El Jefe de Estado anunció que habrá un periodo de transición que no debe ir más allá del próximo primero de octubre, para poner en marcha nuevos mecanismos en la lucha contra los cultivos ilícitos, entre ellos intensificar la erradicación manual. Sostuvo que bajo ninguna circunstancia se bajará el combate al narcotráfico.
Andes.ANSUR - Desde hace años, Ecuador venía denunciado la
alta toxicidad del químico y desistió de seguir con una demanda en la Corte
Internacional de Justicia de La Haya contra su vecino gracias a un acuerdo
suscrito en 2013.
"Voy a pedirles a los funcionarios del gobierno que
hacen parte del Consejo Nacional de Estupefacientes (CNE) que en su próxima
reunión (del viernes 15) suspendan el uso del glifosato en la aspersiones
contra los cultivos ilícitos", dijo el mandatario durante una entrega de
equipos a bomberos en Bogotá.
Santos, que fue aplaudido al hacer el anuncio, dijo que tomó
la decisión tras la sugerencia en el mismo sentido que el Ministerio de Salud
hizo hace dos semanas a las autoridades antinarcóticos nacionales, luego de que
la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalara a ese pesticida como "probable"
cancerígeno.
"Las recomendaciones y los estudios que le llegaron al
Ministerio de Salud muestran claramente que sí existe ese riesgo", señaló
el presidente colombiano.
El CNE, conformado por varios ministros deberá, antes del 1
de octubre, definir una nueva hoja de ruta contra los cultivos ilícitos en
sustitución de la aspersión, apuntó Santos.
"Quiero ser muy claro: que esto no se interprete que
vamos a bajar la guardia en la lucha contra el narcotráfico", agregó.
Colombia, el mayor productor mundial de cocaína junto a
Perú, según la Organización de las Naciones Unidas, fumiga desde hace años
varias zonas del país con glifosato en el marco de un intenso programa de
erradicación de cultivos ilícitos de coca.
Entre 2000 y 2007, Colombia aplicó un fuerte programa de
erradicación de cultivos ilegales en la frontera con Ecuador, en el marco de un
millonario plan antidroga financiado por Estados Unidos, que fue denunciado por
Quito. Ecuador sostenía que el pesticida afectaba la salud de su población y sus
cultivos agrícolas.
Ante la demanda internacional presentada por Ecuador contra
Colombia por las fumigaciones, ambos países llegaron a un acuerdo en 2013 en el
cual se establecían compensaciones económicas para los afectados en la zona
limítrofe. Además, en el documento se estableció una franja de exclusión de 10
kilómetros contados desde la frontera, y se acordaron parámetros de altura,
velocidad, condiciones climáticas y horarios para las aspersiones con
glifosato, además de "ingredientes y concentración de la fórmula utilizada
en las fumigaciones".