La Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos recuerda la importancia de poner en práctica ideales de derechos humanos como la igualdad y la dignidad de todas las personas, sin distinción alguna por su raza, etnia, religión, ideología, idioma, orientación sexual, identidad de género, o cualquier otra condición.
Es importante recordar que desde hace 25 años hay consenso internacional en que la homosexualidad no es enfermedad. El 17 de mayo de 1990, la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud retiró la homosexualidad de la Clasificación Estadística de Enfermedades.
El debate suscitado en Colombia por el matrimonio y adopción por parte de parejas del mismo sexo convoca a desterrar prejuicios y creencias erróneas que violentan el derecho a vivir sin discriminación de lesbianas, gays, bisexuales, y personas trans e intersex (LGBTI).
Aunque el Estado colombiano ha dado pasos significativos en materia legal y jurisprudencial que amplían la protección y garantías para las personas LGBTI, aún persisten grandes retos para que el respeto hacia ellas y ellos sea una realidad cotidiana.
La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos llama al Gobierno a que fortalezca sus disposiciones legales y administrativas con ajuste a los estándares internacionales de derechos humanos.
Igualmente, invita a la sociedad colombiana a dialogar sin prejuicios sobre las personas LGBTI y sus demandas para vivir libres de toda discriminación; invoca también a no usar discursos que incitan al odio y que, desconociendo los avances científicos, sociales y jurídicos alcanzados por la humanidad, socavan el respeto por la dignidad humana.