
Fernando Reyes. - Un claro ejemplo de cómo el poder se perpetúa en Colombia lo refleja la reciente reelección de Enrique Peñalosa como alcalde de Bogotá, el segundo cargo en importancia en Colombia y a través del cual se controla la más importante ciudad de ese país, donde se concentra no solo el 20% de la población colombiana, sino también el poder político y económico del país.
Si bien el anterior gobierno de Peñalosa (1998-2001) gozó de algunos aciertos en materia de infraestructura, también estuvo marcado por varios escándalos de ineficiencia, corrupción y malos manejos que en su momento recogieron los medios de comunicación y que llegaron incluso a las altas esferas judiciales del país. Sin embargo, la ciudadanía cobró los errores de Peñalosa en las siguientes elecciones y ni él ni nadie cercano a su entorno pudo regresar al poder por muchos años.