Las pérdidas que ha dejado el
cierre de la vía al Llano contrastan con las ganancias que la carretera le ha
dejado a Sarmiento.
Libardo Espitia* |
Desde que se cerró la vía al Llano por los
continuos deslizamientos de tierra, cada día se pierden aproximadamente 18 mil millones de
pesos. En total, las pérdidas ya superan el billón y medio de pesos.
Desde 1994, la obra ha estado a cargo de la
Concesionaria Vial de los Andes (Coviandes), una sociedad de la Organización
Luis Carlos Sarmiento Angulo. A pesar de los constantes problemas en la vía, en
2015 el Gobierno Nacional suscribió un nuevo contrato de concesión con un
objeto distinto con la Concesionaria Vial Andina (Coviandina), también del
grupo de Sarmiento.
Las pérdidas por el cierre de la vía contrastan con
las cuantiosas sumas con las que se ha quedado el concesionario durante la
ejecución de los contratos. ¿Por qué la organización de Sarmiento ha ganado
tanto, mientras que los colombianos pierden cada día?
El
contrato con Coviandes
Luis Carlos Sarmiento, dueño de Coviandes Foto: Histórico de la Presidencia de la República |
En 1993, durante el gobierno de César Gaviria,
el Conpes 2654 autorizó
la construcción de la vía Bogotá-Villavicencio.
La licitación fue declarada desierta y por tanto el
Estado quedó autorizado por la ley para seleccionar al concesionario por
contratación directa, es decir, sin realizar una convocatoria pública.
¿Por qué la organización de Sarmiento ha ganado tanto,
mientras que los colombianos pierden cada día?
El 2 de agosto de 1994, el INVIAS seleccionó a
Coviandes y celebró con él el contrato de concesión 444 de 1994, por un plazo
de 16 años y un costo total de más de 79 mil millones de pesos.
En el contrato se pactó que a cambio de la
construcción de la vía, el concesionario recaudaría los ingresos de las
siguientes estaciones de peaje:
- El
Antojo
- Sector
El Antojo-Cáqueza
- Sector
Cáqueza-Villavicencio
El corredor vial tiene una longitud de 86 km y fue
dividido en tres tramos como se ve en la siguiente imagen.
Sin embargo, el contrato tuvo problemas desde el
comienzo. Cuando se firmó el contrato, el concesionario no contaba con los
diseños definitivos. Esa deficiente planeación provocó prórrogas, adiciones y
modificaciones que alteraron el objeto, plazo y valor del contrato, lo que
violó los principios de economía y responsabilidad del Estatuto de Contratación Pública.
En total, fueron 53 acuerdos modificatorios, que
además no contaron con sus respectivos estudios de conveniencia que sustentaran
por qué eran la mejor opción para el interés general. Esas modificaciones en
los valores y los plazos afectaron el equilibrio económico del contrato en
perjuicio de la Nación.
Prórrogas,
adiciones y modificaciones
En 2008, el Gobierno Nacional de entonces expidió
los documentos Conpes 3535 y 3563, mediante los cuales
emitió un concepto previo favorable para la prórroga o adición de los contratos
de concesión vial y férrea.
En dichos documentos se autorizó la ejecución de
obras en el corredor vial Bogotá-Villavicencio. El alcance de dichas obras fue
la “estabilización de puntos críticos y atención de emergencias” para 2009,
2010 y 2011 por 22.950 millones de pesos.
El gremio camionero ha sido uno de los más afectados con el cierre de la vía al Llano. Foto: Ministerio de Agricultura |
Sin embargo, los cálculos del INCO fallaron y la
necesidad de nuevas obras exigió adicionar y prorrogar el contrato de
concesión. El Conpes 3612 de
2009 —modificado por el 3633 de 2009—
emitió concepto favorable para hacerlo.