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Animaciones, series y testimonios para entender el (posible) fin de un conflicto

por Laura Vidal-globalvoices.org.- Colombia vive hoy un proceso histórico que podría poner fin a un largo y penoso conflicto armado que ha dominado la narrativa del país por más de cincuenta años. Los colombianos, dentro y fuera del país, votarán el próximo 2 de octubre de 2016 para aceptar o rehusar el acuerdo firmado por el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. El proceso de negociaciones, que ha tomado años de complejas y difíciles decisiones, ha sido comentado ampliamente por la opinión pública y los medios ciudadanos, una discusión que refleja las fuertes divisiones de la sociedad colombiana.

Las opiniones son un buen espejo de los contextos de cada grupo. A grandes rasgos, los puntos de vista chocan en las zonas rurales en contra y en pro de las FARC. A esto se agregan las opiniones encontradas de las urbes, donde hay aún quienes no han sido tocados por la guerra directamente, y quienes llegaron a zonas de pobreza y exclusión urbana huyendo de la violencia.

“La gente no está en contra del proceso de paz, sino en contra de los rumores acerca del proceso”

Para enriquecer el debate e informar sobre los acuerdos, se crearon numerosas campañas de información se creó la serie animada Dejemos de matarnos. Narrada por la historiadora Diana Uribe, la serie se ha dedicado a explicar los pormenores de los acuerdos de paz, confrontar los temores que rodean los acuerdos y también a ligar el proceso de paz de Colombia con el de otros países como Irlanda,Ruanda y Guatemala.


"Cada vez que los pueblos pasan por un proceso de paz la humanidad en su totalidad da un paso hacia adelante. No solo porque la paz nos engrandece como especie, sino porque cada proceso de paz es un aprendizaje que nos da las claves para el siguiente. Así como Irlanda y Sudáfrica le están enseñando al mundo cómo superar los odios y la violencia, así también llegará el día en que Colombia le cuente su historia a los demás para que otros puedan aprender de lo que nosotros hicimos".

Otros análisis del proceso de paz y su posible envergadura regional fue explorado por el programa Claves, en el que distintos analistas latinoamericanos compararon el proceso de paz de Colombia con el de El Salvador:

"En la negociación se negocia el fin de la guerra, pero no el fin del conflicto. Termina esa guerra [El Salvador], esa guerra era civil que es cuando se enfrentan dos partes de una misma sociedad; y se abren las puertas para otra guerra, la actual, una guerra social. - Dagoberto Gutiérrez, jefe guerrillero en el periodo de la guerra civil, negociador y firmante de los acuerdos de paz de El Salvador
Es mejor coexistir que matarnos, es mejor hablarnos que ignorarnos […] No deben confundir [los colombianos] lo que es el proceso de pacificación con lo que es la construcción de la paz. - Mauricio Ernesto Vargas, general en retiro y firmante de los acuerdos de paz de El Salvador
Ganamos [los salvadoreños] muchísimo con los acuerdos de paz. Como sea, con las imperfecciones que ahora tenemos e incluso con las nuevas conflictividades […] estamos mucho mejor que esa época oscura, terrible, de locura que había durante la guerra que vivimos. - Jaime Martínez, director general de la Academia de Seguridad Pública y director del Centro de Estudios Penales de El Salvador"

Firmaron la paz, ahora hay que construirla

alainet.org.Álvaro Renzi Rangel.- Con la firma del presidente Juan Manuel Santos por el gobierno y del comandante Rodrigo Londoño ("Timochenko") por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP), se puso fin el 26 de setiembre de 2016 al conflicto armado interno más antiguo de América Latina que causó más de 220.000 muertos y al menos cinco millones de refugiados y desplazados. 
América Latina asistió en Colombia a un momento clave de su propia historia, sin precedentes desde que en la última década del siglo pasado se firmaran los acuerdos de paz en Nicaragua, El Salvador y Guatemala. El sueño de una región de paz se agiganta. Hay nuevas palabras que se irán incluyendo en el vocabulario político colombiano: legalidad, democracia, participación popular, equidad, justicia social

Culminaron cuatro años de un proceso de negociación arduo, difícil y por momentos sumamente frágil en La Habana, donde la comunidad latinoamericano-caribeña y mundial puso todo su empeño para que se lograra un acuerdo que le otorgara herramientas al país para transitar hacia los cambios necesarios, hacia la pacificación definitiva.

El acuerdo no significa el fin del conflicto, pero abre la perspectiva de superar la guerra y su permanente pérdida de vidas, crea las condiciones para el retorno de miles de desplazados a sus tierras, permite un proceso de justicia por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el conflicto. Pero, sobre todo permite consolidar la vida democrática del país y alentar su desarrollo.

Ahora hay que construir la paz, entre todas las partes. El fin formal de la guerra es apenas el inicio para la construcción de la paz. El proceso comienza por la aprobación refrendataria de los acuerdos por parte de la ciudadanía, así como la ratificación parlamentaria de diversas modificaciones legales previstas en los acuerdos.

Hay sectores políticos, encabezados por el expresidente Álvaro Uribe, y corporativos de lo que se ha calificado como el poder fáctico del país, interesado en bombardear el proceso de pacificación. La guerra ha sido para este poder fáctico un gran negocio por más de 50 años, cuando se han apropiado de la tierra y su explotación.

Las inercias de la violencia no necesariamente se detendrán de manera automática, y tal vez resulte inevitable la persistencia de núcleos irreductibles en uno y otros bandos. Pero ese fenómeno marginal es consustancial a cualquier proceso de paz y cabe esperar que tanto las partes firmantes como la sociedad tengan la capacidad y la tenacidad requeridas para impedir que altere el curso de la pacificación, señala en un editorial el diario mexicano La Jornada.

El Gobierno de Colombia y las FARC firman el acuerdo final de paz (Video)

actualidad.rt - El 26 de septiembre de 2016 pasó a la historia de Colombia por ser la fecha en que, oficialmente, se puso fin a una guerra interna de 52 años. El Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han firmado este lunes el Acuerdo final de Paz.

"Que nadie dude que vamos hacia la política sin armas. Vamos a desarmar los corazones. El pueblo deberá convertirse en el principal garante de lo pactado. Nosotros vamos a cumplir y esperamos que el Gobierno cumpla", afirmó el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias 'Timochenko'.


El líder de las FARC también ha anunciado el fin de la guerra y ha hecho un gesto histórico tras pedir perdón a todas las víctimas: "En nombre de las FARC pido perdón por todo el dolor que pudimos haber causado". "La tierra entera debería ser declarada territorio de paz para que todos las mujeres y los hombres podamos llamarnos y tratarnos como somos, como hermanos", añadió Londoño.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien estuvo presente durante la firma del acuerdo de paz, por su parte, ha agradecido a los países garantes y observadores por mostrar su contribución al posconflicto.

"Ustedes están invitando a los colombianos a que pasen la página para un futuro en paz. Los colombianos están enviando una luz brillante de esperanza que ilumina a todo el mundo. ¡Viva Colombia en paz!", manifestó.

Anunciado el pasado 24 de agosto, el proceso culminará el próximo 2 de octubre. El texto del acuerdo original pasó por el Congreso colombiano, que lo ratificó, al igual que dio curso a la realización de un plebiscito el próximo domingo donde la población decidirá si acepta o no las condiciones de la paz.

Las FARC tendrán su partido político en mayo de 2017 si se implementan los acuerdos de paz

actualidad.rt.- En la Décima Conferencia Nacional Guerrillera, las FARC aprobaron unánimemente el acuerdo de paz final con el Gobierno de Colombia, así como su transición hacia un partido político.


Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) aprobaron de manera unánime el acuerdo de paz final con el Gobierno de Colombia, que pone fin a más de medio siglo de conflicto armado. Asimismo, la organización confirmó su transición hacia un partido político que, según su jefe negociador, Iván Márquez, se fundará en mayo de 2017 si se implementan los acuerdos de paz.

"Los guerrilleros y guerrilleras delegados a la conferencia han dado su respaldo unánime al acuerdo final de La Habana, reafirmando su cohesión interna que ha caracterizado a las FARC en su trayectoria rebelde", afirmó este viernes Iván Márquez, citado por Reuters, en la declaración final de la Décima Conferencia Nacional Guerrillera. "La guerra ha terminado, viva Colombia, viva la paz".

Según declaró a la agencia Pastor Alape, miembro del secretariado de las FARC, "comenzamos nuestros esfuerzos políticos clandestinamente y ahora aspiramos legalmente a abrir nuestras iniciativas, junto con todos los sectores de la sociedad".
Las FARC y el Gobierno colombiano finalizaron a fines de agosto cuatro años de negociaciones de paz en Cuba. El presidente del país, Juan Manuel Santos, indicó que el acuerdo de paz será firmado el próximo 26 de septiembre en Cartagena de Indias. El 2 de octubre en Colombia se celebrará un plebiscito para consultar al pueblo colombiano si apoya el acuerdo final para la culminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera.

La ONU recibirá las armas de las Farc.

También las madres de las FARC buscan a sus hijos en la selva

DW. - Judith salió hace casi una semana de su pequeño pueblo en el departamento del Meta, en el oriente del país, y vivió una odisea por caminos de tránsito casi imposible para llegar a los Llanos del Yarí, la remota región en la que comenzó el sábado pasado la Décima Conferencia Nacional Guerrillera en que ratificarán el acuerdo de paz alcanzado con el Gobierno.





A su avanzada edad, que prefiere no desvelar, llegó hasta San Vicente del Caguán, el lugar donde las FARC se concentraron entre 1998 y 2002, durante los diálogos con el Gobierno de entonces. Allí hizo una escala tras centenares de kilómetros y buscó una alternativa para llegar a los Llanos del Yarí. "Vine a San Vicente y allí me pregunté, ¿cómo llego?", reconoce a efe. Ocho horas pasó en una carretera selvática sin pavimento, un tiempo eterno para ella y para los periodistas, mucho más jóvenes, que la acompañaban.

Ese era solo el inicio. Se confiesa abrumada cuando tuvo que internarse en uno de los campamentos más grandes que ha tenido las FARC en su historia, en el que casi un millar de guerrilleros duermen, festejan la paz y debaten, pero al fin lo encontró.

Todos los muertos del conflicto tienen dolientes
"Vine a buscarlo porque hace años que no lo veía y tenía que venir a verlo, a buscar", dice mientras se abraza con Willington, vestido de riguroso verde guerrillero. "Han sido cuatro años de sufrimiento, es lo más amargo de la vida para uno, como madre sufre mucho", agrega emocionada la mujer que ya no puede despegarse de su hijo. En ese tiempo le angustiaba especialmente cuando en la televisión escuchaba algún reporte del conflicto armado en el que informaban que habían fallecido guerrilleros.

Importante.

Luz verde al proyecto de ley contra la violencia vicaria

 Con un amplio apoyo de distintos sectores fue aprobado en primer debate el proyecto de ley que busca que la violencia vicaria, entendida co...

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