

La
izquierda llega a las elecciones más dividida que nunca. El Polo, la
Alianza Verde y los Decentes compiten por la presidencia y por llegar al Congreso.
¿Será la fragmentación un sinónimo de triunfo o de fracaso en el 2018?
Yann
Basset** - Daniel López***
Dispersión

El
Polo: de la fragmentación al empobrecimiento
La
reforma política de 2003 y la necesidad de hacer oposición al gobierno de Uribe
propiciaron el nacimiento del Polo Democrático Alternativo (PDA), una
agrupación política que reunió a partidos y personalidades con posturas sumamente
diversas y que iban desde el centro hasta la izquierda más radical.
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Campaña presidencial de Gustavo Petro. Foto- Facebook - Gustavo Petro |
Sin
embargo ese momento no fue más que un paréntesis en la historia de la izquierda
colombiana, pues rápidamente volvió a fragmentarse. En 2009 Lucho Garzón se
retiró del PDA debido a diferencias ideológicas con el rumbo que la
colectividad estaba tomando. Simultáneamente, la polémica administración del
entonces alcalde Samuel Moreno produjo una división severa dentro del partido.

La
fragmentación continuó y a finales de 2010 se tradujo en la salida de Petro y
sus partidarios y en la posterior expulsión del Partido Comunista debido su
cercanía con el movimiento Marcha Patriótica, la cual fue interpretada como
doble militancia.
Como
resultado, el PDA llegó debilitado a las elecciones legislativas de 2014 y
obtuvo su peor resultado: cinco senadores y tres representantes, la séptima
votación en Senado.