ICFJ.ORG- Ana Luisa González.- Esta entrega
destaca el trabajo de organizaciones que luchan contra la desinformación.
Los esfuerzos
por frenar la circulación de noticias falsas han crecido sin parar desde 2016.
Ese año, durante las conversaciones previas al acuerdo de paz entre el gobierno
y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Consejo de Redacción (CdR), una asociación que promueve
el periodismo de investigación en Colombia, lanzó la primera organización de
fact-checking del país, centrada en la verificación del discurso público.
Modelado a
partir de Chequeado de Argentina, Colombiacheck,
inicialmente financiada por Open Society Foundations, comenzó una difícil
batalla contra la difusión de noticias falsas en las redes sociales antes del
referéndum sobre los acuerdos de paz.
En el 2016,
los colombianos votaron en contra del acuerdo con los rebeldes de las FARC por
un margen de menos de un 1%. Luego de ese asombroso resultado, un prominente funcionario admitió haber engañado
deliberadamente a la población antes de la votación con "mensajes
tergiversados" en las redes.
Ese fue un
punto de partida para Colombiacheck, que comenzó a buscar estrategias para
reducir la proliferación de noticias falsas. "Al igual que los académicos,
creemos que los resultados del referéndum se debieron a la gran cantidad de
desinformación", dice Dora Montero, periodista de investigación y
cofundadora de Colombiacheck. "El referéndum fue la primera alerta para
que buscáramos una visión global sobre la desinformación y creáramos una
estrategia, en la que todavía estamos trabajando".
Después de
esta primera fase, Colombiacheck trabajó verificando el discurso público
durante la campaña electoral presidencial y ahora se ocupará de las elecciones
regionales. Esperan crear más alertas cuando se comparten noticias falsas e
informar a los ciudadanos sobre cómo reconocer información falsa o engañosa en
las redes sociales. También esperan desarrollar investigaciones en profundidad.
Desde su
creación, Colombiacheck estableció una sólida metodología, similar a la
de Chequeado, pero ha adoptado ciertos detalles
más acordes a su contexto. Como parte de la Red Internacional de Fact-Checking (IFCN), están certificados y se
adscriben a sus principios.
El equipo,
formado por cinco periodistas y un pasante, cuenta con un sólido método de
análisis de datos. La editora de datos Miriam Forero dice que
"Colombiacheck ha identificado que el componente de análisis de datos es
ideal para aplicar a la metodología de verificación, ya que otorga precisión".
Ampliando su
alcance
CdR, que
cuenta con más de 120 periodistas asociados en todo el país, ofrece
capacitación sobre metodología de verificación de datos e información. El año
pasado realizaron tres talleres en todo el país para medios locales y
ofrecerán tres talleres más este año.
Como
Colombiacheck es parte de la red, constantemente toman cursos para mejorar
y aprender más sobre análisis de datos y nuevas herramientas tecnológicas. Una
de ellas es Twitter Check, una herramienta de búsqueda en bases de
datos que les permite rastrear tendencias.
A pesar de sus
esfuerzos, Colombiacheck no asumirá la responsabilidad de poner fin a las
noticias falsas porque es difícil detener la desinformación. Montero dice:
"Si una noticia falsa se extiende 10.000 veces en las redes sociales en
solo una hora, al publicar los chequeos no llegamos ni a la tercera parte de la
audiencia que ya ha alcanzado".
Este año
Colombiacheck colaboró con otros medios como El Colombiano, La Patria, Semana y Pulzo, con el fin de volver a publicar sus
chequeos y acceder a un público más amplio. Además, el sitio
brinda capacitación en fact-checking a redacciones.
Hoy Colombiacheck
está financiado por el National Endowment for Democracy, Deutsche Welle Akademie y Facebook, que recientemente
desempeñó un papel importante en la lucha contra las noticias falsas. La
plataforma está trabajando con verificadores certificados para comprobar la
veracidad de la información que circula dentro de la red.
Colombiacheck
es una de las 24 organizaciones de fact-checking que trabaja con Facebook. “A
través de este acuerdo los ayudamos a verificar la información que se publica
allí", cuenta Montero. "Así Facebook puede denunciar a quienes están
publicando noticias falsas y bloquearlos".
Con el objeto
de llegar a audiencias más grandes, también están recibiendo consultas de parte
de los lectores.
"Nuestros lectores sugieren temas y
piden que chequeemos información que vieron en otros medios", dice Forero. Después de evaluar la
solicitud, pueden investigar las consultas de sus lectores y publicar los
chequeos en su sitio web. Ahora el reto es adoptar nuevos formatos, como la
búsqueda automatizada para verificar declaraciones de manera instantánea, y
también ser más eficaces comunicando su trabajo.
"Necesitamos
aventurarnos en formatos nuevos e innovadores y utilizar los mismos canales que
se utilizan para difundir noticias falsas con un lenguaje claro y
convincente", dice Forero.
Pero el
desafío no es solo de Colombiacheck. La difusión de desinformación en las redes
sociales ha planteado nuevos retos a los medios de comunicación tradicionales.
De acuerdo con
Montero, tener fact-checkers en el staff de un periódico –incluso un periódico
de primera línea– no es habitual. A excepción de La Silla Vacía, un sitio que
desacredita noticias falsas vía WhatsApp, hay muy pocos equipos editoriales que
incluyen prácticas de verificación.
"Los
medios no tienen el entrenamiento o el conocimiento para aplicar la metodología
del fact-checking", dice.
Colombiacheck
abrió un nuevo capítulo para abonar a la veracidad del discurso público en el
país. "Cuando comenzamos, publicábamos chequeos constantemente pero las
noticias falsas eran imparables", cuenta Montero. "Ahora la capacidad
de suspender a los medios por publicar o compartir noticias falsas creará un
nuevo tipo de control".
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licencia Creative Commons en Unsplash, vía Arthur Osipyan.