Contrario a lo que muchos piensan,
el español Jesús Javier Sánchez, profesor de sociología, considera que el
crecimiento de la población mundial es la oportunidad para adquirir nuevos
conocimientos.
Agencia de Noticias UN - Cuando en el 2011 nació el denominado habitante 7.000
millones, muchos medios hicieron eco de la noticia, pero en sentido negativo:
más población, más contaminación y más consumo de recursos.
Sin embargo, este profesor de Sociología de la Universidad
Carlos III de Madrid advierte que los periodistas olvidaron que más población
significa más gente pensando y desarrollando técnicas para aprovechar nuevos
recursos. “La historia de la humanidad demuestra que los momentos de
crecimiento demográfico han sido los de desarrollo tecnológico”, afirma.
A su vez explica, por ejemplo, que algunos expertos
atribuyen el desarrollo de la agricultura al crecimiento demográfico, es decir,
que si no hubiera crecido la población y no se hubiera tenido que alimentar a
más gente, probablemente no se habría desarrollado la agricultura.
“Es cierto que el crecimiento demográfico trae problemas,
pero las personas traen soluciones, porque crean conocimiento de tecnología y
por lo tanto de desarrollo”, señala el español.
De manera categórica manifiesta que los recursos son cada
vez más abundantes: “Si medimos la escasez o la abundancia de estos, de acuerdo
con su precio, se observa que oro, petróleo, carbón, cobre y alimentos han
rebajado muchísimo en los últimos 100 a 150 años”.
Además recuerda cómo, a mediados del siglo XIX, los campos
de Texas se inundaban por emanaciones de petróleo. Los dueños de esas praderas
se quejaban porque este líquido negro dañaba los prados en los que pastaba el
ganado.
En esa época no se sabía que este crudo podría servir como
fuente de energía. “Gracias al desarrollo tecnológico, hemos sido capaces de
aprovechar algo que era perjudicial y hoy lo ponemos al servicio de la
humanidad como fuente de energía”, expresa el sociólogo.
Anteriormente se obtenía el petróleo de la superficie,
ahora, con la tecnología, podemos obtener petróleo del fondo de los mares.
Además, se buscan nuevas tecnologías para buscar otras fuentes, como el
hidrógeno, a través de la fusión. “Si llegáramos a controlar ese tipo de
energía, esta sería abundante y sin ningún tipo de contaminante, porque es
simplemente vapor de agua”.
El profesor Sánchez sostiene que no hay escasez de recursos,
sino de conocimiento. “Una simple tormenta genera más energía que la que
consume la humanidad; nuestro problema es que no sabemos cómo utilizarla, pues
no contamos con el desarrollo tecnológico”.
¿Cómo vamos a tener un mayor conocimiento que nos permita
hacer un uso cada vez mejor de los recursos naturales? Pues, simplemente, con
conocimiento, asegura.
Por eso recuerda cómo antes la comunicación se hacía con
hilos de cobre y hoy se hace con arena, es decir fibra óptica, cuya capacidad
es mucho mayor que la del metal.
Los recursos no se agotan, lo que hace falta es más
conocimiento y más gente para saber aprovecharlos, concluyó el académico, quien
estuvo en la U.N. ofreciendo algunas conferencias y cursos a los estudiantes de
sociología.