Un gato o un perro no es un juguete, sino un amigo
peludo que pueden hacernos a niños y adultos muy
felices, incluso que vivamos más años, pero que depende
de nosotros para sus cuidados, salud y
bienestar físico y emocional. Y ¡ojo!, abandonar un animal no solo
es cruel y una irresponsabilidad, además está penado por ley.
Este mensaje se hace antes de que a los pies del
árbol de Navidad aparezca ese "regalo" que el niño ha pedido de forma
incansable a Melchor, Gaspar o Baltasar, por ejemplo, en el caso de los
pequeños. Todo ello lo comentamos a continuación y explicamos
la responsabilidad de tener una mascota en casa y las claves que hay considerar
antes de adoptar (no regalar) una por Navidad.
En 2017 se abandonaron miles de canes y felinos.
Una cifra triste que, con pequeños altibajos, se repetirá este 2018, y que aumenta
la tasa de abandono de animales de compañía. Muchos de ellos, entre el
30 % y un 40 %, dicen las protectoras, acaban en la calle tras haber sido el
"mejor regalo" de los Reyes Magos.
Carmen Ramírez, de la asociación Protección
Felina, es tajante: tener un animal es una responsabilidad porque requiere un
cuidado, un control de sus vacunas, un gasto para su alimentación saludable y
su salud y un tiempo que hay que dedicar a nuestro amigo peludo con gusto. Un
sinfín de obligaciones que hay que tener en cuenta antes de
que en casa entre un gato o un perro, o cualquier otra mascota.
"Los animales son seres vivos, y no
un perfume que se puede regalar y devolver si no gusta", señala
Ramírez. Adoptar una mascota además, recuerda, "implica una
responsabilidad de por vida".
Vivir con un can o un minino significa
comprometerse durante unos 15 años e incluso más de 20 años, en caso de los
felinos. A lo largo de esos años hay que alimentarle de forma saludable, llevarle
al veterinario, jugar y pasar tiempo con él y asegurarse de que tiene una
calidad de vida lo mejor posible. Una responsabilidad que ningún niño sabe
calcular, y que cuesta dinero, en algunos casos alrededor de dos millones ($2’000.000=)
al año.
¿Qué dice la ley en Europa?
En febrero de 2018, además, entró en vigor el convenio europeo sobre protección
de animales de compañía, de obligado cumplimiento, que en Europa ya se
aplicaba desde los años 80. Entre otros asuntos, prohíbe
regalar animales de compañía como premio o a menores de 16 años,
sin el consentimiento de sus padres, así como obsequiar con un can o minino a
modo de premio, recompensa o gratificación. Con este convenio España se
incorpora al grupo de países que, como Alemania, Francia, Suiza, Austria y
Portugal, entre otros, consideran a los animales "seres
sintientes" y no meros objetos. Por tanto, ¿qué sentido
tiene que los compremos y regalemos como si fueran un perfume o una silla?
En
Colombia
Muchas
personas desconocen que existe en la legislación colombiana la Ley 1774 de 2016
la cual reconoce a los animales como “seres sintientes y sujetos de especial
protección”. Esta ley contempla la cárcel de hasta tres (3) años y multas de
hasta sesenta (60) salarios mínimos para quien atente contra los animales.
Mínimos de
bienestar animal
La nueva ley
introduce en el país los principios compartidos por todas las legislaciones de
protección animal en el mundo, más conocidos como ‘las cinco libertades’. Se trata
de mínimos vitales que toda persona debe garantizar a su mascota:
1. Estar LIBRES DE SED Y HAMBRE,
tener acceso a agua fresca y a una dieta saludable y vigorosa.
2. Estar LIBRES
DE INCOMODIDAD, proporcionando un entorno adecuado que incluya un
techo y un área cómoda de descanso.
3. Estar LIBRES
DE DOLOR, lesiones y enfermedad, por la prevención o diagnóstico
rápido y tratamiento.
5. Tener
la LIBERTAD DE EXPRESAR su comportamiento natural.
¿Qué sucede cuando alguien
abandona un animal?
La adopción de un can o felino debe ser
responsable. Cuando alguien se hace cargo de un animal de compañía tiene que
saber que asume una responsabilidad económica, moral y también penal.
Porque si no se cuida bien, si es abandonado y su vida, por tanto, corre
peligro, se considera un delito.
8 claves antes de adoptar (no regalar) una mascota en Navidad
1. Hay
que asegurarse de que hay consenso familiar: todos los
miembros deben estar dispuestos a cuidar, querer y responsabilizarse del
animal. La decisión de regalarlo en Navidad debe ser responsable, y evitar la
adopción impulsiva.
2. Toda la familia debe
participar en el proceso de adopción. Una
opción estupenda es acudir al centro de adopción para conocer al animal,
dejarse asesorar por los profesionales que allí trabajan, y conocen al animal,
y saber que su personalidad y necesidades son compatibles con las de la
familia.
3. ¿Está
claro que el niño no siempre se ocupará del cuidado del
animal y que le tocará hacerlo a los adultos? Vivir con un
perro o gato es una oportunidad para fomentar el amor hacia los animales e
implicar a los pequeños en la responsabilidad de cuidar de un ser vivo
dependiente. Pero, no hay que engañarse, la mayoría de los paseos y todos los
viajes al veterinario los tendrá que hacer el progenitor.
4. Estilo de vida compatible
con una mascota. Antes de adoptar, se debe hacer una
reflexión sobre la disponibilidad real. ¿Os gusta pasar tiempo en casa? Entonces
un gato puede ser un compañero estupendo. Pero si se viaja mucho, y no es
posible ocuparse del amigo peludo, habrá que replantearse la decisión.
5. Hay que querer asumir
determinadas limitaciones. Un animal no se puede
quedar solo en vacaciones: tendrá que viajar con la familia o quedar a buen
cuidado con una persona responsable. Es una responsabilidad que hay que conocer
y resolver antes de adoptar.
6. La Navidad puede no ser
el momento más oportuno para incorporar un perro o un gato a la
familia. Esta época implica mucha celebración y poca tranquilidad. Y este no
siempre es el mejor escenario para adoptar un nuevo miembro peludo. Durante las
primeras semanas, el perro o gato necesitará calma para adaptarse a su nueva
vida.
7. Los preparativos son importantes. La
llegada de un can o minino a casa necesita planificación. Hay que prepararle un
espacio tranquilo para los primeros días o semanas (un requisito esencial para
los gatos) y habrá que comprar un comedero, un cuenco para el agua y rascadores
y arenero (en caso del gato) o correa de paseo para el perro.
8. Y si se adopta un
cachorro, se debe tener en cuenta que su educación requiere
mucho tiempo, aunque un experto en comportamiento felino o perruno titulado y
de confianza podrá ayudar en esta tarea.
Adaptación: Metronet