Por: Jesús Bernal. - Ochos años en preproducción con un equipo de 23 técnicos y más de 200 actores naturales, fueron necesarios para contar la primera cinta grabada en el Putumayo del director Sandro Meneses Potosí.
Durante una hora 41 minutos los espectadores asistirán a una historia nunca contada, que narra la lucha por el acceso y protección del agua y la muerte de los nativos de una aldea, llevados al exterminio por el poder de las tierras con oro y esmeraldas. Zumak, el protagonista, recibe la bendición del chamán y es escogido para defender la raza, la selva y evitar la aniquilación total de los aborígenes y nativos.
La cinta revela imágenes de los municipios de Orito y Puerto Asís en el bajo Putumayo y una particularidad tiene que ver con el uso del lenguaje que fue inventado para el filme.
Chamán el Último Guerrero, es una historia real y mágica, donde se libra una gran lucha por el poder, por la defensa del territorio, por la vida y por preservar lo que queda de la selva. Donde un hijo de la Tierra, hace increíbles esfuerzos para defenderla del demonio de la destrucción quien pondrá fin a la paz que reina en su fantástico mundo.