Desde el año 2013, la Oficina en Colombia del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha acompañado a
las familias de los jóvenes Kemel Arteaga Cuartas y Andrés Garzón Lozano,
quienes habrían sido víctimas de ejecución, en la modalidad
llamada en Colombia “falso positivo”.
Según la información recibida por la Oficina, los jóvenes
Kemel y Andrés, el 28 de marzo de 2007, en horas de la madrugada, en el
municipio de El Yopal, Casanare, fueron
retenidos ilegalmente por tropas pertenecientes al Batallón de Infantería
“Ramón Nonato Pérez, adscrito a la Décima Sexta Brigada del Ejército Nacional,
de ese departamento. Un par de horas más tarde, en el municipio de Maní, los
jóvenes fueron presentados como miembros de bandas criminales y extorsionistas
muertos en combate por la mencionada tropa. Al momento de su muerte los cuerpos
de Kemel y Andrés fueron enterrados como personas no identificadas, NN, en el
cementerio de Maní.
Kemel Arteaga era un artesano y Andrés Garzón, a quien
llamaban el punk, se dedicaba a labores de mecánica en el municipio de El
Yopal. A los dos los unía la amistad y el gusto por la música.
