Uno de los principales estudios electorales del país, la Gran Encuesta, indica que va sacando ventaja en relación con la publicada en diciembre por la misma firma, mientras que sus competidores se estancan o bajan.
Petro llegó en enero a un 27 % en intención de voto, luego que en la encuesta publicada en diciembre tuviera 25 %. Este crecimiento lo proyecta aún más si tenemos en cuenta que sus competidores más cercanos han bajado en la encuesta, como le ha pasado a Rodolfo Hernández, exalcalde de Bucaramanga, que las últimas semanas del año fue impulsado mediáticamente y ubicado segundo, despegándose del resto de candidatos que se sitúan muy alejados y en mucha debilidad numérica.
No obstante, Hernández ha bajado la intención de voto de 13 % en diciembre a 12 % en enero, lo que indica que ha paralizado su crecimiento y no se posiciona como una figura de peso político suficiente para unificar electorados, de las tantas candidaturas que deben ir saliendo de la competencia en la medida que avance la campaña.
Un estancamiento similar le sucede a una larga lista de candidatos que le siguen y obtienen un solo dígito.
En cambio, los indecisos, sumados arbitrariamente en las categorías 'Voto en blanco' y 'No sabe no responde', logran un resultado similar al del senador: un 27 %.
Sobre estos datos, vale acentuar que la Gran Encuesta es realizada por la firma Yanhaas para un conglomerado de medios colombianos, entre los que se encuentra RCN, NTN, El Heraldo y otros medios de la derecha colombiana.
En esta encuesta, el uribismo, por medio de su abanderado Óscar Iván Zuluaga, no logra superar el 4 %.
Los adversario de Petro, por ahora, deben concentrarse en la disputa entre ellos, a ver quién pasa a segunda ronda, mientras en paralelo tratan de garantizar que efectivamente haya balotaje, para que así se pueda conformar un 'frente antipetrista'
Pero esta firma no ha sido la única que afirma que es Petro quien lleva la delantera.
Este 5 de febrero, la revista Semana publicó los resultados de la encuesta del Centro Nacional de Consultoría (CNC), ubicando a Petro con 27 % en intención de voto, frente a Rodolfo Hernández, con 14 %, e Íngrid Betancourt, con 7 %.
Considera la firma que en la segunda vuelta presidencial, de llegar quienes hoy están en los primeros dos lugares, Petro obtendría el 40 % y Hernández el 31 %.
El voto en blanco obtiene 7 % en esta encuesta.
Con la campaña en desarrollo, queda por ver lo que será un choque de estrategias en medio de una cascada de acontecimientos como las parlamentarias del 13 de marzo, la primera vuelta electoral el 29 de mayo y la segunda, que de hacer falta, deberá hacerse el 19 de junio.
Al terminar el primer semestre del año, Colombia tendrá un nuevo mapa político.
Dos estrategias en juego
Una vez desinflados los candidatos que han tratado de competir con Petro en las encuestas, quedan dos estrategias posibles que se van a confrontar durante poco más de cuatro meses, en el caso que haya segunda vuelta.
Por un lado, Petro tiene que disipar las dudas generadas en las presidenciales de 2017, en las que el uribismo todavía era muy fuerte. Para ello, y asegurar su triunfo en 2022, debe ir por los indecisos y entre ellos hay muchos que vienen, incluso, del voto conservador. También deberá tratar de movilizar al 45 % de votantes que se abstuvo en las presidenciales de 2017.
Sus adversarios, por ahora, deben concentrarse en la disputa entre ellos, a ver quién pasa a segunda ronda, mientras en paralelo tratan de garantizar que efectivamente haya balotaje, para que así se pueda conformar un 'frente antipetrista' en torno al candidato que resulte de segundo en la primera vuelta.
El uribismo debe prepararse para un reto mucho mayor que salir del gobierno, como lo es dejar de ser la fuerza hegemónica, tal como lo ha sido durante dos décadas.
Pero si estas fórmulas no tienen éxito convocando a sus electores y el voto en blanco no trasciende a los datos históricos, Petro podría ganar sin necesidad de una segunda vuelta.
Además, el crisol de fuerzas políticas deberán pasar la prueba de las elecciones del Congreso, el 13 de marzo, para elegir 108 curules en el Senado y 188 en la Cámara de Representantes, lo que ya va a ir develando una noción general de la correlación de fuerzas antes de las presidenciales.
Según los resultados producidos por ambos estudios, se aproxima en Colombia un escenario en el que el uribismo será el gran derrotado. Esta fuerza política debe prepararse para un reto mucho mayor que salir del gobierno, como lo es dejar de ser la fuerza hegemónica, tal como lo ha sido durante dos décadas.
Lo que se siente en Colombia, y las encuestas de variada tendencia confirman, es que el evento presidencial marcará no ya un cambio de gobierno, sino el cierre del ciclo del uribismo en el poder y una transición hacia un nuevo modelo político.
También indican que la alternativa a la izquierda ha dejado de ser el conservadurismo radical para asentarse en fórmulas o bien liberales y centristas o bien populistas que denuncian al status quo existente, como el caso de Rodolfo Hernández.
Todo ello determina la emergencia de un nuevo rostro político impensable en la Colombia actualmente existente y del cual tendremos noción con bastante claridad al finalizar este primer semestre de 2022.
Ociel Alí López es sociólogo, analista político y profesor de la Universidad Central de Venezuela. Ha sido ganador del premio municipal de Literatura 2015 con su libro Dale más gasolina y del premio Clacso/Asdi para jóvenes investigadores en 2004. Colaborador en diversos medios de Europa, Estados Unidos y América Latina.