Antes de tributar sus aguas a la ciénaga de la Virgen, el arroyo de Matute que nace en Turbaco y pasa por diferentes barrios de la ciudad, es límite del municipio y el Distrito en su orilla colindante con San José de los Campanos, barrio donde la Arquidiócesis de Cartagena tuvo su sede campestre de retiros espirituales.
Texto: Rafael Vergara - Fotos: Liliana Urrego. -
Desde hace años le habían arrendado esta propiedad al Distrito y era usada su edificación por la Institución Educativa Ambientalista como aulas y la zona verde como espacio de interacción de los educandos y maestros con la naturaleza.
Ofrecida en venta a la alcaldía, por desidia de la Administración que dejó perder una oportunidad favorable, fue adquirida por unos particulares que convertirán este sotobosque, relicto de vegetación endémica y frutales de buen tamaño y productividad, en galpones o complejo residencial.
Son 3 hectáreas de otra zona verde de las pocas que quedan y surge la pregunta por parte de los ciudadanos sensibles que nos negamos a aceptar pasivamente su deforestación, cómo, dónde y cuándo se reemplazan o compensarán?
Los niños de la Institución Ambientalista en su proyecto MENTES VERDES realizaron el censo de vegetación que de no hacer nada será exterminada:
“72 árboles de mango, 23 campanos, 12 camajones , 13 tamarindos, 8 corozos, 2 olivos, 58 robles,...
... 2 nísperos, 110 guaduas, 6 cocos, 6 guayacanes de bola, 15 guayabas, 15 cauchos, 2 marañones, 8 crotos,
9 corales, 10 palmeras, 12 limones, 1 hobo, 5 veraneras, 101 plátanos, 4 caimitos, 26 babazas, 30 tescas, 1 pomarosa, 2 totumos, 6 Guanábanas, 10 anones lisos, 4 torombolos, 4 jamines, 10 guarumos, 10 guásimos y 15 matarratones; sin tener en cuenta las plantas medicinales y ornamentales como uña de gato, anamú , chingamochila , balsamina ni a los animales que se quedaran sin hogar, incontables mariamulatas, ardillas, iguanas, canarios, aves diversas, torcazas y algunos perros y gatos”.
Al Alcalde Dionisio Vélez se le solicitó para la recompra del inmueble usar del crédito de los $250 mil millones una ínfima porción -$2.500 millones- y destinarlo al sistema educativo y ambiental, pero con inflexibilidad y contundencia dijo que no.
Duele y genera inconformidad que siendo él la primera autoridad no sienta obligación con la defensa de lo ecológico, ni se valore el sentimiento del alumnado de una institución ambientalista que, como nosotros, requieren que no nos lesionen la esperanza y se preserve este pulmón y el arroyo cuyas orillas deben y pueden aun ser protegidas.
Apelamos nuevamente a la sensibilidad del alcalde, a la del gobernador, a los ministerios de Educación y Ambiente, o la empresa estatal o privada para que, pensando en acciones que combatan el calentamiento global, adquieran este espacio verde e impidan un daño irreversible y evitable. Aún hay tiempo para preservar la vida.
Desde hace años le habían arrendado esta propiedad al Distrito y era usada su edificación por la Institución Educativa Ambientalista como aulas y la zona verde como espacio de interacción de los educandos y maestros con la naturaleza.
Ofrecida en venta a la alcaldía, por desidia de la Administración que dejó perder una oportunidad favorable, fue adquirida por unos particulares que convertirán este sotobosque, relicto de vegetación endémica y frutales de buen tamaño y productividad, en galpones o complejo residencial.
Son 3 hectáreas de otra zona verde de las pocas que quedan y surge la pregunta por parte de los ciudadanos sensibles que nos negamos a aceptar pasivamente su deforestación, cómo, dónde y cuándo se reemplazan o compensarán?
Los niños de la Institución Ambientalista en su proyecto MENTES VERDES realizaron el censo de vegetación que de no hacer nada será exterminada:
... 2 nísperos, 110 guaduas, 6 cocos, 6 guayacanes de bola, 15 guayabas, 15 cauchos, 2 marañones, 8 crotos,
9 corales, 10 palmeras, 12 limones, 1 hobo, 5 veraneras, 101 plátanos, 4 caimitos, 26 babazas, 30 tescas, 1 pomarosa, 2 totumos, 6 Guanábanas, 10 anones lisos, 4 torombolos, 4 jamines, 10 guarumos, 10 guásimos y 15 matarratones; sin tener en cuenta las plantas medicinales y ornamentales como uña de gato, anamú , chingamochila , balsamina ni a los animales que se quedaran sin hogar, incontables mariamulatas, ardillas, iguanas, canarios, aves diversas, torcazas y algunos perros y gatos”.
Al Alcalde Dionisio Vélez se le solicitó para la recompra del inmueble usar del crédito de los $250 mil millones una ínfima porción -$2.500 millones- y destinarlo al sistema educativo y ambiental, pero con inflexibilidad y contundencia dijo que no.
Duele y genera inconformidad que siendo él la primera autoridad no sienta obligación con la defensa de lo ecológico, ni se valore el sentimiento del alumnado de una institución ambientalista que, como nosotros, requieren que no nos lesionen la esperanza y se preserve este pulmón y el arroyo cuyas orillas deben y pueden aun ser protegidas.Apelamos nuevamente a la sensibilidad del alcalde, a la del gobernador, a los ministerios de Educación y Ambiente, o la empresa estatal o privada para que, pensando en acciones que combatan el calentamiento global, adquieran este espacio verde e impidan un daño irreversible y evitable. Aún hay tiempo para preservar la vida.
