El martes 19 de agosto, la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá tomó una decisión que marcó un nuevo capítulo en el proceso judicial contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez. El alto tribunal ordenó su libertad inmediata, amparando el derecho fundamental a la libertad y dejando sin efecto la orden de detención domiciliaria que fue impuesta el 1 de agosto por la jueza 44 de conocimiento de Bogotá, Sandra Heredia.
La resolución fue firmada por el magistrado Leonel Rogeles Moreno, que especificó que se debía “expedir la boleta de libertad a favor del tutelante”. De esta manera, el exmandatario Uribe Vélez quedó libre tras ser sentenciado en primera instancia a doce años de prisión por los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal.
El exministro de Minas y Energía Andrés Camacho fue uno de los primeros en pronunciarse a través de la red social X. En su publicación señaló: “La decisión del Tribunal Superior de Bogotá de ordenar la libertad de Álvaro Uribe NO significa que haya sido absuelto. Seguimos esperando el fallo de segunda instancia (sic)”. Para el ex alto funcionario, la determinación judicial representaba apenas un paso dentro de un proceso que debía seguir su curso hasta definirse en otras instancias.
Otra de las reacciones llegó por parte de Claudia López, actual alcaldesa de Bogotá y precandidata presidencial. La lideresa destacó que la apelación presentada por la defensa de Uribe, en cabeza de su abogado Jaime Granados, tendrá un desenlace en octubre, momento en el que se conocerá el resultado en segunda instancia.
En su publicación afirmó: “Igual estaba actuando con libertad e impunidad. Hasta Octubre se definirá su apelación y detención. Su aboganster Diego Cadena también fue condenado por manipular testigos a favor de Uribe. Ambos están en libertad que seguirán usando para amenazar, manipular y mantener impunidad”.
En el Congreso de la República también se alzaron voces críticas contra el fallo, como la representante a la Cámara por el Pacto Histórico María del Mar Pizarro, que destacó la importancia de no confundir la decisión judicial con un pronunciamiento sobre la inocencia del procesado.
Su mensaje fue directo: “Libre no es igual a inocente. Esperemos al fallo en segunda instancia y que el tiempo le de la razón a la justicia”. Con estas palabras, la congresista insistió en que el proceso contra Uribe debía continuar sin perder de vista la sentencia emitida en primera instancia.
Por su parte, el senador Iván Cepeda, una de las figuras más relevantes en el proceso judicial contra Uribe, también se refirió a la decisión del Tribunal. El legislador fue abordado por medios de comunicación y, aunque expresó su desacuerdo, recalcó su disposición a aceptar lo resuelto por el alto tribunal.
“Por supuesto, respetamos la decisión, más no la compartimos. Tenemos la plena certeza de que el condenado expresidente viene realizando numerosas acciones de presión a la justicia, campañas en contra nuestra y creemos que la medida que impuso la jueza Heredia era de alguna manera una medida para protegernos de ese tipo de acciones. Ahora vendrá la apelación, vendrán las acciones que nosotros probablemente desarrollaremos, pero con toda la calma y la serenidad decimos: ‘Respetamos esta decisión y procederemos desde nuestra perspectiva con relación a lo que consideremos es pertinente’”, declaró el senador.