El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, visitóel resguardo indígena Kemberdé, en el municipio de Pueblo Rico, en el departamento de Risaralda, donde se registra un brote de paludismo.
"Hemos tenido la oportunidad de encontrarnos con el pueblo embera (..), y nos hemos comprometido a comenzar a instaurar desde ya lo que es la reforma a la salud. Aquí vamos a llegar con nuestros médicos, con nuestras enfermeras; vamos a llegar con la prevención, la promoción, la atención en salud", señaló.
Con el apoyo del Comité Internacional de la Cruz Roja en Colombia, el Ministerio llevó 4.000 pruebas rápidas para detectar la enfermedad y 198 kilos de medicamentos para tratar esta y otras afecciones.
En el resguardo permanece un equipo de profesionales de la salud, que llegaron a la zona este viernes para valorar a los pacientes y atender tempranamente los casos.
En total, las autoridades de salud esperan atender a 2.500 personas de los pueblos indígenas que habitan en zonas apartadas de este departamento, entre las que se encuentran Kemberdé, Chifa, Dokabú, Paridó, Mentuara, Marruecos, Lumadé, Bichukera, Bichubara, Guayabal y Sinaí.
"En conjunto con el Ministerio de Educación y Agricultura, y con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, vamos a lograr trabajar arduamente para que, en coordinación con las máximas autoridades de este territorio, podamos trabajar conjuntamente con la medicina tradicional y la medicina occidental", explicó.
Los desplazamientos de algunas de las personas que asisten este viernes a las consultas en Kemberdé tardan hasta cuatro horas para recibir esta atención médica en un centro de salud.
Esta es una de las razones por las que el Gobierno del Cambio le apuesta a la transformación del sistema de salud y a garantizar que esta sea un derecho y no un negocio.