
La concentración sobre los perpetradores es un enfoque erróneo y conduce a la manipulación de la noción como si fuera una forma fácil de expiar culpas del pasado. De hecho, buena parte de las experiencias que originaron el término – como la chilena o la argentina – se erigen como respuesta a pactos de impunidad que favorecían a los perpetradores. La justicia transicional responde al clamor de justicia, verdad y reparación de las víctimas y de la sociedad, no a la exigencia de clemencia o al chantaje por parte de los perpetradores.