Al tiempo que el máximo jefe de las FARC, Rodrigo Londoño, alias Timoshenko, descartó que la guerrilla firme la paz este año por la complejidad de los elementos que rodean el debate sobre el quinto punto de la agenda (cuarto en discusión) relacionado con las víctimas del conflicto, el ELN criticó el discurso de posesión de Santos el pasado 7 de agosto por considerarlo “insulso, soñoliento y repetitivo”.En el comunicado el ELN critica que en su discurso el presidente “no plantea ningún cambio en la estructura del Estado, ni en el modelo neoliberal que privilegia el saqueo extractivista, ni en la doctrina militar de represión y exterminio”. Para esta guerrilla, la misma que se encuentra en fase exploratoria de diálogos, “no se ven los cambios estructurales que garanticen la construcción de la paz”.
Para el ELN el anuncio del gobierno de acabar con el proceso de diálogo de La Habana si la insurgencia continúa sus acciones de guerra es un asunto de doble moral. “Aunque es el gobierno quien impone la condición de negociar en medio de la guerra, ahora amenaza con acabar las negociaciones si la guerrilla sigue desarrollando acciones militares”… “Para Santos, la paz total no implica cambios al régimen oligárquico, pero sí los exige de forma unilateral a la guerrilla, a la que quiere imponer un proceso de dejación de armas y reintegración a su obsoleto sistema. Y engaña a la población diciendo que ya se está en ‘la fase final’ de la soñada desmovilización insurgente, a cambio de nada”
¿Cuáles son los actos de paz que se compromete a realizar el gobierno? ¿Cuál equidad?, pregunta el ELN a través del comunicado.
Los insurgentes afirman: “Sin cambios estructurales, la paz seguirá siendo esquiva para Colombia” y sentencian: “El presidente Santos grita: ‘¡Le llegó la hora a Colombia!’… pero, ¿de seguir como estaba?”
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