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El museo a cielo abierto en Colombia donde todos quieren tomarse una selfie con los 'gordos' de Botero
En la que fuera por años la ciudad
colombiana más violenta del mundo, desde hace casi una década un corredor de
esculturas le ha cambiado el rostro al congestionado centro de Medellín.
Esculturas 'Mujer vestida'
y 'Hombre vestido', del artista Fernando Botero en la plaza Botero, en
Medellín, Colombia.
Nathali Gómez–RT.- La plaza Botero,
un museo al aire libre en pleno centro de Medellín, es posiblemente uno de los
puntos de esa ciudad colombiana donde más personas se hacen fotos en cualquier
día del año.
A unos tres minutos a pie de la
estación Berrío del Metro de Medellín, se encuentra este espacio de
unos 7.000 metros cuadrados donde 23
esculturas de Fernando Botero, artista medellinense mundialmente
reconocido por sus pinturas y esculturas volumétricas, que popularmente son
llamadas "los gordos de Botero".
Este lugar, flanqueado por las
figuras de bronce de grandes dimensiones, está en el corazón de la capital del
departamento de Antioquia, en el noroeste del país suramericano. Lo rodean
el Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe, de arquitectura gótica
flamenca; el Museo de Antioquia, inaugurado en 1937 y la Casa del Encuentro, su
antigua sede.
Esculturas 'Adán y Eva' del artista Fernando Botero en la plaza Botero, en Medellín, Colombia. -Nathali Gómez - RT |
El espacio, que concentra gran
interés turístico, también es llamado 'Plaza de las Esculturas', aún no tiene
20 años pero significó una importante transformación para esta capital, la
segunda más poblada de Colombia, que por décadas ocupó los primeros
lugares entre las ciudades más violentas del mundo en los años de
auge de la poderosa organización criminal Cartel de Medellín, liderada por el
capo de la droga Pablo Escobar.
El
movimiento
En la Plaza Botero se mezcla la
vida cotidiana de los transeúntes con la presencia de turistas colombianos
y extranjeros que quieren tener imágenes junto a las esculturas
voluminosas.
Escultura 'Rapto de Europa', del artista Fernando Botero, en la plaza Botero, en Medellín, Colombia. - Nathali Gómez - RT |
Los vendedores ambulantes ofrecen
recuerdos como llaveros, pequeñas reproducciones de las obras del pintor y
escultor, golosinas e incluso fotos en físico, porque las de los teléfonos
inteligentes "no son para siempre".
Escultura 'Mujer con fruta', del artista colombiano Fernando Botero, en la plaza Botero, en Medellín, Colombia. - Nathali Gómez - RT |
Esta opción al aire libre y sin
costo alguno aglomera a una importante cantidad de visitantes en una ciudad
donde la entrada a algunos museos oscila entre los tres y seis dólares.
Personas
y animales
El cuerpo humano desnudo y los
animales de gran formato predominan en esta colección al aire libre. Mujeres en
distintas poses, torsos voluptuosos, hombres elegantemente trajeados
y partes del cuerpo son escogidos por los visitantes como fondo para sus fotos.
Pareja frente a las esculturas 'Gato', del artista Fernando Botero, en la plaza Botero, en Medellín, Colombia. - Nathali Gómez - RT |
Las esculturas de bronce,
que ya forman parte del paisaje del congestionado centro, permanecen por
pocos segundos solas, sin que alguien se tome una foto a su lado; esté
desprevenidamente apostado en su pedestal o trepado sobre ellas, a pesar
de la prohibición de hacerlo.
En este corredor cultural, donde hay
bancas custodiadas por ceibas y guayacanes, y que finaliza con el Museo de
Antioquia también se llevan a cabo conciertos, conferencias y exposiciones a lo
largo del año. Además, el Museo de Antioquia hace recorridos todos los días a
las 3:30 de la tarde.
Greenpeace: “La prohibición del asbesto es una victoria histórica y una muestra del empoderamiento ciudadano”
Tras la
sanción presidencial de la ley Ana Cecilia Niño
Luego de
la aprobación unánime de la Cámara de Representantes, el Presidente Iván Duque
sancionó la ley Ana Cecilia Niño, que prohíbe el uso de asbesto en todo el
territorio nacional a partir del 1 de enero del 2021.
La
organización ambientalista Greenpeace, que llevó adelante una campaña activa en
conjunto al movimiento Colombia sin asbesto desde 2017 celebró la
noticia. “Se terminó de hacer historia”, dijo Silvia Gómez, directora de
Greenpeace Colombia. “Finalmente, Colombia dejó de pertenecer al pequeño
grupo de países que no había prohibido el asbesto para pasar a ponerse del lado
de la salud de todos los colombianos”, agregó la vocera.
La norma
sancionada prohíbe la explotación, producción, comercialización, importación,
distribución y exportación de cualquier variedad de este mineral.
Además de
destacar la voluntad presidencial y política de un amplio espectro de partidos,
Greenpeace destacó el poder ciudadano y la presión pública, fuerzas que
lograron que, luego de que el proyecto se hundiera siete veces, finalmente se
convierta en ley nacional.
“Este proyecto se hundió siete veces por el lobby
de la industria. Hoy podemos decir que el asbesto se prohibió finalmente en
Colombia y que buena parte de la explicación tiene que ver con la voluntad,
insistencia, compromiso y empoderamiento ciudadano”, dijo Gómez. “También
es un homenaje a las víctimas del asbesto y a la lucha incansable y emocionante
de familiares como Daniel Pineda, viudo de Ana Cecilia, quien nunca bajó los
brazos”.
Más de
200 mil personas firmaron la petición de Greenpeace y Change.org para que se
prohíba el uso del asbesto en todo el territorio colombiano.
La organización
ambientalista ha trabajado junto a la Fundación Ana Cecilia Niño y llevó a cabo
diversas acciones públicas para lograr el objetivo, pidiéndole a los senadores
y congresistas por la aprobación del proyecto de ley durante dos años. “La
prohibición del asbesto finalmente ya es un hecho. Ahora es responsabilidad del
gobierno formular una política efectiva de sustitución del asbesto, que
esperemos que se efectivice lo antes posible”, finalizó Gómez.
Así están las carreteras colombianas
Derrumbes que inhabilitan vías
importantes, carreteras sin pavimentar y proyectos inconclusos o fallidos.
¿Realmente es todo culpa de la geografía y el clima?
Un
país desconectado
Durante los últimos meses, como en
todos los inviernos, el país presenció la fragilidad de la red vial: derrumbes,
muertos y cierre de vías estratégicas. La carretera que conecta a Bogotá con
Villavicencio, por ejemplo, muchos días cerrada y los costos son inmensos para
la economía y la población.
Teniendo en cuenta de lo que es
capaz la ingeniería actual, la excusa de la juventud de nuestra geología como
causa primera de los desastres en las vías nacionales es cada vez menos
convincente.
En realidad, lo que causa las
calamidades en Colombia no es la geología, no es tampoco el clima. Es:
- El mal uso del suelo;
- La ingeniería deficiente de los
proyectos;
- La corrupción en las corporaciones
ambientales, alcaldías y gobernaciones;
- La improvisación en los proyectos
de infraestructura; y
-
La minería con la consecuente deforestación.
Por sugerencia del Banco Mundial, en
los años setenta-ochenta del siglo XX, la dirigencia colombiana decidió acabar
con los ferrocarriles después de tantos esfuerzos humanos, técnicos y
financieros para construirlos en medio de nuestra difícil geografía. Para
reemplazar ese vital medio de transporte, debieron construir buenas carreteras.
Pero no lo hicieron.
El resultado es que inmensos
territorios están desconectados de los principales mercados, perpetuando su
abandono, su atraso y las complicadas condiciones de vida de sus gentes. Las
carreteras que existen están en pésimas condiciones y además son insuficientes.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo, nos hacen falta 45.000 kilómetros
de vías adicionales.
Inclusive en comparación con otros
países del mismo nivel de desarrollo, la brecha en dotación y calidad de
carreteras es del 52 por ciento. La densidad vial de Colombia, es decir, el
número de kilómetros por millón de habitantes es de solo 530, mientras que en
México es de 1.188 y en Brasil de 1.066 kilómetros.
El
estado de las principales vías nacionales
Nuestra actual red vial tiene
206.700 kilómetros. Toda ella es vulnerable a factores climáticos y cuenta con
poca inversión gubernamental. Además, las conexiones entre ciudades y hacia el
interior de los departamentos son precarias. En algunos, los más lejanos, las
conexiones son nulas o iguales a las que existían en el siglo XIX.
Todas estas características
indeseables se acentúan dramáticamente en los 142.284 kilómetros de las
llamadas vías terciarias: el 94 por ciento está sin pavimento y el 84 por
ciento se encuentra en regular o pésimo estado.
La poca planeación de las carreteras las hace vulnerables a los cambios climáticos. Foto: Alcaldía de Caquezá |
Las vías principales tampoco son
motivo de orgullo. Los dos mercados más importantes, Bogotá y Medellín, no
están unidos por una carretera fiable y en el tramo entre Puerto Triunfo y
Remedios, en la mal llamada autopista Medellín-Bogotá, sus habitantes siembran
árboles en los huecos de la vía en señal de protesta por su mal estado.
La
excusa de la juventud de nuestra geología como causa primera de los desastres
es cada vez menos convincente.
El Túnel de la Línea, paso con el
que se ha intentado franquear la Cordillera Central, ha visto pasar 29
presidentes, 18 ministros de Obras Públicas y ocho documentos CONPES, desde el
3084 del año 2000 al 3845 del 2015. A partir del año 2000 se han gastado más de
2,2 billones de pesos para una obra que fue adjudicada por 649.000 millones. Y
lo que falta, pues aún no se termina.
El corredor Buga-Buenaventura, una
vía de solo 118 kilómetros hasta el puerto, lleva 13 años en construcción y aún
no tiene fecha de terminación. Esto, a pesar de que diariamente la transitan
2.000 tractomulas y de que es la vía que conecta al país con el Asia-Pacífico,
el área más dinámica de la economía mundial.
Actualmente la Buga-Buenaventura
está obstruida por un deslizamiento de la banca en el kilómetro 89 del tramo
Loboguerrero-Lago Calima, y es posible que se inutilice la otra calzada. Ese
tramo está construido sobre una falla geológica que viene desde El Carmen y
termina en Calima. Por tanto, todo lo que se ha hecho está en riesgo. A estas
alturas se dice que debió construirse sobre el otro lado del río. Aún faltan 34
kilómetros, sin contar los 10 kilómetros de la entrada a la zona portuaria.
De Medellín hacia Cartagena,
Barranquilla y Santa Marta la situación es la misma. La vieja carretera bordea
la montaña, como hace casi un siglo. Los derrumbes impiden el paso cada que cae
una gota de lluvia. En la carretera Medellín-Quibdó, que se está construyendo
hace 180 años y es una de las más peligrosas del país, ha habido más de cien
muertos en los últimos seis años.
La
carretera al Llano
La carretera al Llano es el súmmum
del desastre de nuestras vías. Sobre una carretera vital para la conectividad
del país cayeron en los últimos días más de 120.000 metros cúbicos de tierra
que se desprendieron de la montaña y bloquearon la vía. La población de
Guayabetal ahora duerme sobre una amenaza latente y las pérdidas para la
economía nacional se estiman en 50.000 millones diarios. No parece haber un fin
para esta crisis.
Mapas de amenaza por deslizamientos, útiles para los POT
Agencia de Noticias UN- A partir de esta herramienta se observó que la parte alta de la cuenca de la quebrada El Rosario, en Manizales, tiene una amenaza media y alta debido a su pendiente, mientras que en la parte baja predomina la amenaza baja.
Agencia de Noticias UN- Los movimientos en masa predominantes corresponden a deslizamientos y procesos erosivos. Fotos: archivo particular |
En la cuenca de la quebrada se asientan barrios, corregimientos y edificios, además de una amplia zona industrial de relevancia económica para la ciudad. |
El investigador Francisco Salas, magíster en
Ingeniería – Geotécnica de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), comenta
que la mayoría de los materiales presentes en esta cuenca son de origen
sedimentario del Nevado del Ruiz.
Mientras la categoría de “amenaza” corresponde al
70 % del área acumulada de todos los movimientos en masa para cada amenaza
por deslizamientos, la “amenaza media” va hasta el 25 % y la “baja” es
menor del 5 %.
Los análisis de susceptibilidad arrojaron que las
variables uso de suelo, pendiente, clasificación agrológica de suelos, aspecto
y geología son las que definen en gran medida la vulnerabilidad del terreno
para la cuenca.
La aplicación móvil permite recopilar y almacenar información de un deslizamiento de manera óptima y precisa. |
“Los movimientos en masa predominantes
corresponden a deslizamientos y procesos erosivos. El inventario de
deslizamientos definido a partir de la metodología propuesta para la cuenca de
estudio cuenta con 142 registros de procesos de remoción en masa”, comenta el
investigador.
La importancia de esta cuenca radica en que en
ella se proyecta la vía principal de acceso a Manizales con el occidente;
además allí se asientan barrios, corregimientos, edificios y una amplia zona
industrial de relevancia económica para la ciudad.
La quebrada El Rosario, en Manizales, tiene una amenaza media y alta debido a su pendiente. |
La metodología para elaborar mapas de amenaza por
procesos de remoción en masa promueve el uso de herramientas de acceso libre
con las que se pueden adelantar análisis adecuados y a bajos costos, en
especial los aspectos de recolección de información y geoprocesamiento mediante
sistemas de información geográfica (SIG), que “permiten delimitar de manera
precisa las laderas individuales del terreno, acotando las áreas de análisis”,
explica el investigador.
Además de la metodología se desarrolló la
aplicación móvil LandSlide Collector V0 para recopilar y almacenar información
de deslizamientos en campo. La herramienta es óptima y precisa para el
levantamiento y la caracterización de movimientos en masa en campo y se puede
emplear en el ordenamiento del territorio a partir de políticas de gestión del
riesgo en las que se requiere determinar la vulnerabilidad y la amenaza.
La herramienta se puede utilizar en el ordenamiento del territorio a partir de políticas de gestión del riesgo. |
“Esta
metodología permite definir adecuadamente tanto el inventario de procesos de
remoción en masa –como base para los análisis a escala 1:25.000– como las
laderas a partir de sus características. La herramienta sirve en la
actualización de los planes de ordenamiento territorial municipales (POT) para
las zonas rurales y para los planes de ordenamiento y manejo de cuenca
hidrográfica (Pomca)”, concluye el magíster.
DOC:CO PRESENTA: TORMENTERO
Hace
muchos años, Romero Kantún, hoy un pescador retirado, descubrió un yacimiento
petrolero cerca de su isla, que le causó el rechazo de sus amigos y vecinos
quienes perdieron su trabajo como pescadores.
Ahora, sumido en la nostalgia y
atormentado por su pasado, él siente que es tiempo de recuperar el amor y el
honor que le fueron arrebatados décadas atrás, cuando el destino lo hizo
descubrir aquella gran mancha de aceite.
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La vía al Llano es la mina de oro de Sarmiento Angulo
Las pérdidas que ha dejado el
cierre de la vía al Llano contrastan con las ganancias que la carretera le ha
dejado a Sarmiento.
Libardo Espitia* |
Desde que se cerró la vía al Llano por los
continuos deslizamientos de tierra, cada día se pierden aproximadamente 18 mil millones de
pesos. En total, las pérdidas ya superan el billón y medio de pesos.
Desde 1994, la obra ha estado a cargo de la
Concesionaria Vial de los Andes (Coviandes), una sociedad de la Organización
Luis Carlos Sarmiento Angulo. A pesar de los constantes problemas en la vía, en
2015 el Gobierno Nacional suscribió un nuevo contrato de concesión con un
objeto distinto con la Concesionaria Vial Andina (Coviandina), también del
grupo de Sarmiento.
Las pérdidas por el cierre de la vía contrastan con
las cuantiosas sumas con las que se ha quedado el concesionario durante la
ejecución de los contratos. ¿Por qué la organización de Sarmiento ha ganado
tanto, mientras que los colombianos pierden cada día?
El
contrato con Coviandes
Luis Carlos Sarmiento, dueño de Coviandes Foto: Histórico de la Presidencia de la República |
En 1993, durante el gobierno de César Gaviria,
el Conpes 2654 autorizó
la construcción de la vía Bogotá-Villavicencio.
La licitación fue declarada desierta y por tanto el
Estado quedó autorizado por la ley para seleccionar al concesionario por
contratación directa, es decir, sin realizar una convocatoria pública.
¿Por qué la organización de Sarmiento ha ganado tanto,
mientras que los colombianos pierden cada día?
El 2 de agosto de 1994, el INVIAS seleccionó a
Coviandes y celebró con él el contrato de concesión 444 de 1994, por un plazo
de 16 años y un costo total de más de 79 mil millones de pesos.
En el contrato se pactó que a cambio de la
construcción de la vía, el concesionario recaudaría los ingresos de las
siguientes estaciones de peaje:
- El
Antojo
- Sector
El Antojo-Cáqueza
- Sector
Cáqueza-Villavicencio
El corredor vial tiene una longitud de 86 km y fue
dividido en tres tramos como se ve en la siguiente imagen.
Sin embargo, el contrato tuvo problemas desde el
comienzo. Cuando se firmó el contrato, el concesionario no contaba con los
diseños definitivos. Esa deficiente planeación provocó prórrogas, adiciones y
modificaciones que alteraron el objeto, plazo y valor del contrato, lo que
violó los principios de economía y responsabilidad del Estatuto de Contratación Pública.
En total, fueron 53 acuerdos modificatorios, que
además no contaron con sus respectivos estudios de conveniencia que sustentaran
por qué eran la mejor opción para el interés general. Esas modificaciones en
los valores y los plazos afectaron el equilibrio económico del contrato en
perjuicio de la Nación.
Prórrogas,
adiciones y modificaciones
En 2008, el Gobierno Nacional de entonces expidió
los documentos Conpes 3535 y 3563, mediante los cuales
emitió un concepto previo favorable para la prórroga o adición de los contratos
de concesión vial y férrea.
En dichos documentos se autorizó la ejecución de
obras en el corredor vial Bogotá-Villavicencio. El alcance de dichas obras fue
la “estabilización de puntos críticos y atención de emergencias” para 2009,
2010 y 2011 por 22.950 millones de pesos.
El gremio camionero ha sido uno de los más afectados con el cierre de la vía al Llano. Foto: Ministerio de Agricultura |
Sin embargo, los cálculos del INCO fallaron y la
necesidad de nuevas obras exigió adicionar y prorrogar el contrato de
concesión. El Conpes 3612 de
2009 —modificado por el 3633 de 2009—
emitió concepto favorable para hacerlo.
Duque también tiene su parte en cifras récord de coca y cocaína
DW-María Santacecilia.- En 2017, Colombia alcanzó cifras récord en hectáreas de cultivo de coca y producción de cocaína. ¿Qué factores propiciaron ese incremento? ¿Tiene que ver con la implementación del Acuerdo de Paz?
Son
cifras que ya se hicieron públicas en 2018 y que este miércoles (26.06.2019)
presentó en Viena la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito
en su Informe Mundial sobre las Drogas. Tanto el cultivo como la
producción coca alcanzaron niveles récord en Colombia en 2017.
Los cultivos aumentaron desde las 46.000 hasta las 171.000 hectáreas durante el período comprendido entre 2013 y 2017 y la producción de cocaína ascendió a las 1.976 toneladas, lo que representa un 25 por ciento más que en 2016.
"Los factores del aumento vienen dándose en Colombia desde 2013 y 2014”, dice a DW Isabel Pereira, asesora política sobre drogas en el Centro de Estudios De Derecho, Justicia y Sociedad (Dejusticia).
La experta menciona, por un lado, factores económicos, como la devaluación del peso colombiano frente al aumento del valor del dólar, lo que hace más rentable las transacciones con productos de exportación. Además, la bajada a nivel global del precio del oro forzó a la gente que dejó coca por este metal a volver a su cultivo. "También hay una demanda de cocaína permanente por parte de Estados Unidos y Europa, que nunca ha cesado”, apunta la experta.
Los cultivos aumentaron desde las 46.000 hasta las 171.000 hectáreas durante el período comprendido entre 2013 y 2017 y la producción de cocaína ascendió a las 1.976 toneladas, lo que representa un 25 por ciento más que en 2016.
"Los factores del aumento vienen dándose en Colombia desde 2013 y 2014”, dice a DW Isabel Pereira, asesora política sobre drogas en el Centro de Estudios De Derecho, Justicia y Sociedad (Dejusticia).
La experta menciona, por un lado, factores económicos, como la devaluación del peso colombiano frente al aumento del valor del dólar, lo que hace más rentable las transacciones con productos de exportación. Además, la bajada a nivel global del precio del oro forzó a la gente que dejó coca por este metal a volver a su cultivo. "También hay una demanda de cocaína permanente por parte de Estados Unidos y Europa, que nunca ha cesado”, apunta la experta.
Isabel Pereira. |
El peso de las expectativas
Pero
hay otros factores que explican el aumento récord de los cultivos y que tienen
que ver con las expectativas generadas a raíz del Acuerdo de Paz.
"Los lugares donde se cultiva coca en Colombia tienen unas condiciones de
pobreza rural y desconexión con el Estado muy graves”, continúa Isabel Pereira.
Eso implica que no hay servicios de salud, no hay acceso a educación, no hay carreteras que comuniquen con centros donde se pueda comerciar con productos agrícolas. Durante décadas, estas comunidades reclamaron una presencia efectiva del Estado.
Con los acuerdos de paz, vieron una posibilidad de que la ansiada atención estatal se hiciera finalmente realidad, ya que, desde 2015, se supo que el capítulo de drogas en el Acuerdo de Paz comprendía no solo los subsidios sino una asistencia técnica en esas zonas priorizadas y la implementación de proyectos productivos que permitieran la transición a cultivos legales y alternativas económicas viables.
Eso implica que no hay servicios de salud, no hay acceso a educación, no hay carreteras que comuniquen con centros donde se pueda comerciar con productos agrícolas. Durante décadas, estas comunidades reclamaron una presencia efectiva del Estado.
Con los acuerdos de paz, vieron una posibilidad de que la ansiada atención estatal se hiciera finalmente realidad, ya que, desde 2015, se supo que el capítulo de drogas en el Acuerdo de Paz comprendía no solo los subsidios sino una asistencia técnica en esas zonas priorizadas y la implementación de proyectos productivos que permitieran la transición a cultivos legales y alternativas económicas viables.
"Más
allá de los subsidios, la expectativa era la de poder ser beneficiario de esa
atención integral”, dice Pereira.
"Gente que ya había arrancado sus matas ante la posibilidad de tener la atención del Estado en una zona profundamente pobre descubrió que plantar podía ser un camino para ser priorizado por el Estado”, agrega la experta, aunque considera que este no es uno de los factores de mayor peso en el aumento del cultivo.
"Gente que ya había arrancado sus matas ante la posibilidad de tener la atención del Estado en una zona profundamente pobre descubrió que plantar podía ser un camino para ser priorizado por el Estado”, agrega la experta, aunque considera que este no es uno de los factores de mayor peso en el aumento del cultivo.
La paz y las drogas: "El Gobierno de Duque
debilita la construcción de la paz"
Para
Pereira, se ha producido "una combinación desafortunada” de
factores. "Ni el Gobierno de Santos dejó la financiación ni la
capacidad técnica suficiente para la implementación del programa de
sustitución, ni el Gobierno de Duque le ha dado la continuidad que le debía
dar.
En el último año del Gobierno de Santos se debió haber avanzado más rápido en el cumplimiento de las promesas del Acuerdo de Paz. Pero el avance fue muy lento y muy desigual.
En el último año del Gobierno de Santos se debió haber avanzado más rápido en el cumplimiento de las promesas del Acuerdo de Paz. Pero el avance fue muy lento y muy desigual.
Esta situación se ha intensificado con el nuevo Gobierno
porque no hay un compromiso claro en el mantenimiento de la capacidad del
programa y hay muchos cambios en cuanto a cuál va a ser la entidad encargada de
este tema y de dónde van a salir los fondos para él”, dice la experta.
A ello debemos sumarle la entrada de otros grupos ilegales armados, interesados en tomar el control que antes tenían las FARC sobre el negocio, porque la demanda sigue presente. "Estos grupos presionan a los campesinos, a veces de manera violenta, para que sigan cultivando coca”, asegura Pereira.
A ello debemos sumarle la entrada de otros grupos ilegales armados, interesados en tomar el control que antes tenían las FARC sobre el negocio, porque la demanda sigue presente. "Estos grupos presionan a los campesinos, a veces de manera violenta, para que sigan cultivando coca”, asegura Pereira.
¿Echará marcha atrás Duque
en la implementación del punto 4 del Acuerdo de Paz sobre el programa de
cultivos ilícitos?
"En la práctica lo está haciendo, sentencia la experta. Un incumplimiento
o una negligencia es echar para atrás los avances alcanzados.
"Si las personas que se acogieron al programa de sustitución erradicaron sus matas de coca y ahora se quedaron sin absolutamente nada, eso lo que hace es exponerlos a ciclos de violencia y de sometimiento a la ilegalidad. Yo creo que el Gobierno de Duque, por medio del incumplimiento, debilita el Acuerdo y la construcción de paz”.
"Si las personas que se acogieron al programa de sustitución erradicaron sus matas de coca y ahora se quedaron sin absolutamente nada, eso lo que hace es exponerlos a ciclos de violencia y de sometimiento a la ilegalidad. Yo creo que el Gobierno de Duque, por medio del incumplimiento, debilita el Acuerdo y la construcción de paz”.
(jov)
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