Análisis - Pedro Santana Rodríguez.- En marzo del año 2018 fue allanada la sede política de la entonces representante a la Cámara y aspirante al Senado de la República por el partido Conservador, Aida Merlano. La policía que practicó el allanamiento dijo haber encontrado dinero en efectivo, bases de datos y planillas así como un aplicativo que tendría como función el comprobar que efectivamente los votos comprados se depositaran a favor de la candidata. Al mismo tiempo se encontraron unas armas de fuego que desde el comienzo Merlano rechazó que fueran de su propiedad y que señaló como elementos “sembrados” allí para implicarla. En septiembre de 2019 la sala de instrucción de primera instancia de la Corte Suprema de Justicia condenó a Merlano a 15 años por corrupción al elector, porte ilegal de armas y concierto para delinquir. Esta sentencia es de primera instancia y podrá ser apelada ante la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia.
Quince
días después Merlano Rebolledo protagonizó una fuga espectacular
desde un consultorio odontológico descolgándose por una cuerda y
huyendo de la guardia del Instituto Penitenciario y Carcelario,
INPEC, que la custodiaba. El plan de fuga contó con la participación
de funcionarios del INPEC que están siendo investigados toda vez que
se comprobó que las medidas de seguridad fueron flexibilizadas días
antes de la fuga. Según dos recientes comparecencias públicas una
ante la Justicia Venezolana que la acusa de entrada ilegal al país y
de porte de documentos falsificados y una entrevista a la revista
Semana, Merlano ha señalado que la fuga fue organizada por dos de
los clanes electorales más poderosos de la región Caribe, el Clan
de la familia Char y el clan de la familia Gerlein que dominan desde
hace muchos años la política local en el departamento del Atlántico
y en la ciudad de Barranquilla.
Aida Merlano -
Foto: Youtube
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Recapturada
en el estado de Maracaibo y conducida a Caracas, Merlano desde
entonces ha prendido el ventilador. Dice que una vez concretada la
fuga sus cómplices prácticamente la retuvieron en contra de su
voluntad y que en estas condiciones decidió escapar pues lo que
querían era asesinarla. Y aquí comienzan los señalamientos más
graves, dice que el presidente Duque estaba al tanto su fuga y que
justo cuando escapa el presidente aumentó a 200 millones de pesos la
recompensa por información que condujera a su captura, también
señala que Duque estaba al tanto de la compra de votos para su
elección en la segunda vuelta presidencial en junio de 2018 y que
con este propósito se habría reunido con los Gerlein y los Char en
Barranquilla. Admite que en su campaña se compraron votos como
también señala que lo hicieron en la campaña de Cambio Radical y
que los verdaderos cerebros de su campaña fueron los Char y los
Gerlein que llegaron a un acuerdo para apoyarla a ella como candidata
del partido Conservador al senado de la República y a Lilibeth
Llinas por el partido Cambio Radical a la Cámara de Representantes.
Denuncia
así mismo la corrupción en la Alcaldía de Barranquilla ocupada
hasta el pasado 31 de diciembre por Alex Char. Todos los contratos
pagaban un porcentaje para las campañas políticas no solo de los
Char sino para las campañas presidenciales y en este contexto dice
que Germán Vargas Lleras habría sido el responsable de repartir
entre los caciques electorales en el año 2014, 15 mil millones de
pesos para la reelección del presidente Juan Manuel Santos. Estos
dineros provendrían de los clanes de los Char y los Gerlein y de la
corrupta firma brasilera Odebrecht. Sobre esa repartija ya se había
referido en noviembre de 2017 el senador del Partido de la U, Armando
Benedetti quien además de Vargas Lleras implicó al entonces fiscal
general, Néstor Humberto Martínez. A pesar de esas denuncias nada
ha pasado. Obvio porque el Fiscal Martínez no se iba a investigar
así mismo ni tampoco a su jefe político Vargas Lleras.
Merlano
afirma cosas que el país sabe de sobra. Que detrás de Néstor
Humberto Martínez estaba Germán Vargas Lleras. Que una vez decide
colaborar con la fiscalía en el proceso que se abre contra los otros
implicados, el Clan de los Char y los Gerlein, se enteran y la
costriñen para que no declare, sería ese temor el que activa el
plan de fuga. Mucho dinero se repartió para ese plan ella dice que
cerca de 1700 millones de pesos. Denuncia actos puntuales de
corrupción para entregar licitaciones de obras públicas como el
aeropuerto de Barranquilla o el contrato de Navelena, intervención
para la navegabilidad del rio Magdalena, en el que estarían el grupo
de Luis Carlos Sarmiento y Valorcon de Julio Gerlein. En esa trama de
corrupción que compromete a Sarmiento Ángulo, al clan de los Char a
través de sus negocios y del Clan Gerlein a través de Valorcon.
Dice tener pruebas concretas de esa trama de corrupción en la
contratación y en la política del Atlántico y de la Costa Caribe.
Califica estos clanes como criminales.
Muchas
cosas que dice Aida Merlano han sido documentadas por investigaciones
académicas desde hace ya muchos años. El modelo político del
Atlántico es sencillo y perverso. Durante más de cuarenta años la
casa Gerlein hizo elegir a Robeto Gerlein Echeverria como senador de
la República por el partido Conservador, su hermano Julio Gerlein
era quien manejaba los negocios para lo cual conformó una empresa de
construcción que contrataba con el Estado, Valorcon. Las gestiones
para la adjudicación de contratos en el orden municipal,
departamental y nacional las hacía el senador Roberto Gerlein a
favor de Valorcon y a cambio su hermano era quien organizaba la
compra de votos que Gerlein en varias entrevistas periodistas
reconocía como algo natural en la Costa caribe y en otras regiones
del país y de las cuales por decenas de años se benefició.
Con el
poder político adquirido penetraron y dominaron y aún lo hacen los
aparatos de la justicia y los organismos de control como la fiscalía
General de la Nación o la Procuraduría General, de esta manera
garantizaban y garantizan aún la impunidad para sus actos de
corrupción. Nada se investiga. Esto llega al colmo bajo la fiscalía
de Néstor Humberto Martínez militante y dirigente activo de Cambio
Radical que es el partido del Clan de los Char. Por eso dice Merlano
que más se tardó ella en contactar a la fiscalía para colaborar en
las investigaciones en contra de Arturo Char y Julio Gerlein, que
ellos en saberlo.
Lo que
describe en muchos aspectos es creíble pues ella no solo fue la
amante de Julio Gerlein sino que fue una mochilera como se le dice a
quienes como activistas reclutan a líderes sociales en los barrios
de Barranquilla y de las otras ciudades de la Costa Caribe para la
compra de los Votos. Fueron más de 20 años que convivió con los
poderes locales y se benefició de ellos. Tiene porque saber su
funcionamiento pues estuvo en sus entrañas. Ahora ha decidido hablar
pero la suerte de lo que está contando es incierta pues el
ordenamiento institucional de la Justicia favorece la impunidad. El
reciente nombrado fiscal General, Francisco Barbosa, es un íntimo
amigo del presidente Iván Duque que lo ternó, ¿qué interés
tendría en investigar la compra de votos, los pagos ilegales y la
corrupción que dice Merlano que se presentó en la segunda vuelta
presidencial que condujo a la elección de Iván Duque a la
presidencia de la República?
Mientras
los organismos de control e investigación estén nominados y
nombrados por el poder sean los alcaldes y concejos municipales que
eligen a los personeros y contralores o el presidente que terna los
candidatos a fiscal General que los elige la Corte Suprema de
Justicia, poco podremos esperar de la independencia de estos
funcionarios y de estos organismos. Es clarísimo que el nombramiento
de Néstor Humberto Martínez fue propiciado para encubrir la
corrupción de Odebrecht y el entramado de corrupción en el
financiamiento de las campañas presidenciales del Uribismo que en el
año 2014 presentó como candidato a Oscar Iván Zuluaga. Odebrecht
financió al publicista Duda Mendoza quien oriento la campaña
publicitaria de Zuluaga y un grupo de empresarios del Valle del Cauca
sirvieron de intermediarios para hacer llegar los miles de millones
de pesos a la campaña de Santos, eso se sabe, pero nadie investiga.
La justicia requiere una profunda reforma para que sea realmente
independiente pero esa reforma no será presentada por los personeros
del régimen que nos domina.
Tendrá
que presentarse una verdadera revolución ciudadana para que los
organismos de control e investigación del Estado estén en manos
probas y para que los organismos de la Justicia sean realmente
independientes. Esas reformas solo podrán hacerse si electoralmente
se derrota al régimen.
Bogotá
20 de febrero de 2020.
https://www.alainet.org/es/articulo/204856