Expertos del organismo
adscrito a la rama judicial intentan esclarecer las circunstancias en que
resultaron asesinados 378 representantes de comunidades aborígenes y descubrir
a sus autores, añadió la emisora de alcance nacional.
PL.- ANSUR- La
Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) condenó los hechos violentos
contra los integrantes de esos grupos nativos, que revelan una tendencia
ascendente.
En lo que va de 2015
fueron ultimados 29 miembros de tales agrupaciones, mientras el año previo
lamentamos el asesinato de 12, declaró el consejero mayor de la ONIC, Luis
Fernando Arias.
Paralelamente la
Fiscalía impulsa indagaciones en torno a 49 actos criminales perpetrados contra
campesinos reclamantes de tierras que consideran suyas, tres de ellos
acontecidos en 2015.
Según la organización
no gubernamental Forjando Futuros, la mayoría de esos episodios ocurrieron en
regiones como Urabá (Antioquia), El Catatumbo (Norte de Santander), y la zona
conocida como Magdalena Medio.
Se trata de escenarios
donde los labriegos sufrieron el despojo de sus terrenos, promovido por poderes
económicos vinculados a bandas delincuenciales, explicó ese colectivo.
Indígenas colombianos protagonizan también protestas
para recuperar propiedades que pertenecieron a sus ancestros y son utilizadas
en la actualidad por empresas cañeras, principalmente.
Una de las más
recientes movilizaciones ocurrió en el departamento de Valle del Cauca, donde
decidieron ocupar los espacios demandados y desafiar a la fuerza pública.
Colombia clasifica
entre los países más violentos por sus elevadas tasas de homicidios.