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Andrés París. Negociador de las FARC. |
ULAN. - PL.- Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) desean hoy que los presidentes de Ecuador y Venezuela, estén entre los invitados de honor en la firma de un acuerdo de paz con el gobierno de Juan Manuel Santos.
Queremos entregarles a Rafael Correa, a Nicolás Maduro, y a todos los presidentes que protagonizan los cambios democráticos en América Latina las noticias que hemos llegado a un acuerdo del fin del conflicto, dijo a la agencia Andes el negociador de paz Andrés París.
Venezuela y Chile actúan como acompañantes, mientras que Cuba y Noruega son garantes en las conversaciones emprendidas en noviembre de 2012 para poner fin a una guerra que comenzó hace medio siglo en ese país.
El respaldo al dialogo de Correa, quien considera el proceso de paz como la mejor noticia para Latinoamérica en la última década, es un aporte importante para que éste se mantenga, afirmó París.
Sin embargo sostuvo que “la lucha armada en Colombia seguirá vigente mientras la clase dirigente siga usando la violencia como el recurso principal de gobierno”.
Según los negociadores, el proceso de paz con las FARC quedará suspendido si el gobierno colombiano se niega a conformar una comisión que investigue el origen del conflicto y pretenda montar un “tribunal de Núremberg” para juzgar a la guerrilla.
“Están preparando su base mediática para mostrarnos en el punto de víctimas como los responsables de 600 mil o 700 mil colombianos muertos y desparecidos a lo largo de esta guerra desde 1948″, agregó.
A propósito de ello, aclaró que las FARC surgieron más tarde, en 1964, “como respuesta a la violencia estatal” expresada en un ataque militar contra una colonia de campesinos comunistas alzados en armas en el poblado de Marquetalia (centro).
Por ello, señaló, es necesario que aflore la verdad sobre preguntas como “quién inicio el conflicto y quién tiene la mayor responsabilidad”.
Las FARC propusieron dicho comité en agosto de 2013 aduciendo que es un paso clave para abordar el quinto punto de la agenda, sobre las víctimas, que estiman “definitorio”.
Asimismo, descartaron firmar un acuerdo de paz que implique la prisión para sus comandantes, condenados en ausencia.
Las partes aún discuten el tercer punto, de un total de seis, relativo a la solución del problema de las drogas ilícitas, tras lograr consensos parciales en los de desarrollo rural y participación política.
También deberán llegar a acuerdos sobre el fin de la confrontación armada, los derechos de las víctimas y los mecanismos de implementación, verificación y refrendación de un Acuerdo final.