La Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos, ante los hechos violentos ocurridos en las
últimas horas en Corinto, Cauca, que dejaron varios indígenas heridos, algunos
con arma de fuego, y también varios heridos de la fuerza pública, llama a la
calma y saluda la decisión de reanudar el diálogo entre autoridades del
Gobierno y autoridades indígenas Nasa, hoy sábado a las 9:00 a.m..
"Es importante
que se reúnan las partes a dialogar y que encuentren puntos en común para
solucionar de forma negociada las diferencias. Nos preocupan los hechos de
violencia", dijo Todd Howland, representante en Colombia del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
En los últimos días, en la zona, apareció un panfleto
firmado por “el comando conjunto: resistencia urbana anticomunista águilas
negras y limpieza social, rastrojos”, en el cual se amenaza de muerte a los
pueblos indígenas y a las autoridades indígenas del Norte del Cauca, y se hace
referencia concreta a la situación de Corinto. También en los últimos dos días,
la Oficina recibió denuncias no confirmadas sobre el uso de armas de fuego, al
parecer, por parte de civiles, en contra de los indígenas que ocupan predios en
Corinto.
La Oficina llama al sistema de justicia colombiano a
investigar las denuncias recibidas, según las cuales los civiles armados
habrían disparado sus armas de fuego en contra de los dos indígenas heridos.
También la Oficina urge al sistema de justicia a investigar, juzgar y sancionar
a los autores del panfleto amenazante y a quienes financian este tipo de
delitos.
La Oficina recogió información según la cual ayer habría
presencia de las FARC en la zona. En caso de que fuera verdad que integrantes
de las FARC estuvieron en el sitio de los hechos, la Oficina los insta a abandonar
el lugar, a respetar la autonomía de los pueblos indígenas y de sus procesos de
movilización, y a permitir el diálogo entre autoridades del Gobierno y pueblos
indígenas.
La Oficina de la ONU
para los Derechos Humanos destaca que uno de los retos del proceso de
construcción de la paz en Colombia es la resolución de los conflictos mediante
el diálogo con flexibilidad de todas las partes y donde el uso de la fuerza por
parte de la policía sea aplicado como último recurso y de manera proporcional.
Parte esencial de las condiciones para estos diálogos es que todos los actores
no estatales abandonen definitivamente el uso de la violencia.