también participan delegados de los ministerios de Ambiente y del Interior, está el viceministro para el Diálogo Social, la Igualdad y los Derechos Humanos, Gabriel Rondón Olave, quien en su cuenta de X, escribió que “estamos buscando el consenso en temas que superen las problemáticas del gremio arrocero en toda la cadena”.

Rondón recalcó que en la mesa de diálogo que se adelanta en Espinal participan arroceros del Tolima, Meta, Huila, Casanare y Sucre, entre otros.

El hambre y las Áreas de Protección

Durante la reanudación de las sesiones de la COP16 sobre Biodiversidad, que se realiza en la ciudad de Roma, la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, enfatizó que en la lucha global contra el hambre es necesario trabajar en una producción de alimentos sostenible y justa y, además, resaltó que el sector agrario es clave para enfrentar la crisis climática.

“No podemos luchar contra el hambre si de manera decidida no hablamos de la producción de alimentos. Pero no podemos hablar de la producción de alimentos si no es sostenible, resiliente y justa", dijo la titular de la cartera del agro, quien acompaña a la presidenta de la COP16, la ministra de Ambiente, Susana Muhamad.

La afirmación de la ministra se genera en el marco de la discusión de los líderes globales de la COP16 obre cómo integrar la biodiversidad en sistemas agroalimentarios. De hecho, el debate se realiza en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Roma.

En ese contexto, Carvajalino resaltó que la agricultura es un motor clave para enfrentar la crisis climática y destacó que la solución radica en los sistemas agroalimentarios de la agricultura campesina, familiar, étnica y comunitaria, que son fundamentales para la sostenibilidad y el bienestar de los pueblos.

Para avanzar en ese sentido, la ministra presentó como ejemplo la figura de las Áreas de Protección para la Producción de Alimentos, iniciativa del Gobierno de Colombia para proteger los suelos que producen alimentos.

Áreas de Protección

“Colombia ha desarrollado un instrumento que me parece relevante exponer en este foro de la FAO y el convenio de la Biodiversidad, es el tema de las Áreas de Protección para la Producción de Alimentos. Esos suelos, donde hoy están nuestros sistemas agroalimentarios resilientes, justos y sostenibles, son un patrimonio de la humanidad", manifestó.

Al respecto, agregó que estos suelos deben constituirse en áreas de protección que le permitan al Estado orientar inversiones públicas para asegurar al campesinado allí produce, con el fin de aumentar esa producción de cara a la crisis climática y a la lucha contra el hambre.

Asimismo, recordó que durante el 2025, el Año de la Agricultura Campesina, Familiar, Étnica y Comunitaria, se impulsará desde Colombia una agenda internacional que aborde la seguridad y soberanía alimentaria, con el fin de fortalecer a las comunidades locales.

“El ambiente y la agricultura tienen un camino común que debe construirse para dar respuesta a la crisis climática", aseveró.

Por último, Carvajalino se reunió con los embajadores de los países de América Latina ante la FAO para presentar los objetivos y el trabajo preparatorio de la II Conferencia Internacional de Reforma Agraria y Desarrollo Rural del 2026, en la que Colombia será el anfitrión.

La Mesa de la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica COP16 acordó realizar las sesiones reanudadas para abordar los puntos de agenda que quedaron pendientes en noviembre de 2024, en la ciudad de Cali.

Posibles cambios en el Banco Agrario, TLC y organización social. Presidente Petro en Ubaté.

Un nuevo llamado a los campesinos de Colombia para que accedan al crédito asociativo que brinda el Gobierno nacional, a través del Banco Agrario, formuló el presidente Gustavo Petro al participar en el evento ‘Juntos por la transformación del campo’ que se realizó en Ubaté, Cundinamarca.

El jefe de Estado recordó el hecho de que la agricultura ha sido uno de los sectores más importantes en la reactivación económica. “Si crecimos 8,1 % el año pasado en diversos renglones agrícolas, es porque lo hicimos bien, entonces hay que recoger esas políticas públicas que se usaron el año pasado y mantenerlas este año, para no retroceder”, señaló el mandatario.

Pero para lograrlo, dijo el presidente Petro, es necesario el crédito asociativo entre vecinos, por regiones, porque explicó que hay proyectos que no pueden hacerse por individuos solos.

Puso el ejemplo de una pasteurizadora, a raíz de las denuncias de una de las campesinas asistentes quien se quejó de los costos de producción y el escaso margen de utilidad que deja el producto.

“Para poner una pasteurizadora se necesitan 18 mil millones de pesos. No es mucha plata para un Gobierno, para sí una persona sola. Pero en determinada región la pasteurizadora puede tener sentido si los campesinos y campesinas lecheras se juntan y se vuelven propietarios de la refrigeradora”, agregó.

Lo mismo puede ocurrir con otros sectores, como el papero, el lechero o de productos perecederos que requieren ser agroindustrializados “para que el campesinado tenga mejores ingresos y permanentes, y no lo estafe ningún vividor aprovechándose de que hay lluvia o sequía, o de que se acabó la cosecha, etc. Para ese trabajo de agroindustrialización se necesita dinero, y ese dinero está en el banco, pero si el Banco Agrario está entregando microcréditos al campesinado, no está haciendo nada, aquí se habla es del crédito asociativo”, afirmó el jefe de Estado.

El presidente incluso, llamó la atención al Banco Agrario por su poca eficacia ante el desarrollo rural y mencionó la posibilidad de algunos cambios de tal manera que el crédito llegue rápida y efectivamente al campesinado

Incluso, el mandatario habló de crédito asociativo para promover la exportación agroindustrial a países como China.

“Yo veo que ha cogido fuerza nuestra idea de asociación productiva. Entonces, si hay regiones paperas, regiones cebolleras, regiones donde la hoja de coca se pueda reemplazar por cosas mucho más importantes como cacao, café, etc., podremos empezar a pensar en la exportación de estos productos”, aseguró.

De hecho, explicó que, aunque el campesino colombiano siempre ha resistido solo a las circunstancias, necesita de la asociatividad para defenderse de competencias internacionales como los tratados de libre comercio, por ejemplo, el suscrito con los Estados Unidos, del que aseguró “no protege la producción nacional”.

Por otro lado, el presidente de la Agencia de Desarrollo Rural, Cesar Pachón, luego de escuchar a las alcaldías locales y a delegaciones campesinas orientó a su equipo de trabajo para atender todas y cada una de las inquietudes, propuestas y quejas presentadas en el evento.

Articulando; presidencia, entidad y organizaciones sociales se continúa con el proceso para fortalecer la reactivación del campo colombiano, en este caso el cundinamarqués en específico.

Entre los asistentes se encontraba la diputada Ivonnet Tapia quien escuchando atentamente los planteamientos presidenciales dialogó con campesinas y campesinos de las diferentes regiones cundinamarquesas presentes. Acompañamiento a las comunidades, seguimiento a los proyectos y control político hacia las entidades es la labor que viene adelantando la diputada cundinamarquesa.


Los brotes de influenza aviar.

Actividades de erradicación de brotes de influenza aviar
El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), en coordinación con los productores, la Federación Nacional de Avicultores (Fenavi), el Instituto Nacional de Salud y Ministerio de Ambiente, ha logrado controlar los recientes brotes de influenza aviar. El ICA anuncia que han sido erradicados los seis brotes de la enfermedad que se presentaron en el municipio de Remolino, Magdalena, y con el fin de levantar la cuarentena sanitaria en dicho territorio fue expedida la Resolución 0906 del 6 de febrero de 2025.

En este momento no hay brotes activos de influenza aviar en el país.

“Después de un arduo trabajo, levantamos la cuarentena en Remolino, Magdalena, donde se habían presentado los últimos brotes de influenza aviar a finales de 2024. Esto se suma a lo que ya habíamos logrado en Acandí, Chocó, con el levantamiento de la cuarentena sanitaria el pasado 20 de enero”, expresó Edilberto Brito, Subgerente de Protección Animal del ICA.

El ICA, ha estado trabajando conjuntamente con los productores y las comunidades para controlar y erradicar esta enfermedad y hoy con éxito el país ha logrado superar los 8 brotes presentados en el último trimestre del año 2024. Dentro de las acciones implementadas para la contención y erradicación de los brotes, el ICA instauró una cuarentena sanitaria en Remolino, Magdalena, con el objetivo de controlar la difusión del virus.

Dentro de las medidas sanitarias aplicadas se realizaron actividades de despoblamiento de aves, vigilancia epidemiológica activa y pasiva, limpieza y desinfección de las zonas afectadas, control a la movilización y prohibición de las concentraciones de aves.

Desde el ICA se resalta el trabajo articulado con las entidades del gobierno nacional del sector Salud y Ambiente. Gracias a este trabajo conjunto se ha logrado erradicar nuevamente la enfermedad y evitar que se presenten afectaciones al medio ambiente y casos en la población humana de las zonas afectadas.

Así mismo, la Federación Nacional de Avicultores envió un mensaje a la población "Queremos reiterar a todas las familias colombianas que el consumo de pollo y huevo es completamente seguro. El cumplimiento de las estrictas medidas de bioseguridad implementadas en granja, garantizan la producción de un alimento sano y de la más alta calidad. La erradicación de estos brotes de influenza aviar es una prueba del trabajo riguroso que realiza el ICA con el apoyo de Fenavi y el Fondo Nacional Avícola, para proteger la sanidad aviar y la seguridad alimentaria del país”, señaló el Presidente de Fenavi, Gonzalo Moreno.

Deshidratador solar evitaría pérdidas de plátano verde después de la cosecha

Los residuos de alimentos como el plátano verde ya no se perderían luego de la cosecha.
Foto: Archivo Unimedios
El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) estima que en Colombia se cultivan más de 400.000 hectáreas de plátano, de las cuales 280.600 se encuentran en la zona cafetera del país; y su volumen de producción es del orden de 1.8 millones de toneladas al año.

En ese sentido, la producción de plátano se convierte en una oportunidad para darle valor a la agricultura de zonas “olvidadas”, en la que el abandono estatal ha llevado a que estén incomunicadas de los centros urbanos, y que sea más difícil prosperar y que los campesinos tengan ganancias económicas.

Este es el caso del municipio de Galán (Santander), que cuenta con 3.031 habitantes, 1.000 en el área urbana y el resto en la ruralidad, donde el 81,7 % de la fuerza económica está sustentada por las actividades agrícolas y ganaderas. Tierras en las que destaca el cultivo de productos como el café, la yuca, el maíz y el plátano.

Además de las malas vías, la alta humedad del plátano verde (hasta un 80 %) dificulta su comercialización, pues reduce su vida útil antes de llegar a los mercados urbanos. Por esta razón, la investigadora Erika Tatiana Fajardo Ariza, magíster en Ciencia y Tecnología de Alimentos, de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), se interesó por poner a prueba un mecanismo llamada deshidratador solar, el cual se lleva usando desde hace cientos años para secar las frutas, verduras o incluso carnes, pero en el que se enfocó en medir la humedad del plátano cada 20 minutos -hasta llegar a una hora-, para reducir al máximo el contenido de agua en la fruta.

El deshidratador solar es una especie de casa en la que los alimentos se van secando
con el aire caliente, y poco a poco van reduciendo su humedad.
Foto: Erika Tatiana Fajardo Ariza, magíster en Ciencia y Tecnología de Alimentos
de la UNAL.
Esto es novedoso porque los deshidratadores en el país se usan principalmente para el café, excluyendo otros alimentos esenciales para la economía de regiones como Galán, donde los productores buscan impulsar el cultivo de plátano y otras frutas. Controlar la humedad es clave, ya que un alto contenido de agua favorece la proliferación de bacterias y hongos, acelerando la descomposición.

¿Cómo funciona? Imagine una casa con ventanas y techo de vidrio por las que entra el sol, en su interior hay bandejas con mallas donde se colocan los alimentos, como el plátano verde. El aire se calienta y los alimentos se van secando poco a poco, por lo que el porcentaje de agua dentro de la fruta comienza a reducirse, generando un ambiente más adecuado para que no haya riesgo de contaminación por algún microorganismo.

Rodajas de plátano puestas en el deshidratador.
Foto: Erika Tatiana Fajardo Ariza, magíster en Ciencia
y Tecnología de Alimentos de la UNAL
Al plátano verde lo pueden afectar hongos como Colletotrichum musae, causante de la antracnosis, una de las principales enfermedades poscosecha del banano e influye significativamente en la calidad de la fruta mercadeable.

“Para los ensayos iniciales se trabajó con 20 kilos de plátano verde y banano bocadillo, los cuales primero se cortaban y pelaban en rodajas de entre 3 y 5 milímetros, para luego ser puestos en las láminas, y cada 20 minutos eran pesados para ver cómo iba disminuyendo el agua en su interior, hasta el punto en el que no cambiaba este valor, allí se evidenciaba que estaba listo”, indica la investigadora.

Valor agregado para las comunidades

Posterior al secado de los productos se molieron y procesaron en un horno para crear harina plátano, que sirve como un reemplazo para la harina de trigo, lo cual ayudaría a aprovechar los residuos de la cosecha, en un proceso denominado economía circular, que como su nombre lo dice sigue un proceso en el que se vuelve a utilizar aquello que ya se había utilizado, en este caso el plátano, que después de la cosecha se pierde entre un 25 % y 30 % si no se usa en otra aplicación.

Los residuos de la cosecha fueron aprovechados para elaborar galletas y
darle valor agregado al producto.
“Se evaluaron distintas concentraciones de harina de plátano y trigo para elaborar galletas, y darle valor agregado a los residuos que quedan luego de las cosechas, y se evaluó el producto en un panel sensorial con 100 personas en la UNAL Sede Bogotá, encontrando la combinación perfecta para elaborar esta receta”, asegura la magíster de la UNAL.

Grupo de trabajo con el que se diseñó y construyó el deshidratador solar.
Foto: Erika Tatiana Fajardo Ariza, magíster en Ciencia y Tecnología de Alimentos de la UNAL
Por último, señala que la investigación fue producto de un trabajo conjunto con la Asociación de Apicultores de la Serranía de los Yariguíes, la Alcaldía de Galán (Santander), y el Instituto de Ciencias y Tecnología de Alimentos (ICTA) de la UNAL, por lo que se destaca el proceso de cocreación llevado a cabo, en donde la comunidad de este municipio ahora tiene una máquina de deshidratación solar que podría durar fácilmente más de 10 años, y ayudaría a disminuir las pérdidas y los costos para los productores de plátano, una fruta autóctona de esta región.

Quienes reciben apoyo económico.

La presidenta del Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario (Finagro), Alexandra Restrepo, reveló que la entidad colocó en el 2024 más de 2,2 billones de pesos en créditos asociativos, beneficiando a pequeños productores con tasas de interés preferencial, un sistema clave que ha contribuido al crecimiento del sector agropecuario y de la economía del país.

“El crédito asociativo es la gran apuesta del Gobierno. El presidente Gustavo Petro ha sido enfático en decir que en el uno a uno es complicado. Entonces se ha creado un esquema asociativo para que los pequeños productores se reúnan y puedan adquirir montos mucho más grandes ante la banca. Y esto les trae beneficios de economía de escala, mejor comercialización y tener asistencia técnica", explicó la presidenta de la entidad.

Además, cuando los pequeños productores se reúnen en asociaciones, cooperativas y economías solidarias pueden adquirir créditos con tasas de intereses preferenciales.

“Solo en 2024 hemos colocado 2,2 billones de pesos en el esquema asociativo, colaborativo o cooperativo. Eso es una cifra excelente. Hemos crecido de un año a otro el 55 % de nuestras colocaciones. Es el foco que el Gobierno le quiere dar", resaltó.

En ese contexto, Restrepo manifestó que el esquema asociativo hace parte del plan de trabajo para el fomento del sector agrario diseñado por el Gobierno del presidente Petro y que ha derivado en la colocación de 45,3 billones de pesos a través de las diferentes líneas de créditos, con el apoyo del Fondo Agropecuario de Garantías (FAG).

“Nunca antes un Gobierno le había inyectado tanto capital al sector agropecuario como este y adicional a esto, pues para nosotros es no solamente ser protagonista, sino poder tener un saldo de cartera tan importante: llegar a los 45,3 billones de pesos es algo histórico. Esto está representado en 1.190.000 créditos, que es una suma bastante importante", indicó.

La estrategia del crédito asociativo permitió que el año pasado se realizaran 831 operaciones de este tipo, incluso en regiones como El Catatumbo, donde la iniciativa ha impactado favorablemente a 2.000 productores pequeños.

“Es un gran esfuerzo que estamos haciendo allí. Hoy tenemos un saldo importante en cartera, y pues lo que queremos es seguir en ese marco y poder seguir democratizando ese crédito en esas regiones con más créditos asociativos", dijo la presidenta de Finagro, quien destacó que el plan ha llamado la atención de la banca privada.

“Lo que buscamos es llegar a más rincones de nuestra Colombia, poder lograr esa participación con la banca privada, con las cooperativas, con las financieras y esperamos muy pronto poder integrar como canal de distribución a nuestras Fintech", recalcó.

Bolsas de semilla de mango serían una alternativa a los plásticos tradicionales

Gracias a su alto contenido en compuestos aprovechables, el mango, rico en almidón y nutrientes, se
convierte en la base de biopelículas o “plásticos” biodegradables.
Foto: archivo Unimedios.
agenciadenoticias.unal.- En la investigación se utilizan residuos industriales de esta fruta para desarrollar biopelículas biodegradables que reemplazarían los empaques plásticos convencionales. “Estamos aprovechando las semillas de mango, que normalmente se desechan, para extraer almidón y fabricar un material similar al plástico pero que se degrada fácilmente”, explica la magíster.

El proceso comienza con la recolección de las semillas de mango provenientes de residuos industriales, como los generados durante la producción de pulpa. Estas semillas se lavan y pelan para extraer el cotiledón, o almendra interna, que contiene un alto porcentaje de almidón.

Las semillas de mango, previamente lavadas y peladas, se utilizan
para extraer almidón.
Fotos: Stephania Hurtado Páez, estudiante de la Maestría en
Ciencias - Física de la UNAL Sede Manizales.
Uno de los mayores desafíos es evitar el pardeamiento, es decir el oscurecimiento de la semilla, un fenómeno que afecta la calidad del almidón. Para ello, la investigadora Hurtado utiliza un agente limpiador a base de limón concentrado.

El almidón limpio se seca en un horno de convección a 40 °C durante 8 horas; luego se tamiza para eliminar impurezas y obtener un producto listo para fabricar las biopelículas, un paso crucial ya que determina la calidad del material final.

Las semillas se tratan en el laboratorio con limón concentrado en diferentes
cantidades para evitar el pardeamiento y preservar la calidad del almidón.
El siguiente paso es crear las biopelículas, un material con el que se busca una alternativa ecológica al plástico tradicional. Para mejorar las propiedades mecánicas del almidón –como resistencia y durabilidad–, la investigadora lo combina con gelatina. “El almidón de mango tiende a ser muy elástico, casi como un chicle, pero tiene poca fuerza, por lo que la gelatina ayuda a que el material sea más firme y menos estirable”, explica.

La mezcla se calienta hasta alcanzar el punto de gelatinización del almidón y luego se vierte en moldes de silicona. Para garantizar una textura homogénea se utiliza un sonicador, dispositivo que emite ondas de ultrasonido para eliminar burbujas y asegurar una distribución uniforme. Por último, las biopelículas se secan en un horno de convección durante 14 horas y se obtiene un material flexible y ligeramente elástico, con un acabado homogéneo.

El resultado son unas biopelículas que ofrecen una alternativa
biodegradable al plástico tradicional, con una textura flexible y
suave al tacto.
Foto: Natalia López Arboleda, Unimedios Manizales.
“El almidón de mango combinado con gelatina adquiere una textura similar a un plástico delgado, pero con la ventaja de que es biodegradable y suave al tacto, característica que permite que las biopelículas se adapten bien a distintas formas y aplicaciones, convirtiéndolas en una opción versátil para empaques; es impresionante ver cómo se deshacen en agua caliente, algo que no ocurre con los plásticos convencionales”, describe la investigadora Hurtado.

Aunque el trabajo está en una etapa inicial, los resultados prometen aplicaciones concretas, especialmente en la industria de empaques alimenticios. “Estamos explorando la posibilidad de utilizar estas biopelículas en empaques internos, como los que contienen porciones dosificadas dentro de un empaque principal”, señala la magíster. Este enfoque sería particularmente útil para productos como pulpas de fruta, que requieren envases individuales para su comercialización.

Stephania Hurtado Páez, estudiante de la Maestría en Ciencias - Física de
la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNAL Sede Manizales.
Foto: Natalia López Arboleda, Unimedios Manizales.
No obstante, antes de que estas biopelículas se puedan comercializar es necesario hacer pruebas adicionales para garantizar su compatibilidad con alimentos y su viabilidad en diferentes condiciones. “La investigación llega hasta un punto, pero hay que realizar estudios de compatibilidad y seguridad para su uso en productos de consumo”, agrega la magíster.

Implicaciones ambientales y sociales

El impacto potencial de este producto va más allá de reducir residuos plásticos, ya que también aborda el problema de los desechos agroindustriales, que a menudo se queman o se desechan de manera inadecuada generando emisiones de CO2 y otros problemas ambientales. “Con esta investigación buscamos cerrar el ciclo de los residuos de mango, transformándolos en un recurso valioso”, sostiene la magíster.

El estudio se adelanta en los laboratorios del campus La Nubia de
la  UNAL Sede Manizales.
Foto: Comunicaciones Manizales.
Además el proyecto impactaría positivamente a las comunidades rurales y agroindustriales, al ofrecerles nuevas oportunidades para el aprovechar loa desechos y generar materiales sostenibles. Este enfoque también está alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, particularmente en lo relacionado con la producción y el consumo responsables.

“Es emocionante pensar en el potencial que tienen estas biopelículas. Aún hay mucho por explorar, pero estoy segura de que estamos en el camino correcto para crear una alternativa viable y sostenible”, concluye la magíster Hurtado. Con investigaciones como esta, el futuro de los empaques sería mucho más verde y amigable con el planeta.


Agricultura jalonó la economía colombiana: creció 2,9% en octubre de 2024, reveló el DANE

La economía colombiana creció 2,9% en octubre de 2024 frente al mismo mes del año pasado, variación jalonada especialmente por el sector de la agricultura, reveló el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).

Aunque esta variación corresponde a la serie original del informe Índice de Seguimiento a la Economía (ISE), el DANE dice que en la serie ajustada por efecto estacional y calendario (fechas especiales) el décimo mes de este año tuvo un aumento de 3,13% respecto a similar periodo de 2023.

Ahora, al revisar la serie ajustada, octubre pasado creció 0,8% frente a septiembre de 2024, mientras que en el periodo enero-octubre del año que termina el crecimiento fue de 1,84% con relación a similar periodo del año pasado cuando el crecimiento fue de 0,44%.

El ISE mide la evolución, mes a mes, de la economía del país a partir de varios indicadores representativos de cada actividad. Tiene en cuenta la información original y la dinámica de estacionalidad (temporadas/calendario).

El ISE según activi​​dades

El ISE señala que las actividades primarias (Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca; y Explotación de minas y canteras) en octubre de 2024 crecieron, en su serie original, 4,4% respecto a octubre de 2023. Y en la serie ajustada la variación positiva fue de 4,7%. La diferencia entre septiembre y octubre de 2024 es de 1,5%.

Por su parte, las actividades secundarias (Industrias manufactureras; y Construcción) tuvieron en octubre de 2024 una variación positiva de 1,3% respecto a 2023, en su serie original. En su serie ajustada el crecimiento fue de 1,8%. Frente a septiembre de este año la variación fue de 0,9%.

Y las actividades terciarias (servicios públicos, actividades de mantenimiento, administración, etc.) crecieron 2,9% en octubre de 2024 respecto al mismo mes de 2023, en su serie original. La serie ajustada muestra un crecimiento de 2,8%.

Con relación a septiembre de este año, la variación fue positiva fue de 0,5%.

Magdalena presenta dos nuevos brotes de influenza aviar

Con estos ya son cuatro los brotes que se han presentado en el país durante el 2024, sumados a los dos reportados en el municipio de Acandí, Chocó, la semana anterior. Cabe resaltar que durante 2022 y 2023, el ICA atendió y erradicó 66 brotes en aves silvestres y de traspatio. A la fecha no hay granjas comerciales con resultados positivos a influenza aviar en ninguna zona del país.
“Como autoridad sanitaria hacemos un llamado urgente a los productores avícolas para que refuercen todas las medidas de bioseguridad para prevenir la presentación de otros casos de la enfermedad, que puedan afectar en gran manera sus aves. Desde el ICA estamos preparados para atender esta emergencia, pero todas las acciones de prevención y erradicación, dependen de las notificaciones a tiempo que han hechos nuestros productores”, expresó Paula Cepeda, gerente general (e) del ICA.
El ICA ya ha informado de estos nuevos brotes a las autoridades de salud y de ambiente para establecer, de manera articulada, todas las medidas necesarias para el control de esta importante enfermedad, activando las rutas adecuadas para el manejo de la emergencia.

El Instituto en conjunto con las demás entidades se encuentran adelantando todos los protocolos establecidos a nivel nacional para contener la enfermedad y evitar su propagación.

La autoridad sanitaria hace un llamado a las comunidades de la región para que notifiquen cualquier signo clínico sospechoso en sus aves, en la oficina del ICA más cercana, a través de la página www.ica.gov.co o al WhatsApp 3242380738, de manera tal que se pueda actuar con rapidez ante la posible presencia de la enfermedad.

A pesar de la detección de estos nuevos brotes, según lo establecido por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), el país no pierde su condición sanitaria de autodeclaración de libre de influenza aviar altamente patógena.

UNAL y Mintrabajo proponen modelo para proteger a trabajadores informales rurales del país

El 24 % de la población colombiana reside en áreas rurales y enfrenta desigualdades
para acceder a los servicios de salud.
Foto: archivo Unimedios.
En términos laborales, los hombres se accidentan más en actividades agrícolas, debido tanto al manejo de maquinaria pesada y herramientas cortantes como a la exposición prolongada a condiciones climáticas adversas. Talar árboles y recoger cultivos de alto riesgo, como la caña de azúcar, también aumenta la probabilidad de sufrir lesiones.

Por su parte las mujeres, especialmente aquellas involucradas en actividades agrícolas, están expuestas al contacto directo con productos químicos como los fungicidas, sustancias utilizadas para proteger cultivos que se asocian con problemas respiratorios, irritaciones cutáneas y enfermedades crónicas como el cáncer.

Pero eso no es todo. En actividades mineras como el barequeo (extracción manual de oro) las mujeres tienen contacto constante con el mercurio, utilizado para separar el oro de los sedimentos. Lo que preocupa es que este metal pesado se asocia con intoxicaciones que afectan el sistema nervioso y los riñones, y pueden generar daños irreversibles a la salud.

Así lo evidenció el diagnóstico epidemiológico adelantado por la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) que ha servido como base para que el Ministerio de Trabajo presente un modelo de protección de riesgos laborales para los trabajadores vulnerables del área rural del país.

Esta propuesta inicial busca garantizar su inclusión en un sistema integral de seguridad social –centrado en la prevención de enfermedades laborales y accidentes de trabajo–, y al mismo tiempo abordar las desigualdades en el acceso a servicios de salud en las zonas rurales de Colombia.

Los hombres se accidentan más en actividades agrícolas, pesqueras y mineras.
Foto: archivo Unimedios.
El 24 % de la población vive en zonas rurales, y a pesar de que estas comunidades son fundamentales para la producción agrícola, pesquera y minera del país, enfrentan altos índices de enfermedades laborales y accidentes de trabajo; además enfrentan desigualdades sociales, económicas, y de acceso a servicios básicos.

Uno de los pilares del modelo es el análisis del perfil epidemiológico de los trabajadores rurales en Colombia, realizado por investigadores de la UNAL con base en fuentes de información sobre enfermedad y accidentalidad laboral del país, las cuales revelan que en las áreas rurales la carga de enfermedades laborales y accidentes es desproporcionada frente a las áreas urbanas.

Además de las enfermedades laborales mencionadas, se encontraron dengue, malaria, chikunguña y leishmaniasis, las cuales son transmitidas por vectores que clasifican dentro de las afecciones comunes en la ruralidad, y cuya incidencia varía según factores climáticos y económicos.

La propuesta prioriza a las comunidades más vulnerables, incluyendo
aquellas en zonas de difícil acceso y en condiciones de pobreza.
Foto: archivo Unimedios.
La infección respiratoria aguda (IRA) y la tuberculosis afectan de manera importante a los residentes de áreas rurales de departamentos como La Guajira, Magdalena y Cesar. En 2019 la IRA registró una tasa de hasta 213,4 casos por cada 1.000 afiliados, mientras en la tuberculosis fue de hasta el 82,69 % de los casos por cada 100.000 afiliados.

También se encontró que la malaria y los accidentes ofídicos tienen una prevalencia significativa en la Amazonia y Orinoquia, mientras que las enfermedades crónicas no transmisibles, como hipertensión y diabetes, se concentran en la región Andina.

Según la profesora Oneys del Carmen de Arco Canoles, de la Facultad de Enfermería de la UNAL, “las enfermedades prevenibles tienen una carga altísima en las regiones rurales, especialmente aquellas asociadas con el trabajo agrícola y minero. Es urgente mejorar las estrategias de prevención y atención”.

Así sería el modelo de protección de riesgos laborales

La propuesta, presentada tras años de investigación interdisciplinaria, se fundamenta en principios de justicia social, sostenibilidad y enfoque diferencial. Uno de sus elementos esenciales es la implementación de un régimen subsidiado en riesgos laborales, que complementa el sistema contributivo existente y prioriza a las poblaciones más vulnerables, incluyendo trabajadores informales, mujeres rurales y comunidades étnicas.

La presentación del modelo se realizó simultáneamente en 10 ciudades.
Foto: Nicol Torres, Unimedios.
El modelo plantea tres dimensiones fundamentales. La primera es la cobertura poblacional, que busca incluir a trabajadores independientes, informales, y aquellos vinculados a actividades familiares y comunitarias. La segunda se centra en los servicios ofrecidos, con un enfoque en promoción de la salud, prevención de enfermedades y atención integral en casos de accidentes laborales. La tercera aborda la financiación, con la propuesta de incrementar en dos puntos porcentuales el recaudo del Fondo de Riesgos Laborales, destinados exclusivamente al régimen subsidiado.

La propuesta también incluye aprendizaje de modelos internacionales. Según un análisis realizado por el equipo de la UNAL, solo el 21,5 % de los países reportan cobertura explícita en riesgos laborales para trabajadores rurales; entre estos se destacan Brasil, China y Ecuador, que han implementado esquemas específicos adaptados a las particularidades de su población rural.

El profesor Jairo Ernesto Luna García, de la Facultad de Medicina de la UNAL, aclara que esta importante propuesta también es susceptible a desafíos como la alta tasa de informalidad laboral, que en las zonas rurales alcanza el 84 %, lo cual dificulta la inclusión de estas comunidades en sistemas de seguridad social tradicionales.

El profesor Jairo Ernesto Luna García, de la Facultad de
Medicina, presentó la propuesta del modelo.
Foto: Nicol Torres, Unimedios.
“En este contexto el desafío de la política pública radica en lograr que la población en situación de pobreza supere esta condición, además de garantizar que aquellos que se encuentran en la informalidad puedan superar esta situación y acceder a un trabajo digno y decente”.

Pese a estos retos, el modelo plantea aprovechar oportunidades esenciales, como el Plan Nacional de Salud Rural (PNSR) y las directrices de la Organización Internacional del Trabajo sobre transiciones sostenibles (socioecológicas). Así mismo, usar herramientas tecnológicas como auditorías basadas en inteligencia artificial, las cuales permitirían mejorar la calidad de los datos para una planificación más precisa.

“Aún en sus primeras fases de formulación esta propuesta es un paso hacia un sistema de seguridad social más inclusivo y justo, capaz de responder a las necesidades y los desafíos de la ruralidad del país”, concluyen los investigadores.

Reforma agraria y zootecnia, la unión que necesita el campo colombiano


En 2022 el 28,1 % de los hogares en Colombia presentó dificultades para
acceder a alimentos, situación que afectó a 15,5 millones de personas.
Foto YAIR SUAREZANADOLU AGENCYAnadolu via AFP
Agencia UNAL- Los expertos invitados a la charla “Reforma agraria, soberanía y seguridad alimentaria desde la Zootecnia”, realizada en la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) durante la Semana de la Zootecnia 2024, coincidieron en señalar que esta disciplina no solo impulsa la productividad y la calidad de la producción ganadera, sino que además contribuye a la consolidación de la seguridad alimentaria mediante el fortalecimiento de las economías rurales.

Para lograr una reforma agraria efectiva en el país es necesario que los pequeños y medianos productores tengan acceso a tierras y recursos productivos, de manera que puedan implementar prácticas zootécnicas avanzadas que optimicen sus sistemas productivos. Esta disciplina aporta herramientas como el manejo eficiente de pasturas, el control de enfermedades, el bienestar animal y el mejoramiento genético, las cuales permiten mejorar la calidad y cantidad de carne, leche y huevos, productos esenciales para la dieta de los colombianos y que representan una fuente asequible de proteínas y nutrientes.

Asistentes a la charla realizada en la UNAL.
Foto: María Fernanda Londoño, Unimedios.
En un país con altos índices de importación de alimentos básicos, la Zootecnia se presenta como una vía para reducir esta dependencia y fomentar la autosuficiencia alimentaria. La correcta distribución de tierras y el apoyo a los productores locales mediante políticas públicas permiten que los alimentos sean producidos de manera sostenible, beneficiando tanto a las comunidades rurales como a los consumidores.

Reforma agraria, TLC y soberanía alimentaria

Con respecto a la pregunta sobre cómo incentivar el desarrollo agropecuario en el país, la zootecnista de la UNAL Sandra Natalia Barinas Salcedo sostuvo que la forma es “garantizarles a los campesinos bienestar en sus territorios y una mejor calidad de vida, asegurándoles que sus productos sean comercializados a precios que compensen la dura labor que implica el trabajo en el campo”.

Por su parte, el abogado de la UNAL Luis Higuera Malaver, experto en territorio y conflicto, manifestó que “los campesinos, indígenas y pequeños productores han expresado la necesidad de una reforma agraria que les permita recuperar y acceder a tierras productivas, especialmente en regiones donde el conflicto armado y el desplazamiento han afectado históricamente la propiedad rural”.

Las Naciones Unidas estiman que para 2028 la población mundial que sufre
inseguridad alimentaria grave alcanzará los 956 millones de personas.
Foto: Nicol Torres, Unimedios
Para el experto, los tratados de libre comercio (TLC) afectaron gravemente el sector agropecuario, en especial al pequeño y mediano productor, pues “al concretar con otro país que se le comprará un producto pero con la condición de que se importe otro, los productores de ese alimento que se está trayendo a Colombia no tienen quién se lo compre porque el país ya trajo de otro lado una considerable cantidad; eso está generando que la comida que no se puede vender se dañe y se bote, al mismo tiempo que afecta la economía de determinados sectores”.

Aunque los TLC ofrecen acceso a alimentos más baratos que pueden beneficiar a los consumidores a corto plazo, una dependencia excesiva de importaciones y la falta de apoyo a los productores locales pueden poner en riesgo la seguridad alimentaria del país.

En ese sentido, la implementación de técnicas zootécnicas en un marco de reforma agraria fortalece la seguridad alimentaria en dos sentidos: asegura un suministro constante y asequible de alimentos de origen animal para la población, y mejora la calidad nutricional de estos productos.

Colombia firmó con la ONU 17 objetivos para combatir la inseguridad alimentaria
que se deben cumplir en 2030. Foto: archivo Unimedios.
Lo anterior es especialmente importante en un país con zonas rurales donde la disponibilidad de alimentos frescos y nutritivos es limitada. Al mejorar la calidad de la producción ganadera local se reduce la necesidad de importar favoreciendo una economía más autónoma y resiliente frente a las fluctuaciones de los precios internacionales.

Al respecto, la zootecnista de la UNAL Laura Cortés Urquijo afirmó que el país necesita profesionales con conciencia en esta área, que trabajen en pro del campesinado, los indígenas y la comunidad afro y no para las grandes industrias.

“Esta alianza es esencial para avanzar hacia una soberanía alimentaria real en la cual los alimentos no sean solo asequibles sino también el resultado de prácticas respetuosas con el medioambiente y las comunidades locales. Apostar por la Zootecnia en este proceso es apostar por un futuro más justo y autónomo en la producción alimentaria del país”, manifestó.

La charla “Reforma agraria, soberanía y seguridad alimentaria desde la Zootecnia” se realizó
en la UNAL durante la Semana de la Zootecnia 2024. Foto: Nicol Torres, Unimedios.
Cabe decir que la Zootecnia moderna no solo responde a una demanda social por prácticas éticas, sino que también tiene implicaciones en la calidad de los productos y en la sostenibilidad del sistema productivo. Animales en mejores condiciones tienden a ser más productivos y resistentes, lo cual refuerza la sostenibilidad del sistema alimentario.

La Zootecnia puede jugar un papel fundamental al fortalecer la producción local y mejorar la competitividad del sector agropecuario, pero esto requiere políticas que prioricen la sostenibilidad y la resiliencia del sistema alimentario colombiano. Un enfoque que combine la apertura comercial con el fortalecimiento de los productores locales contribuiría a una seguridad alimentaria más robusta, sostenible y equitativa para todos los colombianos.



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