Estos sondeos influyen sobre las estrategias
de campaña, la escogencia de candidatos, los aportes financieros, la cobertura
de los medios…y el resultado de las votaciones. Por eso hay que aclarar lo que
dicen las encuestas…y lo que no dicen los periodistas.
Hernando
Gómez Buendía*
Fajardo
presidente
El título de este artículo es algo engañoso
porque las encuestas de preferencia electoral que se han publicado hasta el
momento no dicen absolutamente nada sobre quién vaya a ser el próximo
presidente o presidenta de Colombia.
Pero el engaño de mi título es menor que el
de las encuestadoras y los periodistas que difunden o comentan estas mediciones
sin saber o sin decirnos de qué cosa están hablando. Y esto tiene consecuencias
sobre quién sea presidente.
Por ejemplo este viernes se conoció la
encuesta Gallup donde
Sergio Fajardo aparece como ganador en la primera y en la segunda vuelta, un
hallazgo que de por sí puede alterar todo el tablero político – comenzando,
digamos, por inclinar la balanza en contra de Claudia López y Jorge Enrique
Robledo en la consulta interna de su “alianza independiente”-.
Los periodistas y sus invitados a la radio
o la TV dedicaron horas a explicar la ventaja de Fajardo y a darnos las razones
por las cuales votarán así o asá los colombianos de todas las corrientes,
regiones y pelambres. Lo que no hicieron fue decir ni mú sobre qué tan creíbles
son los hallazgos de las encuestas que analizan con tantísimo detalle, porque
bien puede ser que ninguna de las cosas que afirmaron sea cierta.
Por ejemplo: en la encuesta anterior de la
misma empresa Gallup aparece
Fajardo de tercero (detrás de Petro) y con apenas un 10 por ciento de los
votos, mientras que Vargas Lleras gana de lejos en primera y en segunda
vuelta...
Y si fuéramos a esto, habría que advertir
que Fajardo gana en una encuesta, mientras que Vargas gana en cuatro, Petro
gana en tres e Iván Duque gana en uno de los diez últimos
sondeos que han sido publicados hasta este momento.
Mejor
calladitos
Mesa de trabajo Caracol
Radio / Foto: Ministerio del Interior
Estas diferencias entre las encuestas no se
deben a que sean “manipuladas” (aunque en teoría podrían serlo), sino a que:
- Todas o algunas de las muestras no sean
representativas (por ejemplo a que no se incluyeron las áreas rurales- o
que a la entrevista sea telefónica, lo cual tiende a excluir a los pobres
o a los jóvenes-);
- A que las preguntas no midan lo que pretenden
medir (“Usted tiene intención de votar” no significa que la persona vote);
- A que distintas encuestas midan cosas
diferentes (“¿quién cree que va a ganar?”, o “¿tiene Usted una opinión
favorable de…?” son muy distintos de “¿por quién va a votar?”...)
- O -finalmente- al “error aleatorio” que
inevitablemente resulta de que la muestra elegida sea uno solo de las
muchísimos grupos de, digamos, mil o dos mil ciudadanos colombianos que
habrían podido ser entrevistados.
Aun suponiendo que las muestras son
representativas y que las preguntas son las adecuadas – dos supuestos que
pueden discutirse- , lo que me interesa destacar en este artículo es
que a partir de las encuestas existentes no se puede decir nada sobre quién
vaya a ser la sucesora o sucesor de Santos.
Con diferencias porcentuales tan pequeñas nadie sabe de veras lo que está sucediendo.
Para empezar hay encuestas que no incluyen
sino a los candidatos que se consideran como los más opcionados (lo cual supone
que ya se conocen las probabilidades de los candidatos es decir, que no hace
falta la encuesta). Otras encuestas, como la de Gallup, hacen series de
escenarios sucesivos sobre el probable ganador de la consulta interna, de
la primera y de la segunda vueltas contra distintos rivales hipotéticos, en una
especie de ficción con variantes donde se va perdiendo la confiabilidad
estadística.
Por eso en este artículo me referiré ta
Sobre la base de las cifras anteriores, los
oyentes o lectores podrían inferir – y de hecho dijeron distintos analistas-
cosas de tanta sustancia como que Petro “picó en
punta”, que Fajardo sería su rival, que la izquierda es la primera
fuerza (Petro más Clara López), que De la Calle u Ordoñez no despegan, o que
los quíntuples del Centro Democrático no tienen ningún chance…