El museo a cielo abierto en Colombia donde todos quieren tomarse una selfie con los 'gordos' de Botero
En la que fuera por años la ciudad
colombiana más violenta del mundo, desde hace casi una década un corredor de
esculturas le ha cambiado el rostro al congestionado centro de Medellín.
Esculturas 'Mujer vestida'
y 'Hombre vestido', del artista Fernando Botero en la plaza Botero, en
Medellín, Colombia.
Nathali Gómez–RT.- La plaza Botero,
un museo al aire libre en pleno centro de Medellín, es posiblemente uno de los
puntos de esa ciudad colombiana donde más personas se hacen fotos en cualquier
día del año.
A unos tres minutos a pie de la
estación Berrío del Metro de Medellín, se encuentra este espacio de
unos 7.000 metros cuadrados donde 23
esculturas de Fernando Botero, artista medellinense mundialmente
reconocido por sus pinturas y esculturas volumétricas, que popularmente son
llamadas "los gordos de Botero".
Este lugar, flanqueado por las
figuras de bronce de grandes dimensiones, está en el corazón de la capital del
departamento de Antioquia, en el noroeste del país suramericano. Lo rodean
el Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe, de arquitectura gótica
flamenca; el Museo de Antioquia, inaugurado en 1937 y la Casa del Encuentro, su
antigua sede.
Esculturas 'Adán y Eva' del artista Fernando Botero en la plaza Botero, en Medellín, Colombia. -Nathali Gómez - RT |
El espacio, que concentra gran
interés turístico, también es llamado 'Plaza de las Esculturas', aún no tiene
20 años pero significó una importante transformación para esta capital, la
segunda más poblada de Colombia, que por décadas ocupó los primeros
lugares entre las ciudades más violentas del mundo en los años de
auge de la poderosa organización criminal Cartel de Medellín, liderada por el
capo de la droga Pablo Escobar.
El
movimiento
En la Plaza Botero se mezcla la
vida cotidiana de los transeúntes con la presencia de turistas colombianos
y extranjeros que quieren tener imágenes junto a las esculturas
voluminosas.
Escultura 'Rapto de Europa', del artista Fernando Botero, en la plaza Botero, en Medellín, Colombia. - Nathali Gómez - RT |
Los vendedores ambulantes ofrecen
recuerdos como llaveros, pequeñas reproducciones de las obras del pintor y
escultor, golosinas e incluso fotos en físico, porque las de los teléfonos
inteligentes "no son para siempre".
Escultura 'Mujer con fruta', del artista colombiano Fernando Botero, en la plaza Botero, en Medellín, Colombia. - Nathali Gómez - RT |
Esta opción al aire libre y sin
costo alguno aglomera a una importante cantidad de visitantes en una ciudad
donde la entrada a algunos museos oscila entre los tres y seis dólares.
Personas
y animales
El cuerpo humano desnudo y los
animales de gran formato predominan en esta colección al aire libre. Mujeres en
distintas poses, torsos voluptuosos, hombres elegantemente trajeados
y partes del cuerpo son escogidos por los visitantes como fondo para sus fotos.
Pareja frente a las esculturas 'Gato', del artista Fernando Botero, en la plaza Botero, en Medellín, Colombia. - Nathali Gómez - RT |
Las esculturas de bronce,
que ya forman parte del paisaje del congestionado centro, permanecen por
pocos segundos solas, sin que alguien se tome una foto a su lado; esté
desprevenidamente apostado en su pedestal o trepado sobre ellas, a pesar
de la prohibición de hacerlo.
En este corredor cultural, donde hay
bancas custodiadas por ceibas y guayacanes, y que finaliza con el Museo de
Antioquia también se llevan a cabo conciertos, conferencias y exposiciones a lo
largo del año. Además, el Museo de Antioquia hace recorridos todos los días a
las 3:30 de la tarde.
Greenpeace: “La prohibición del asbesto es una victoria histórica y una muestra del empoderamiento ciudadano”
Tras la
sanción presidencial de la ley Ana Cecilia Niño
Luego de
la aprobación unánime de la Cámara de Representantes, el Presidente Iván Duque
sancionó la ley Ana Cecilia Niño, que prohíbe el uso de asbesto en todo el
territorio nacional a partir del 1 de enero del 2021.
La
organización ambientalista Greenpeace, que llevó adelante una campaña activa en
conjunto al movimiento Colombia sin asbesto desde 2017 celebró la
noticia. “Se terminó de hacer historia”, dijo Silvia Gómez, directora de
Greenpeace Colombia. “Finalmente, Colombia dejó de pertenecer al pequeño
grupo de países que no había prohibido el asbesto para pasar a ponerse del lado
de la salud de todos los colombianos”, agregó la vocera.
La norma
sancionada prohíbe la explotación, producción, comercialización, importación,
distribución y exportación de cualquier variedad de este mineral.
Además de
destacar la voluntad presidencial y política de un amplio espectro de partidos,
Greenpeace destacó el poder ciudadano y la presión pública, fuerzas que
lograron que, luego de que el proyecto se hundiera siete veces, finalmente se
convierta en ley nacional.
“Este proyecto se hundió siete veces por el lobby
de la industria. Hoy podemos decir que el asbesto se prohibió finalmente en
Colombia y que buena parte de la explicación tiene que ver con la voluntad,
insistencia, compromiso y empoderamiento ciudadano”, dijo Gómez. “También
es un homenaje a las víctimas del asbesto y a la lucha incansable y emocionante
de familiares como Daniel Pineda, viudo de Ana Cecilia, quien nunca bajó los
brazos”.
Más de
200 mil personas firmaron la petición de Greenpeace y Change.org para que se
prohíba el uso del asbesto en todo el territorio colombiano.
La organización
ambientalista ha trabajado junto a la Fundación Ana Cecilia Niño y llevó a cabo
diversas acciones públicas para lograr el objetivo, pidiéndole a los senadores
y congresistas por la aprobación del proyecto de ley durante dos años. “La
prohibición del asbesto finalmente ya es un hecho. Ahora es responsabilidad del
gobierno formular una política efectiva de sustitución del asbesto, que
esperemos que se efectivice lo antes posible”, finalizó Gómez.
Así están las carreteras colombianas
Derrumbes que inhabilitan vías
importantes, carreteras sin pavimentar y proyectos inconclusos o fallidos.
¿Realmente es todo culpa de la geografía y el clima?
Un
país desconectado
Durante los últimos meses, como en
todos los inviernos, el país presenció la fragilidad de la red vial: derrumbes,
muertos y cierre de vías estratégicas. La carretera que conecta a Bogotá con
Villavicencio, por ejemplo, muchos días cerrada y los costos son inmensos para
la economía y la población.
Teniendo en cuenta de lo que es
capaz la ingeniería actual, la excusa de la juventud de nuestra geología como
causa primera de los desastres en las vías nacionales es cada vez menos
convincente.
En realidad, lo que causa las
calamidades en Colombia no es la geología, no es tampoco el clima. Es:
- El mal uso del suelo;
- La ingeniería deficiente de los
proyectos;
- La corrupción en las corporaciones
ambientales, alcaldías y gobernaciones;
- La improvisación en los proyectos
de infraestructura; y
-
La minería con la consecuente deforestación.
Por sugerencia del Banco Mundial, en
los años setenta-ochenta del siglo XX, la dirigencia colombiana decidió acabar
con los ferrocarriles después de tantos esfuerzos humanos, técnicos y
financieros para construirlos en medio de nuestra difícil geografía. Para
reemplazar ese vital medio de transporte, debieron construir buenas carreteras.
Pero no lo hicieron.
El resultado es que inmensos
territorios están desconectados de los principales mercados, perpetuando su
abandono, su atraso y las complicadas condiciones de vida de sus gentes. Las
carreteras que existen están en pésimas condiciones y además son insuficientes.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo, nos hacen falta 45.000 kilómetros
de vías adicionales.
Inclusive en comparación con otros
países del mismo nivel de desarrollo, la brecha en dotación y calidad de
carreteras es del 52 por ciento. La densidad vial de Colombia, es decir, el
número de kilómetros por millón de habitantes es de solo 530, mientras que en
México es de 1.188 y en Brasil de 1.066 kilómetros.
El
estado de las principales vías nacionales
Nuestra actual red vial tiene
206.700 kilómetros. Toda ella es vulnerable a factores climáticos y cuenta con
poca inversión gubernamental. Además, las conexiones entre ciudades y hacia el
interior de los departamentos son precarias. En algunos, los más lejanos, las
conexiones son nulas o iguales a las que existían en el siglo XIX.
Todas estas características
indeseables se acentúan dramáticamente en los 142.284 kilómetros de las
llamadas vías terciarias: el 94 por ciento está sin pavimento y el 84 por
ciento se encuentra en regular o pésimo estado.
La poca planeación de las carreteras las hace vulnerables a los cambios climáticos. Foto: Alcaldía de Caquezá |
Las vías principales tampoco son
motivo de orgullo. Los dos mercados más importantes, Bogotá y Medellín, no
están unidos por una carretera fiable y en el tramo entre Puerto Triunfo y
Remedios, en la mal llamada autopista Medellín-Bogotá, sus habitantes siembran
árboles en los huecos de la vía en señal de protesta por su mal estado.
La
excusa de la juventud de nuestra geología como causa primera de los desastres
es cada vez menos convincente.
El Túnel de la Línea, paso con el
que se ha intentado franquear la Cordillera Central, ha visto pasar 29
presidentes, 18 ministros de Obras Públicas y ocho documentos CONPES, desde el
3084 del año 2000 al 3845 del 2015. A partir del año 2000 se han gastado más de
2,2 billones de pesos para una obra que fue adjudicada por 649.000 millones. Y
lo que falta, pues aún no se termina.
El corredor Buga-Buenaventura, una
vía de solo 118 kilómetros hasta el puerto, lleva 13 años en construcción y aún
no tiene fecha de terminación. Esto, a pesar de que diariamente la transitan
2.000 tractomulas y de que es la vía que conecta al país con el Asia-Pacífico,
el área más dinámica de la economía mundial.
Actualmente la Buga-Buenaventura
está obstruida por un deslizamiento de la banca en el kilómetro 89 del tramo
Loboguerrero-Lago Calima, y es posible que se inutilice la otra calzada. Ese
tramo está construido sobre una falla geológica que viene desde El Carmen y
termina en Calima. Por tanto, todo lo que se ha hecho está en riesgo. A estas
alturas se dice que debió construirse sobre el otro lado del río. Aún faltan 34
kilómetros, sin contar los 10 kilómetros de la entrada a la zona portuaria.
De Medellín hacia Cartagena,
Barranquilla y Santa Marta la situación es la misma. La vieja carretera bordea
la montaña, como hace casi un siglo. Los derrumbes impiden el paso cada que cae
una gota de lluvia. En la carretera Medellín-Quibdó, que se está construyendo
hace 180 años y es una de las más peligrosas del país, ha habido más de cien
muertos en los últimos seis años.
La
carretera al Llano
La carretera al Llano es el súmmum
del desastre de nuestras vías. Sobre una carretera vital para la conectividad
del país cayeron en los últimos días más de 120.000 metros cúbicos de tierra
que se desprendieron de la montaña y bloquearon la vía. La población de
Guayabetal ahora duerme sobre una amenaza latente y las pérdidas para la
economía nacional se estiman en 50.000 millones diarios. No parece haber un fin
para esta crisis.
Mapas de amenaza por deslizamientos, útiles para los POT
Agencia de Noticias UN- A partir de esta herramienta se observó que la parte alta de la cuenca de la quebrada El Rosario, en Manizales, tiene una amenaza media y alta debido a su pendiente, mientras que en la parte baja predomina la amenaza baja.
Agencia de Noticias UN- Los movimientos en masa predominantes corresponden a deslizamientos y procesos erosivos. Fotos: archivo particular |
En la cuenca de la quebrada se asientan barrios, corregimientos y edificios, además de una amplia zona industrial de relevancia económica para la ciudad. |
El investigador Francisco Salas, magíster en
Ingeniería – Geotécnica de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), comenta
que la mayoría de los materiales presentes en esta cuenca son de origen
sedimentario del Nevado del Ruiz.
Mientras la categoría de “amenaza” corresponde al
70 % del área acumulada de todos los movimientos en masa para cada amenaza
por deslizamientos, la “amenaza media” va hasta el 25 % y la “baja” es
menor del 5 %.
Los análisis de susceptibilidad arrojaron que las
variables uso de suelo, pendiente, clasificación agrológica de suelos, aspecto
y geología son las que definen en gran medida la vulnerabilidad del terreno
para la cuenca.
La aplicación móvil permite recopilar y almacenar información de un deslizamiento de manera óptima y precisa. |
“Los movimientos en masa predominantes
corresponden a deslizamientos y procesos erosivos. El inventario de
deslizamientos definido a partir de la metodología propuesta para la cuenca de
estudio cuenta con 142 registros de procesos de remoción en masa”, comenta el
investigador.
La importancia de esta cuenca radica en que en
ella se proyecta la vía principal de acceso a Manizales con el occidente;
además allí se asientan barrios, corregimientos, edificios y una amplia zona
industrial de relevancia económica para la ciudad.
La quebrada El Rosario, en Manizales, tiene una amenaza media y alta debido a su pendiente. |
La metodología para elaborar mapas de amenaza por
procesos de remoción en masa promueve el uso de herramientas de acceso libre
con las que se pueden adelantar análisis adecuados y a bajos costos, en
especial los aspectos de recolección de información y geoprocesamiento mediante
sistemas de información geográfica (SIG), que “permiten delimitar de manera
precisa las laderas individuales del terreno, acotando las áreas de análisis”,
explica el investigador.
Además de la metodología se desarrolló la
aplicación móvil LandSlide Collector V0 para recopilar y almacenar información
de deslizamientos en campo. La herramienta es óptima y precisa para el
levantamiento y la caracterización de movimientos en masa en campo y se puede
emplear en el ordenamiento del territorio a partir de políticas de gestión del
riesgo en las que se requiere determinar la vulnerabilidad y la amenaza.
La herramienta se puede utilizar en el ordenamiento del territorio a partir de políticas de gestión del riesgo. |
“Esta
metodología permite definir adecuadamente tanto el inventario de procesos de
remoción en masa –como base para los análisis a escala 1:25.000– como las
laderas a partir de sus características. La herramienta sirve en la
actualización de los planes de ordenamiento territorial municipales (POT) para
las zonas rurales y para los planes de ordenamiento y manejo de cuenca
hidrográfica (Pomca)”, concluye el magíster.
DOC:CO PRESENTA: TORMENTERO
Hace
muchos años, Romero Kantún, hoy un pescador retirado, descubrió un yacimiento
petrolero cerca de su isla, que le causó el rechazo de sus amigos y vecinos
quienes perdieron su trabajo como pescadores.
Ahora, sumido en la nostalgia y
atormentado por su pasado, él siente que es tiempo de recuperar el amor y el
honor que le fueron arrebatados décadas atrás, cuando el destino lo hizo
descubrir aquella gran mancha de aceite.
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